Recientemente han aparecido en la prensa y los telediarios dos casos bastante similares, aunque no guardan relación alguna entre ellos: dos hombres (uno de ellos acusado de abusar sexualmente a la hija de su pareja y matarla a golpes, y otro que fue acusado de violar a su propia hija de dos años) que finalmente, tras ser acosados por la prensa, demonizados por sus vecinos y conciudadanos, y, en el caso del segundo individuo, haberse pasado 6 años sin poder ver a una hija que ahora piensa en él como un monstruo... se ha descubierto que eran inocentes. La primera niña murió a causa de los golpes que sufrió al caerse de un columpio (y la autopsia descartó que hubiera sufrido abuso alguno), y la segunda niña tenía lesiones en sus genitales... provocadas por ella misma al rascarse cuando sufría de parásitos.
Lo más gracioso es que ahora todo el mundo se está llevando las manos a la cabeza, lamentándose por la injusta suerte de los pobres hombres. Los mismos que hace una semana los insultaban sin recato y afirmaban que lo más suave que merecían eran todas las penas del infierno, ahora se compadecen escandalizados y se preguntan cómo ha podido ocurrir. La cuestión es, ¿cómo quieren que no ocurra esto, en una sociedad donde se ha perdido el derecho a la intimidad y la presunción de inocencia? Que yo sepa, está prohibido por ley que se publiquen imágenes o datos de imputados en causas penales antes de que haya sentencia firme, pero los mismos periodistas que han proclamado la inocencia de estos sujetos fueron los que los persiguieron con sus cámaras, mostrando sus nombres y sus imágenes y prácticamente dado por sentada su culpabilidad en vivo y en directo, como si ya hubieran sido juzgados y condenados. Entre que los periodistas son capaces de todo por conseguir titulares impactantes y morbosos que atraigan audiencia, y la gilipollez congénita de esa misma audiencia que cree que todo lo que dice el telediario va a misa, el resultado ha sido que dos hombres inocentes que nunca hicieron daño a esas niñas han acabado siendo martirizados, torturados y estigmatizados para el resto de sus días. El dolor, la humillación y el menoscabo de su dignidad humana no se los va a poder devolver nadie. Y ambos han perdido a una personita a la que sin duda querían mucho.
Pero, ojo, no todo es culpa de la prensa y los ciudadanos. Un culpa muy importante es la de la propia justicia española, que últimamente se pasa por el forro la igualdad ante la ley y la presunción de inocencia. Viene siendo así desde que tenemos que soportar aberraciones como la Ley de Igualdad y la Ley Contra la Violencia de Género.
Hasta hace cuatro días, como quien dice, la situación de las mujeres en el mundo era precaria: no teníamos apenas derechos civiles y sociales, no podíamos hacer nada sin la autorización del padre o del marido, y nuestros esposos nos podían golpear y maltratar impunemente sin que nadie se lo impidiera. Era justo y necesario que se pusiera fin a esos abusos y a esa desigualdad; el problema es que ahora nos hemos pasado casi al extremo opuesto.
La Ley de Igualdad hace que algunos organismos y empresas tengan que llenar un númerus clausus de mujeres en su plantilla por narices, valgan o no valgan más que sus compañeros. Eso no beneficia lo más mínimo la credibilidad de las mujeres en cuanto a profesionales, pues nunca se va a saber si las contrataron por obligación o porque valían de verdad. Si se quiere que las mujeres tengamos igualdad de acceso al mercado laboral, más valdría hacer leyes que permitiesen la conciliación de la vida laboral y familiar, que permitieran a los hombres tener los mismos permisos de paternidad que su esposas y que las jornadas laborales fueran más compatibles con la crianza de hijos. Así se evitaría la verdadera lacra que impide a las mujeres tener igualdad laboral: el hecho de que deban renunciar a ser madres para trepar en la empresa y que se realice acoso laboral y/o despidos improcedentes contra ellas cada vez que se quedan preñadas, o que directamente no se las contrate porque se considera que hay peligro de que queden encintas en el futuro, mientras que el hecho de ser padres o poder serlo a corto o medio plazo nunca es un problema para que los hombres sean contratados.
Pero lo peor, sin duda, es la Ley Contra la Violencia de Género. Estamos hablando de una ley que penaliza los maltratos físicos y psicológicos a las parejas y ex parejas sólo cuando la maltratada es una mujer. El resto de los casos, al parecer, no tienen validez. ¿Qué pasa si es la mujer la que maltrata al hombre? ¿O si un homosexual es maltratado por otro? Ah, no, entonces sólo es culpable de un delito (o falta) de lesiones y no hay violencia doméstica por ninguna parte.
En el fondo, esta ley no sólo quebranta gravemente el principio de igualdad y presunción de inocencia, haciendo parecer a los hombres como los eternos malvados culpables y a las mujeres como bondadosas víctimas, sino que además es sumamente machista. Presupone que sólo el hombre puede ser maltratador. Al parecer, los que elaboraron esa ley opinaban que la mujer es demasiado débil y dulce como para ser capaz de ejercer la violencia contra alguien, ¿no? Que para algo son el sexo débil. Y si le dan sartenazos al marido o lo humillan e insultan, la culpa es de él, que menudo piltrafilla debe ser si no es capaz de pararle los pies a la parienta, ¿eh? Y en cuanto a las mariconas, a esas ni mencionarlas, que siendo tan afeminados deben ser tan débiles como las mujeres y si el que hace del macho en les pareja les pega cuatro leches que se jodan, total, ya deben estar acostumbrados a que les den por el culo, ¿no?
Los resultados están bien a la vista: hombres maltratados que se ven desprotegidos por una ley que sólo otorga protección a las féminas (es decir, justo a la inversa que hace un siglo para atrás), mujeres arteras que ponen denuncias falsas a su parejas o ex parejas para asegurarse la custodia de los hijos o para vengarse por abandonos e infidelidades (que no hay muchas, pero haberlas haylas), y, sobre todo, la demonización del hombre por la sociedad, la presunción de culpabilidad de todo hombre que sea acusado por una mujer de un delito que tenga que ver con los abusos sexuales, la pederastia o el maltrato en el ámbito familiar. El hecho de que, en su esfuerzo por proteger a la mujer y a los hijos (lo cual, repito, es absolutamente esencial y necesario), la ley se olvide de salvaguardar los derechos de los hombres.
¿Y, después de esto, a la gente le parece extraño que ocurran casos como el de los dos pobres hombres de los que hablaba al principio? Pues que sepan que no son los primeros ni serán los últimos. Seguirán habiendo casos como estos mientras prime la demagogia sobre el sentido común, lo políticamente correcto sobre lo justo, y, sobre todo, mientras los que aprueban las leyes no se den cuenta de que todos los extremos son malos y que la virtud, en estos asuntos, suele estar en el término medio y en la imparcialidad.
14 comentarios:
¡Qué blog tan fascinante! Volveré.
En momentos como este me siento orgullosa de leerte. Apoyo todas y cada una de tus certeras palabras, no le sobra ni una coma. Ojalá algún día lleguemos al idílico término medio, sería bonito. Como añadir algo más sería redundante, lo dejo así. Un saludo,
Cristina
Un par de apuntes:
1) La Ley de Igualdad no impone que haya un número X de mujeres en la plantilla de una empresa. Eso solo ocurre en determinados entes públicos (como los Tribunales de Oposiciones) y las sociedades mercantiles (y solo en su cúpula directiva). Lo que sí hace esa Ley Orgánica es obligar a casi todas las empresas a tener un Plan de Igualdad, que no implica, ni mucho menos, la excesiva contratación de mujeres.
2) Lo de los permisos de paternidad sí está contemplado en esa Ley de Igualdad, tanto en la privada como en la pública. Ahora, si los trabajadores no luchan por ese derecho y cambian su convenio...
3) Si mi memoria no me falla (lo que es posible en este punto, ya que hace mil que no estudio leyes laborales), si una mujer es despedida por estar embarazada, tiene todas las de ganar en un juicio, pudiendo ser restituida en su puesto o solicitar la cuantía correspondiente a su despido (atrasos incluídos).
Por lo demás, estoy plenamente de acuerdo con lo que expones sobre la Ley de Violencia de Género, que, para colmo, no ha conseguido erradicar ese fenómeno en absoluto.
También de acuerdo contigo. De hecho, en la plantilla de la empresa en la que trabajo (dependiente del Ayuntamiento de Segovia), una platilla llena de excelentes profesionales, se da a la inversa: de 24 personas que somos, 5 son hombres. Y esto sin obligaciones de cupo ni tonterías de esas. Simplemente, los mejores profesionales que han encontrado para contratar somos, en nuestra mayoría, mujeres.
Tom Zeta: Gracias y bienvenido :-)
Merak: ¿En momentos como este? ¿Debo entender entonces que en otros momentos no te sientes orgullosa de leerme? :-P
Gracias por el comentario :-)
Alberto: Respecto a lo que comentas, tienes razón, únicamente tres puntualizaciones:
1) Si relees la entrada verás que no me refería a todas las empresas en general, hablo de "algunas".
2) Tienes toda la razón del mundo, el tema precisamente es ese: que no basta con permitir que los padres tengan permisos de paternidad si estos no los ejercen y si las empresas siguen discriminando a las mujeres por ser las que se quedan embarazadas. No sirve, pues, de nada, que los hombres puedan tener permisos de paternidad, si por una parte estos no los ejercitan y por otra parte las empresas se dedican a penalizar a los que sí lo hacen (hombres o mujeres).
3) Hombre, el juicio ganarlo lo ganará, el problema es el de las mujeres que no estaban fijas, los despidos disfrazados de reducción de plantilla con excusa de la crisis (pocas veces te van a poner en la carta de despido que te echan por estar embarazada), el hecho de que muchos empresarios directamente opten por no contratar a mujeres susceptibles de quedarse embarazadas o en estado... y, por supuesto, el hecho de que, aunque las readmitan, el mobbing al que las pueden someter es tal que muchas acaban yéndose porque no aguantan más, en cuyo caso, ante las amenazas de que esto suceda, prefieren optar por tomar la indemnización e irse en lugar de por ser readmitidas.
Findûriel: ¡Así me gusta, los segovianos! Eso es lo mejor; contratar a la gente por su valía y no potque sea hombre o mujer ;-)
Lo de que no te contraten por estar en estado 'futurible como mamá' lo he sufrido yo en las carnes. Un puesto de informadora que se llevó una compañera que es más ignorante que el asa de un cubo (me llamaba toooodos los días por teléfono para que le ayudase con las tareas) sólo por el hecho de tener ya tres hijas crecidillas y no tener proyecto de más. Me quedo claro cuando el entrevistador le dijo a ella, delante mío "y ya las tiene usted criadas y todo, no como las jóvenes, que en cuanto las contratas se te quedan preñadas y te toca poner a ti el dinero para criarles los hijos"
¡Qué vergüenza! ¿De qué puesto de trabajo hablas?
Ese tío no sólo era un machista, sino también un ignorante, porque no sé desde cuando una baja por maternidad implica que el empresario tenga que darte dinero extra para el nene. Vamos, que igual no se ha enterado que lo del cheque-bebé no lo paga él sino el Estado...
Eso sí, qué curioso, de pagarle la crianza a los padres que puede pedir la baja por paternidad no dijo absolutamente nada ¬¬
Yo no sólo no querría trabajar con un botarate así, sino que me habría quejado al sindicato o a la Inspección de Trabajo. Y en cuanto a tu compañera, Findûs, eres demasiado buena, tendría que haberse sacado ella las castañas del fuego en el curro, que para algo ella estaba cobrando y tú no. A lo mejor así el empresario ese de marras se hubeise enterado de que no por tener niños criados era mejor para el puesto que tú.
Tengo tres cosas que decir xDD (la última no tiene que ver con esta entrada, pero te lo comentaré igual).
1-> Como estoy estudiando Periodismo, tu comentario acerca de que los periodistas sólo buscan el titular más impactante... Bueno, hay gente para todo, pero el culpable no es el periodista, si no los que después te cogen una noticia y te la manipulan para que sea o de tal ideología, o que muestren tal imagen... Al fin y al cabo, el periódico es una empresa, y en estos días el de papel está más politizado que nunca. Además, vivmos en una sociedad del espectáculo, de dar las cosas a la ligera, una malformación del 'Carpe Diem' que se basa únicamente en dar las cosas sin mirarlas. Por eso mismo en los periodícos sólo salen las noticias impactantes, lo que llama la atención. Así se aseguran de que alguien va a comprar. Por eso lo mejor es siempre irse a Internet y mirar en blogs de periodistas, porque es ahí donde no tienen restricciones (gracias a la ocultación mediante el nick). De hecho se supo gracias a un periodista de la FOX (cuya cadena le prohibió publicar en su periódico dicha información) lo de las torturas en las cárceles islámicas. Lo publicó todo en su blog y así llegó al conocimiento público.
Pues eso, en resumen: aunque haya gente para todo, no hay que olvidar que el periodista es un empresario más que está sometido a unas normas de empresa que a veces son peores en su caso, ya que el periodista debe manipular e incluso a veces ocultar la verdad por intereses de su periódico.
2-> La Ley de Igualdad no sirve para nada xDDD Aunque ahora en los 'altos cargos' estén hombres, en las universidades hay más mujeres, por lo que en unos años el sector estará a rebosar de mujeres y tendrán que hacer leyes para no descriminar a los hombres, cada vez son menos los que entran en estudios superiores.
3-> Ya ví Celda 211 xDDD Me ha gustado bastante =) lo malo es que fui con mi novio, y él es militar, por lo que el debate estaba servido con lo de los antidisturbios xDDDDD (es nuestra eterna discusión. Él dice que los periodistas los demonizamos, que ellos apenas ven por donde van, que dan golpes y porrazos porque se lo ordenan y porque se les tiran encima. Yo soy de las que piensan que en ocasiones se excenden y abusan de la fuerza. Qué buena pareja hacemos, ¿no? un militar y una periodista xDDDD).
En fin, eso era todo =) Ah, no. Se me olvidaba responderte a lo que dijiste en mi blog: No hace falta que me des las gracias. Es lo que tenía que hacer. Todos tenemos derecho a decir lo que pensamos. Y más en Internet (el último reducto de anarquía que nos queda xDD). Tus opiniones, aunque yo no siempre las comparta, soy capaz de entenderlas y aceptarlas. Puedo rebatirte puntos de vista, pero no faltarte al respeto =S Además, tenías razón con eso de que cada vez que 'abrías la boca' para decir algo, en dos segundos ya tenías una réplica. Antes de entrar en tu blog y eso ya lo pensaba. Decía: "aquí comenta Luthienblack... y aquí están los que le responden. Si es que parece que todo lo que diga se lo van a criticar".
Bueno, lo dicho, perdona por no haber llegado a tiempo muchas veces u___u cuando lo hago, ya han cerrado el tema y no puedo/no me parece bien quejarme de nuevo para causarte más problemas.
Y eso es todo. Perdón por el tochaco xDD
Atte,
Sweet Shadow
Me dejas flipada con eso de que a los periodistas se les coarte tanto la libertad de expresión. Sabía que habí cierto control gubernamental, pero, ¿tanto? La verdad es que esto no parece una democracia :-S
Vas a tener que decirme cómo leer alguno de esos blogs de periodistas, va a ser el único modo de enterarme de verdad de lo que pasa en el mundo.
Por cierto, lo de tu novio el militar... lo entiendo hasta cierto punto. Porque creo que los dos tenéis parte de razón. Es cierto que muchas veces los antidisturbios dan a ciegas y la verdad es que con eso de que llevan casco y escudo la gente cree que son invulnerables y se les tira a saco (y los pintas que se ponen a lanzar pedruscos y cócteles molotov están pidiendo a gritos que los aostien, la verdad). Pero también es cierto que muchas veces algunos antidsturbios, supongo que por el subdión de adrenalina o por los nervios, se pasan cuarenta pueblos y se dedican a darle de leches a gente que no ataca o que está en el suelo, lo cual me parece una salvajada, ya que las porras son de autodefensa y no de castigo. Me recuerda un poco a lo que me contaba mi madre de la época de la dictadura, que como en la universidad hubiera una manifestación y cargaran los grises ya podías correr aunque no formaras parte de ella y pasaras por allí por casualidad, porque los grises a la hora de dar leches no se iban a parar a preguntarte si eras un insurgente no siemplemente ibas a fotocopiar apuntes.
Y, pensándolo bien, si no ven por dónde van que les mejoren la visibilidad de los cascos del uniforme, leches, que no se puede ir por ahí armado con licencia para apalizar y no ver a quién le pegas.
Por cierto, ahora que lo pienso: coartaciones a la libertad de prensa, manipulación y ocultación de noticias, casos de brutalidad policial... es preocupante que haya tantos problemas de los tiempos de Franco que aún persistan en esta sociedad supuestamente democrática. Y lo peor es que los estudiantes están tan apalancados que ya no se mueven como los de los 60 y 70. "Panem et circenses", que decían los romanos...
Estelwen, gracias por las puntualizaciones. Si me lo permites, te respondo:
"1) Si relees la entrada verás que no me refería a todas las empresas en general, hablo de "algunas"."
No me di cuenta, tienes razón. Lo siento de veras.
"2) Tienes toda la razón del mundo, el tema precisamente es ese: que no basta con permitir que los padres tengan permisos de paternidad si estos no los ejercen y si las empresas siguen discriminando a las mujeres por ser las que se quedan embarazadas. No sirve, pues, de nada, que los hombres puedan tener permisos de paternidad, si por una parte estos no los ejercitan y por otra parte las empresas se dedican a penalizar a los que sí lo hacen (hombres o mujeres)."
Sí sirve, ya que, desde el momento en que eso está legislado, el empresario no se puede negar a que ese derecho se ejerza. Otra cuestión diferente es que la organización sindical de la empresa no luche por el ya mencionado derecho e impida que ocurra lo que tú comentas (que, en teoría, es para lo que existe).
"3) Hombre, el juicio ganarlo lo ganará, el problema es el de las mujeres que no estaban fijas, los despidos disfrazados de reducción de plantilla con excusa de la crisis (pocas veces te van a poner en la carta de despido que te echan por estar embarazada), el hecho de que muchos empresarios directamente opten por no contratar a mujeres susceptibles de quedarse embarazadas o en estado... y, por supuesto, el hecho de que, aunque las readmitan, el mobbing al que las pueden someter es tal que muchas acaban yéndose porque no aguantan más, en cuyo caso, ante las amenazas de que esto suceda, prefieren optar por tomar la indemnización e irse en lugar de por ser readmitidas."
Ahí entramos ya en un debate muy diferente: la honradez de la clase empresarial en España, que está quedando bien al descubierto con esta crisis. Conozco casos verdaderamente atroces, tanto de mujeres como hombres, que han tenido que recurrir a tribunales para defender sus derechos. Sea como fuere, entiendo que eso no es un problema de la ley en sí. Y no me extiendo más, porque podría ser un comentario kilométrico :P
Y sobre la libertad de prensa... En fin, mejor me callo, porque eso sí podría ser kilométrico. Solo te comento que, a día de hoy, los periodistas vivimos como los obreros del XIX. Y vamos a peor. Así que, dentro de nada, ni libertad de prensa, ni ostras en vinagre.
Un saludo desde Pelargir
Lo de que los estudiantes no nos movemos es muy relativo. En mi Facultad nos hemos encerrado más de una y de dos en protesta por el plan Bolonia. Pero a los periódicos no les interesa mostrar a los estudiantes pacíficos. No es todos lados es igual, claro, pero lo que conozco sí se ha movido, y mucho. No sale en la tele, y si acaso una mención en periódicos gratuitos. Poco más. Porque interesa que se vea bien el Plan Bolonia (de nuevo, un plan que todavía no está claro. Esto dentro de poco será como la Unión Soviética, nada de transparencia).
Y los periodistas estamos jodidos de verdad. Como dice Alberto, la cosa está mal, muy mal. Y más por Internet, en donde la información puede dártela cualquiera y podrá ser mejor que la de un periódico serio. Porque de nuevo estamos ante la 'represión', por decirlo de algún modo. Da hasta asco trabajar así. La mayoría de mis compañeros quieren ser periodistas deportivos, o presentadores en televisión o radio. Si puedo, a mí personalmente me gustaría trabajar en noticias de sucesos o musicales/culturales. Pero a ver...
Y lo de los antidisturbios es como los grises: si te cruzas en medio, te dan de palos, porque van en masa y no se fijan a quién pegan. ¿Se exceden? En algunos casos, sí. Como cuando reaccionaron tan violentamente en las protestas en Barcelona contra el Plan Bolonia. Sí, en la manifestación en la calle pegaron a niños y gente que salía a la calle desde bares y demás. Pero no pusieron que en las Facultades los estudiantes les tiraban sillas y mesas y que se armó una batalla campal. De nuevo estamos ante la 'Sociedad de la Desinformación', como la llama un profesor mío xDDDD
Wow, algún día deberias escribir un libro. Lo que acabas de poner me parecio muy interesante y más desde la perspectiva de los trabajos que he tenido en esa area en lo servicios sociales de mi país (actualemente estoy alejada un poco de eso). En realidad lo que escribes es una verdad clara, en primer momento el principio de inocencia no se aplica sino el de culpabilidad, en segundo termino los procesos judiciales mal llevados lo que hacen es separar familias y no hay un manejo terapeutico y humano de la situación, en tercera instancia la desprotección de algunos sectores como la violencia contra el hombre y la violencia entre conyugues homosexuales da claridad del la vulnerabilidad de derechos de esa población. Aquí existen las comisarias de familia, que son entes que atienden situaciones de violencia familiar, y no atienden parejas homosexuales porque según ellos en la constitución las parejas homosexuales (gays y lesbianas) no son "familia", pero así mismo otras leyes les permiten a los homosexuales contraer matrimonio y tener iguales derechos que un matrimonio heterosexual.... entonces, son o no son familia a la luz de la ley?. Esos vacios politicos y legislativos hacen que la igualdad y la justicia se quede corta.
Como siempre, me encanta como expresas tus opiniones. ¡Duro y directo!
Pues en México disque tenemos derechos de igualdad, pero nada... ¡Si hasta las mujeres que no tienen hijos miran mal a las que tienen que faltar por alguna cuestión de sus niños!!! (Ejemplo: mi jefa)
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