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miércoles, 26 de agosto de 2009

Crónicas de Praga (I): Impresiones generales

¡Por fin de vuelta! Ayer por la noche (dos horas más tarde de lo planeado, debido a los retrasos de Iberia ¬¬) llegamos a Valencia desde Praga vía Madrid. Nada más llegar a casa caí en la cama como fulminada por el rayo porque estaba agotada, y es que no es para menos: han sido seis días de patearnos incansablemente la capital checa, de levantarnos a las seis y media o a las siete de la mañana, estar todo el día haciendo turismo y no parar hasta las diez de la noche, cuando llegábamos al hotel. Pero después de un sueño reparador he conseguido reunir fuerzas suficientes para levantarme y escribir la crónica XD
Esta crónica del viaje va a constar de dos partes. Una, la primera, con las impresiones generales. La segunda la haré contando lo que hemos hecho cada día, con las anéctodas perinentes, y colgando algunas fotos (el resto van a ir al Facebook). Espero que os guste, ¡y a ver si comentáis, malditos, que la última entrada que hice despidiéndome no tiene ni un comentario! :-(
En fin, allá van mis consideraciones generales:

1) Praga es bellísima: Ya sé que es esto es una obviedad para todos los que hayan estado allí, pero no puedo dejar de comentarlo. Es preciosa. Sin embargo, a pesar de toda su belleza, para mi gusto no llega a superar a Venecia, por la sencilla razón de que Venecia es más fácil de recorrer y menos uniforme en cuanto a estilos arquitectónicos.
Me explico: Praga fue uno de los centros de poder de la Contrarreforma, cuando la dinastía reinante en Bohemia, los Habsburgo, se aliaron con la Iglesia Católica contra el movimiento protestante. Y el estilo emblemático de la Contrarreforma fue el barroco. ¿Consecuencia? Que el 95% de los edificios góticos, románicos, etc, de Praga, fueron reformados al estilo barroco. Y claro, si te encanta el barroco (y el neoclásico, que también pegó muy fuerte después), Praga es tu ciudad. Pero si eres como yo, que me aburren los estilos tan unformes y además prefiero el gótico, al final el comentario de rigor al ver un edificio acababa siendo: "Sí, muy bonito, pero, ¡¿otra vez barroco/neoclásico?!".
El segundo problema es que Praga es MUCHO más grande que Venecia y no está demasiado bien comunicada, ya que los enlaces no son buenos y había que coger muchos tranvías y metros y hacer distintos transbordos para llegar a los sitios si quería usar transporte público. Y, como fuéramos andando, acabábamos con los pies destrozados, porque en lugar de asfalto y aceras normales todas las calles de Praga (al menos en la zona antigua, la que vale la pena ver) están embaldosadas al estilo decimonónico, con adoquines irregulares, que quedan muy bonitos pero también son muy incómodos.
Sin embargo, lo cierto es que la belleza de Praga es innnegable. Mis zonas favoritas de la ciudad fueron, por este orden: el Stare Mesto (la Ciudad Vieja), el Hdracany (la zona del Castillo de Praga y alrededores), el Barrio Judío y el Malá Strana. Sobre todo el Castillo Real de Praga y la Plaza del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja son alucinantes, de esas imágenes que se te quedan grabadas para siempre en la retina y ya no te abandonan jamás.

2) Los tópicos no siempre se cumplen: Todo el mundo nos decía que en Praga la comida es barata y los checos antipáticos. Pues un cuerno. Barato era comprarte una salchicha o un sándwich en un puesto callejero. En cuanto te ibas a un restaurante los precios subían como la espuma, más que nada porque los checos, que son muy listos, se han dado cuenta de que los turistas tienen pasta y los precios en la zona turística (es decir, en el casco antiguo: Stare Mesto, Nove Mesto, Hdracany, Mala Strana, Vysehrad y Josefov) actualmente son equiparables a los de cualquier ciudad española (a excepción quizás de Madrid y Barcelona). Yo casi no noté ninguna diferencia entre lo que me cuesta comer en Valencia y lo que me ha costado comer en Praga. Encima, la cosa es doblemente grave, porque sorprendentemente el agua es la bebida más cara de la carta (a diferencia de España, en la República Checa resulta muchísimo más barato pedir una Coca-Cola o una cerveza que un agua) y además al total de lolo que te cobran por la comida hay que sumarle el 19% en concepto de impuestos y servicios. Lo cual era un prolema, puesto que, cuanto más caros fueran los platos que te pedías, mayor era el resultado del procentaje que te cobraban (no es lo mismo el 19% de 300 coronas que de 700, vamos). La comida en sí no estuvo mal, aunque es un poco pesada, y al final te acababas hartando un poco del gulash, de la caza estofada, del cerdo asado y de los bollos de pan y patata cortados a rodajas.
En cuanto a los checos, otro que tal. Nos dijeron que eran muy antipáticos y muy desaboríos, pero lo cierto es que nos hemos encontrado de todo: hay gente con muy mala ostia y muy mala educación, hay gente sencillamente indiferente, y también hay gente muy amable e incluso simpática que nos atendió con mucha cortesía. Lo cierto es que decir que los checos son todos sosos y antipáticos es como decir que todos los españoles son simpáticos y fiesteros: es inexacto, porque te puedes encontrar de todo.

3) El mundo es muy pequeño: ¡Y tanto! Estando de visita en el monasterio de Strahov, nos encontramos con Elisa Elbereth, una chica de la Sociedad Tolkien Española a la que hacía casi tres años que no veíamos. Yo la conocìa poco, porque sólo había coincidido con ella en la primera Estelcon a la que fue, pero como es bastante amiga de Tindomion, se vino con nosotros un rato y estuvimos visitando juntos la Iglesia de San Nicolás (decorada en estilo... ¿a que no lo adivináis? ¡Barroco!).
También sucedió algo muy curioso: en ciertos momentos nos paramos a hablar con tres grupos diferentes de españoles: unos tinerfeños, otros andaluces y otras (estas eran todas chicas) valencianas. ¡Pues a los tres grupos, sin expceción, nos los volvimos a encontrar más tarde, en días y sitios diferentes! No sé si es que Praga es más pequeña de lo que parece o que todos íbamos a la misma hora a los mismos sitios, pero fue bastante curioso XD

4) El transporte público de Praga es de risa: No porque sea malo, todo lo contrario: los tranvías y metros pasan frecuentemente y a su hora. Lo gracioso es que puedes ir completamente gratis. ¡En serio! En las estaciones de metro no hay ningún tipo de control ni de barrera y en los tranvías a los conductores les importa un carajo si pagas o no. Ojo, se supone que de vez en cuando hay revisores y como te pillen la multa es de 400 coronas (o "kas", o "copins", como las acabamos llamando, porque el símbolo de la corona checa es "ck"). Pero lo cierto es que nunca vimos ninguno. Al principio pagábamos por si acaso, pero al darnos cuenta de que ahí no pagaba casi nadie empezamos a subir sin más y nunca hubo ningún problema. En definitiva, ¡increíble! En España prueba a subirte a una autobús sin validar el bono o ir al metro sin el bonometro: en el primer caso el conductor se pondrá hecho una furia y te obligará a bajarte de inmediato, y en el segundo directamente no podrás porque las barreras te lo impedirán. Y encima lo gracioso es que en las tiendas pedían 100 coronas por un bono transporte de un día y 500 para el de cinco días... yo creo que el transporte público en Praga subsiste de los pringados e inocentes turistas que pican como pececillos y compran esos bonos (los bonos sirven para todos los tranportes, no son por viaje sino por un tiempo determinado, y los de media hora costaban sólo 18 coronas, que fueron los que al principio compramos nosotros).

5) Consejos varios si viajáis a Praga:
-Llevad chaqueta aunque sea verano que el tiempo es muy cambiante. Lo mismo te puede hacer un calor de sudar que fresquillo. Llevad también paraguas (un dia nos llovió). Y, sobre todo, ¡¡¡levad calzado cómodo, a ser posible zapatillas de deporte o botas de montaña!!! El pavimento es muy irregular y llevar sandalias o zapato plano normal implica acabar el día con los pies cantando el aleluya.
-Hablando de caminar por Praga, lo bueno es que en el casco antiguo no hay demasiados coches (sólo dejan pasar a los residentes) y aunque hay pocos semáforos (y los que hay tardan exactamente diez segundos, si no menos, en sostener la luz verde del peatón antes de cambiar de nuevo a la roja), hay muchos pasos cebra y los conductores los respetan. Por cierto, los tranvías y los coches no tienen carriles separados sino que van todos por el mismo. Cuiroso, ¿verdad?
-Ignorad a los cambistas callejeros y los sitios de cambio dudosos, porque muchas veces etsatafan a la gente dándole dinero búlgaro (que es muy parecido pero vale una mierda) en lugar de dinero checo. A nosotros no nos pasó proque traíamos el dinero cambiado ya desde España, pero hemos oído que es frecuente.
-Si vais a Praga, lo mejor es organizarse los días por zonas (es decir, un día al Malá Strana, un día al Hdracany, etc). Dado que en todas las calles y callejuelas hay algo que ver, es mejor patear bien una misma zona porque si no el lío de tranvías, metros y transbordos entre ellos puede ser mareante y además seguro que te dejas cosas sin ver.
-IMPORTANTE: ¡No se os ocurra ir al Palacio de Troja! Algunas guías lo recomiendan porque es un palacio barroco muy bonito, y efectivamente lo es. El problema es que queda a tres kilómetros andando de la parada de transporte público más próxima (tres kilometros de ida y tres de vuelta, ojo, son seis kilómetros en total). Y andando por medio de ninguna parte, a la orila del Voltaba con bosques y fábricas alrededor. Un cansancio y un mal rollo del carajo, vamos. No merece la pena la visita. Para mí fue el peor fiasco.

Esto es todo, por ahora. En la próxima entrega, diario de viaje con anécdotas y fotos incluídas. ¡Continuará! ^^

lunes, 17 de agosto de 2009

Diario de viaje ^^

Ya estamos de vuelta en Valencia. Tenemos los DNI en orden, hemos cambiado ya los euros que necesitamos por coronas checas, y las maletas están ya medio listas.
Hoy ha sido un día bastante ajetreado porque me ha tocado trabajar y tenía una ristra de notificaciones enormes que enviar a los abogados. Para colmo, los muy cabrones del Juzgado parece que se hayan puesto de acuerdo para enviarme TODAS las notificaciones con plazos de 5 días. Obviamente, en ese plazo voy a estar en Praga, así que me ha tocado llamar a todos los abogados para pedirles disculpas y decirles que no podré presentar esos escritos. Menos mal que se han portado bien conmigo y me han dicho que no me preocupe que ellos se encargarán de todo, han sido encantadores (o al menos se han hecho los encantadores, aunque por dentro se estuvieran ciscando en mis muertos).

En otro orden de cosas, Tindomion ya tiene oficialmente 34 añitos ^^
Celebramos su cumpleaños en casa de sus padres, con la familia, tarta y esos deliciosos platillos que prepara mi suegra. Como regalo, tuvo la Guía Visual de Praga (las mejores para irte de viaje), el libro de rol de Dark heresy (la versión rolera de Warhammer 40.000), un lápiz USB de 16 gigas, un DVD con TDT y algo de ropa (dos camisas, un pantalón y una corbata). A pesar de todo, el muy merluzo se enfadó porque su hermano pequeño le estuvo chinchando durante la cena (si es que son como niños... ¬¬U).
Este año, durante nuestras vacaciones por tierras oscenses, hemos visitados unos congostos preciosos en el Parque Natural de Ordesa y Monte Perdido. Ya colgaré alguna foto cuando las descarguemos. ¡La explosión de verdor, vegetación y naturaleza era tal, que me daba la sensación de que los eflos silvanos iban a parecer en cualquier momento! Entre eso y el hermosísimo río que surcaba las profundidades de la garganta montañosa, casi me parecía estar en Lothlórien.
Aparte de eso, vimos el castillo de Monzón, una antigua fortaleza templaria (aunque sólo durante una media hora, porque salimos tarde ¬¬UUU), y también fuimos a Abizanda, un hermoso pueblo donde hay un espectacular torreoón del siglo XI que lleva en pie como el primer día y se puede vivisitar entero del primer al último piso, y allí también fuimos al Museo de Creencias y Religiosidad Popular, donde vimos un montón de amuletos y objetos supersticiosos que mezclaban la religión con el paganismo para defenderse de las brujas, de la mala suerte y esas cosas.
En definitiva, que aunque algunos días me aburrí bastante, el viaje no ha estado mal del todo. La verdad, me he dedicado principalmente a leer. He terminado Nocturna, esa famosa novela de vampiros de Guillermo del Toro y Chuck Hogan, y me ha decepcionado muchísimo. Me la recomendaron varios amigos y la pedí como regalo de mi santo, pero la verdad es que me ha parecido bastante mala. Los vampiros son rarísimos y se comportan más como zombis que como auténticos chupasangres, los personajes son vacíos, poco creíbles, y no te acaban de llegar ni te acabas de creer sus reacciones y sus motivaciones (SPOLIER: Por ejemplo, ¿cómo se explica que dos médicos totalmente normales acepten con tanta naturalidad que los vampiros existen y se pongan en plan cazadores de chupasangres como si llevaran toda la vida entrenándose para eso?). Además, hay personajes que están evidentemente copiados de Drácula de Bram Stocker (por ejemplo, el judío, que es una fotocopia de Van Helsing, hasta se llaman igual).
Otra cosa que tampoco me ha gustado nada son las incoherencias acerca de cómo se convierte la gente en vampiro (SPOILER): Se supone que los vampiros tienen que vaciar por completo de sangre a sus víctimas porque si no las vacían se convierten en vampiros. Pues vale. ¡Pero es que todos los pasajeros del vuelo del principio de la novela están muertos y sin embargo TAMBIÉN se convierten en vampiros! Entonces, ¿en qué coño quedamos? ¿Los muertos se convierten en vampiros o no? Porque, de ser así, la humanidad ya se habría extinguido desde hace siglos, al ritmo que los muy malditos muerden al resto de personas. No sé por qué los hechos que cuenta la novela no han empezado hasta ahora.
Otra cosa que también queda sin explicar es por qué ninguno de los pasajeros del avión grita ni se mueve y parece que se han muerto de repente. Si se supone que el vampiro fue mordiéndoles uno a uno, ¿cómo es que ningún pasajero se dio cuenta de nada? ¿No deberían haberlo visto y haerse asustado? Otra incoherencia gorda que se pone al principio de la historia para provocar intriga y luego no se resuelve.

Y, en fin, aparte de esto, poco más. Ahora estoy inmersa en la trilogía de La espada de Joram de Margaret Weiss y Tracy Hickman, que, sin ser mala, es la más floja de todas las que hasta ahora he leído de este dúo de escritores.

La próxima parada es Praga. El miércoles a las nueve menos cuarto de la mañana sale nuestro avión hacia Praga. Estaremos una semanita por allí, y si Dios quiere volvemos el día 25 por la tarde. Prometo actualizar con montones de fotos en cuanto vuelva.
¡Deseadme un buen viaje! :-D

sábado, 8 de agosto de 2009

Teología para idiotas

NO puedo creer que en pleno siglo XXI aún existan casos como este.
Este es el clásico ejemplo de un imbécil con mentalidad infantil y fanática que no ha entendido en absoluto la Biblia porque la ha leído con la mentalidad de un niño de cinco años.

Cuando era adolescente, iba a un colegio concertado en el que daban clases los curas dominicos. Tuve suerte, porque todos mis profesores eran señores estupendos y muy inteligentes, de mentalidad abierta, y que nos enseñaban a pensar por nosotros mismos y a no poner los dogmas por encima del sentido común. Cursando BUP, el libro de texto que nos tocaba para Religión fue uno de los libros más interesantes y más reveladores que he leído jamás: Esta es nuestra fe: teología para universitarios, de Luis González-Carvajal. Fue un libro maravilloso para mí porque, en esa época en la que te cuestionas todo y en la que algunos dogmas e historias bíblicas te parecen estupideces, me hizo mirar mi religión desde un prisma completamente nuevo, adulto, mucho más interesante y coherente con el mundo real y con lo que es la vida. Después de leerlo, estaba absolutamente de acuerdo con todo lo que en él decía, y lamento de verdad que no haya más gente que lo lea: todas esas personas que de niñas han creído en Dios pero al llegar a la adolescencia abandonan su fe porque "ningún ser superior tiene que controlar mi vida" o "no creo que ningún Dios decida mi destino", deberían haber leído ese libro; al leerlo te das cuenta de que esas no son razones para dejar de creer porque, efectivamente, aunque Dios exista, ni controla tu vida ni dirige tu destino. Eso es algo que el libro decía muy claramente: Dios te puede señalar el camino correcto, pero tu vida sólo la controlas tú.
Desde luego, el padre de la niña de quien habla la noticia debería haber leído este libro. Recuerdo dos historietas a modo de ejemplo que ese libro contiene y que a mí me llegaron muy hondo, y que si ese tipo hubiera conocido probablemente no habría cometido la estupidez que cometió. Una de ellas dice así (cito de memoria, no tengo el libro a mano):

"Había un hombre que había dejado de creer en Dios porque no podía concebir la idea de que, si Dios existía, ocurriesen tantas cosas malas en el mundo. Yendo un día por la calle, encontró sentado en una esquina a un mendigo hambriento y vestido con andrajos que le suplicó una moneda para poder comer aquel día. El hombre pasó junto a él de largo, pensado: "¿Cómo puede creer la gente en Dios? Si Dios existiera, haría algo para aliviar a este hombre". Entonces, una voz que parecía venir de los cielos, le respondió: "Sí que hice algo. Te hice a ti. Ayúdale"
.

La segunda de las historias dice más o menos así:

"En un pueblo de las montañas vivía un cura sumamente piadoso, muy querido por sus feligreses. Este pueblo estaba cerca de un pantano cuya presa un día se rompió, y las aguas corrieron a anegar el pueblo. Un comité de vecinos fue corriendo a buscar al cura para avisarle de lo que estaba pasando y rogarle que se pusiera a salvo, pero el cura se negó a marcharse. "Dios me salvará", dijo. Los vecinos se marcharon y el agua comenzó a anegar el pueblo. El cura se subió al tejado de la Iglesia, puesto que el templo estaba ya inundado. Estando allí, llegaron algunos de sus conciudadanos en una lancha gritándole que saltara junto a ellos y huyera, pero el cura se negó a subir a la lancha, convenido en su fe de que Dios le salvaría. Cuando el agua rozaba ya las tejas de la iglesia, llegó hasta allí un helicóptero de los bomberos, lo cuales le lanzaron una escala de cuerda. Pero, de nuevo, el cura se negó a subir al helicóptero confiando en que Dios le salvaría. Como es de suponer, se ahogó y murió. Al subir al Cielo, se enfrentó con el Señor, indignado: "Confié en ti y no me salvaste", se quejó. "¿Cómo que no te ayudé?" preguntó Dios muy sorprendido, "Si te mandé un comité de vecinos para avisarte, luego envié a varios más en una lancha, ¡y hasta te conseguí un helicóptero!".

Pues eso mismo. El padre de la niña que murió por falta de asistencia médica dijo que no la llevó al médico porque "eso sería poner al doctor por delante de Dios". Pues no. Eso hubiera sido aceptar que el médico era el instrumento del que Dios se valía en la Tierra para curar a la niña, leches. Todos somos instrumentos de Dios, nos guste o no. Cada vez que ayudamos a alguien, cada vez que curamos, asistimos, consolamos, damos limosna, o de cualquier modo hacemos más agradable y feliz la vida de nuestros semejantes, estamos siendo instrumentos de Dios. Es estúpido e infantil creer en un Dios-mago, o en un Dios-arreglalotodo, que al estilo de los deux ex machina de la antiguedad, baje una silla cubierta de flores para alejarnos del peligro cada vez que nos metemos en problemas. Una fe así, además de ser absurda, no se sostiene por ninguna parte. Los milagros existen, pero son eso, milagros, señales y signos en un momento concreto, no el pan nuestro de cada día. No me extraña que haya tantos ateos y agnósticos si la gente cree que la forma en que la religión muestra el mundo es como el padre de esa niña muerta lo ve. Dios creó el mundo con unas reglas que funcionan, creó la naturaleza regida por unos principios y al hombre dotado de una inteligencia para que este pudiera descubrir los secretos de la naturaleza, y, así, aprender a curar a los enfermos. Cualquiera que no comprenda esta verdad, puede ser adulto de cuerpo, pero obviamente su mente sigue siendo la de un niño, el mismo niño hay que hay que enseñarle que "Dios creó el mundo en siete días y a Adán y Eva del barro" porque su limitado cerebro no puede entender verdades más complejas que esa conocida pero evidentemente simbólica alegoría.

Por cierto, ¿no os da la sensación de que el hombre del que habla la noticia debe pertenecer a alguna secta chunga? Porque, insisto; no me cabe en la cabeza que personas normales y cuerdas puedan actuar así en el siglo XXI (e incluso en los siglos anteriores, que los médicos y los galenos existen desde la antigüedad y nunca fueron mal vistos ni en lo más negro y supersticioso de la edad Media, donde los Papas (igual que otros miembros ricos de la curia y la nobleza) tenían sus propios médicos privados).

miércoles, 5 de agosto de 2009

¡Por Tutatis, estos japoneses están locos!

Una de las cosas que me gusta hacer en mis ratos muertos es navegar por la red leyendo blogs de españoles que viven en Japón. Aunque no soy una otaku de tomo y lomo, ya que muchas cosas de la cultura oriental se me hacen demasiado extrañas o estrafalarias (intenté aprender japonés pero me pareció demasiado difícil, ¿quién carajo inventó ese triple alfabeto? ¿Los Malkavian?), debo reconocer que la cultura japonesa me fascina y me atrae al mismo tiempo que me extraña, supongo que por lo diferente y a la vez hermosa que es. Claro que lo que a mí me fascina de la cultura japonesa son las sakura, los haiku, la gastronomía, las geishas, los kimonos, la ceremonia del té, los samuráis, las katanas, yo qué sé, las cosas normales y clásicas. Lo que pasa es que, sobre todo con la cultura actual, te encuentras cosas que chirrían bastante.
El caso es que leyendo el blog Un español en Japón, me he encontrado con algo increíble. Algo tan extraño, tan sorprendente y tan surrealista, que por fin ha sucedido: junto con el hiragana, el katakana y los kanjis, el sashimi vivo, los trajes que llevan las sweets & gothics lolitas y los cosplay de los adolescentes japoneses, el suicidio ritual, las máquinas expendedoras de braguitas usadas, las lolikon, la Pepsi con sabor a pepino y las novelas de Haruki Murakami, lo que he encontrado me ha despejado todas las pocas dudas que aún me quedaban.: señores ya es oficial. Japón está dominado por los Malkavian.

Lo que he encontrado ha sido ESTO.

¿Y qué es esto? Pues un parque temático de España. Sí señores. Como lo oyen. Igual que nosotros tenemos Terra Mítica, basado en las civilizacioneas antiguas, los japoneses tienen el Shima Spanish Village, un parque temático dedicado íntegramente a España. Os aconsejo que visitéis la versión en inglés de la web del parque, porque no tiene desperdicio. Las atracciones tienen nombres como "Santa María Splash" o "El tiovivo de Don Quixote" (sí, con "x", al parecer los japos no se han enterado de que "Quijote" va con "j", al menos en el español actual y no el del siglo XVI). Los restaurantes tienen nombres tan profundos como "Amigo" (creedme, los japos tienen una auténtica obsesión con la palabra amigo), "¡Salud!", "Torero", o "Gallo gallina" (?). Y lo de los monumentos ya es la risa: me imagino a los catalanes y a los madrileños arrancándose la piel a tiras de la desesperación al ver a la Cibeles, la Puerta del Sol, el Parque Gaudí y el Monumento a Colón conviviendo juntitos, tan felices, los unos al lado de los otros XDDD

Ahora bien, si lo piensas un poco, también es un poquito aterrador verte convertido en material de frikismo. ¿Os imagináis la imagen de España que deben tener los japoneses que acuden a ese parque? Supongo que por eso se decepcionan cuando llegan a España y ven que los hombres no van vestidos de toreros, ni las mujeres de sevillanas, y que la gente no va bailando flamenco guitarra en mano por las calles. Otra cosa que choca un poco es que al parecer para los extranjeros sólo existen Madrid, Cataluña y Andalucía. ¿Qué hay de Valencia y las Fallas, de Pamplona y los Sanfermines, de Galicia y el Camino de Santiago? ¿Qué hay de las demás Comunidades Autónomas y fiestas populares españolas? Al parecer para los extranjeros sólo existen los toros, el flamenco, Madrid y Barcelona. En fin...

Al margen de esto, lo cierto es que el parque temático resulta hasta simpático, por lo sorprendente y algo extravagante que es. Lo dicho, no tiene desperdicio. Vedlo por vosotros mismos, os reiréis un buen rato ;-)


PD: ¿No lo dije? ¿No lo dije? ¡Maaalkaaaviaaaans!

martes, 4 de agosto de 2009

¡Vacaciones! ^o^

Pues nada, ¡que me voy de vacaciones! :-D
Hoy salimos hacia Barbastro (Huesca) para pasar la primera quincena de Agosto con la familia de Tindomion. Allí, además de la riquísima comida de mi suegra, disfrutaremos de los paisajes de la comarca del Somontano y del Pirineo aragonés, del buen tiempo y de la piscina comunitaria de la finca de los padres de Tindomion (aunque no creo que me bañe mucho, porque las piscinas me dan bastante asco. Supongo que lo que amortizaré será el césped para tomar el sol mientras leo un libro. Prefiero bañarme en el mar, pero por causas laborales y familiares no he podido ir a la playa ni un sólo día de Julio. Y eso que vivo en Valencia. En fin...).
Tras acabar la primera quincena, regresaremos a Valencia unos días y el 19, si Dios quiere, nos vamos a pasar una semanita a Praga. Los que leéis este blog desde hace tiempo recordaréis esta entrada, en la que comentaba cuáles eran las ciudades que más me habían gustado y las ciudades que más deseaba visitar. Pues bien; Praga era una de ellas. De modo que estoy muy contenta de poder cumplir este pequeño sueño y poder visitar esta ciudad tan hermosa, de la que tanto (y tan bien) me han hablado.
Aunque seguiré actualizando el blog, ya que en casa de mis suegros tengo Internet, quería hacer este post de todas maneras, para anunciar mi marcha, compartir con vosotros mis planes de vacaciones, y sobre todo para desearos ¡FELIZ VERANO! ;-D