miércoles, 30 de noviembre de 2011

Crítica de "Divergente", de Veronica Roth



Lo primero que voy a decir sobre este libro es una sóla palabra: engancha. Me compré el libro hace una semana y me lo leí en menos de tres días, dejándolo con desgana cada vez que tenía que abandonar sus páginas, porque lo cierto es que la historia no da un respiro y TENÍA que saber cómo acababa todo.
Me parece bastante meritorio que haya ocurrido así, y habla muy bien sobre el buen estilo de escritura que tiene Veronica Roth, porque es de los pocos libros que me han enganchado hasta el final sin que sus personajes acaben de convencerme demasiado. Beatrice (alias "Tris"), la protagonista, no es mal personaje desde el punto de vista técnico, pero la verdad es que no acabo de empatizar con ella. Quizás sea porque algunas de sus reacciones y actitudes no me convencieron, o porque no encuentro en ella casi ningún rasgo compatible conmigo, pero el caso es que Tris, sin caerme mal, tampoco va a pasar a la historia como uno de mis personajes favoritos.
El otro personaje importante, Cuatro, me parece demasiado vacío; no parece que la escritora haya podido dotarle realmente de vida por más que lo haya intentado, y la verdad es que a mí me pasó rozando sin alcanzarme, lo vi plano y desdibujado en medio de la historia. Y el supuesto "gran secreto" sobre su pasado lo deduje casi desde el primer momento en que apareció. De hecho, me pareció algo tan evidente que no alcanzo a entender por qué la escritora tarda tanto tiempo en revelarlo. Supongo que su intención era sorprender al lector, pero conmigo no lo consiguió.
Los secundarios me parecen mucho mejores. Al, Will, Christina, Tori y los padres de Tris (en especial su madre, Natalie) son simplemente magníficos. Me da especial pena este punto, porque a lo largo del libro Veronica Roth, avisados estáis, no demuestra tener demasiada compasión con los secundarios.

Mirándolo con perspectiva, creo que lo que más me ha gustado del libro, aparte de su argumento, es un trasfondo. En otras críticas que he leído lo señalan como un punto flojo, pero a mí me ha producido el efecto contrario. Según el libro, la sociedad está dividida en cinco grupos, cada uno de los cuales vive en una zona diferenciada: Verdad, Abnegación, Cordialidad, Erudición y Osadía. Un poco al estilo de las Casas de Hogwarts, cada persona a los 16 años de edad pasa por una simulación virtual, una especie de test de personalidad, para descubrir con qué facción tienen más afinidad, sin bien la elección última de a dónde ir queda en manos de los aspirantes; los sinceros van a Verdad, los pacifistas van a Cordialidad, los desinteresados van a Abnegación, los inteligentes van a Erudición y los valientes van a Osadía. El problema surge cuando alguna persona no saca un resultado concluyente en la simulación, resultando que varios opciones son igual de válidas para ella: estas personas se llaman divergentes, y se consideran un peligro para el orden establecido.
Evidentemente, si uno se para a analizar el sistema con detalle surgen algunas objeciones (al fin y al cabo, todos somos divergentes de una manera u otra, ya que poseer una cualidad no anula ipso facto las demás), pero me parece una forma original y novedosa de organizar una sociedad distópica.

La decepción me la llevé al final, cuando comprobé que este libro no es autoconclusivo. Tiene una continuación, aún por publicar, y probablemente forme parte de una serie o trilogía (¡qué raro!). Eso sí, hay que reconocer que como distopía está bastante bien y en cuanto a la acción es un libro de infarto. Para pasar volando una tarde lluviosa no tiene precio, ya que con este libro se os van a pasar las horas sin daros cuenta, pero siempre teniendo en cuenta que este es un "libro-hamburguesa", un fast food literario para disfrute sencillo. Si lo que se prefiere es una historia profunda y emocionante y/o unos personajes bien elaborados y trabajados, este no es el libro ideal.

Comentarios sobre la trama en SPOILER:

-Mi principal queja: ¿¿los personajes de este libro saben lo que son lso sentimientos?? Porque la frialdad con la que la protagonista ve morir a sus padres ante ella es pasmosa. Y anda que su padre al recibir la noticia de la muerte de la madre... y el hermano a conocer la muerte del padre... se limitan a ponerse pálido y a decir "bueno, ha sido una buena muerte, es lo que él/ella hubiera querido". Perdón por la expresión, pero LOS COJONES. No me creo que nadie que haya perdido a su pareja, a su padre o a su madre reaccione así. Lo normal es desmayarse, llorar, gritar, maldecir al mundo entero, tener un ataque de rabia... pero los personajes ni siquiera derraman una lágrima.

-Gran interrongante: vale, esto es Chicago, pero, ¿qué ha pasado en el resto del mundo? ¿Las otras ciudades están organizadas igual? ¿Todas las Erudiciones se han puesto de acuerdo para revolucionarse a la vez? ¿O es que esos son los úncios supervivientes de un desastre mundial que ha arrasado a toda la humanidad? Y, hablando del tema, ¿por qué el hermano de Tris elige apuntarse a Erudución?

-Y, por supuesto, la madre del cordero, ¿por qué los divergentes son tan peligrosos? ¿De verdad los gobernantes Abnegados son tan malvados como pare verlos como una amenaza a destruir porque no los peuden controlar? ¿O esta visión la tienen sólo los de Erudición? Pero el caso es que los de Erudición no gobiernan... y, además, ¿tanto poder tienen para poder descubrir y matar a cualquier divergente esté en la facción en la que esté?

lunes, 28 de noviembre de 2011

Crítica de "El Angel de la Noche", de Brent Weeks





Hace poco que he terminado de leer la trilogía de "El Ángel de la Noche", compuesta por los libros "El Camino de las Sombras", "Al Filo de las Sombras" y "Más allá de las Sombras". El primer libro me lo leí hace más de un año, pero he preferido esperar a leer la trilogía entera antes de escribir mi crítica.
Ahora que lo he terminado, ¿qué puedo decir de él? Pues que es una trilogía de fantasía adulta bastante entretenida y que recuerda inevitablemente a la ya mítica Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin. Ojo, no quiero decir con ello que sea una copia; ni hablan de lo mismo, ni los personajes son iguales, ni el argumento es el mismo. Pero sí que se trata del mismo estilo de "fantasía épica para adultos con sangre, sexo, muertes e intrigas políticas".
Los libros cuentan la historia de un joven ladronzuelo llamado Azoth que se convierte en el aprendiz de Durzo Blint, un asesino profesional con poderes mágicos (que en ese mundo son llamados Ejecutores). A partir de ahí, nos metemos en una maraña de intrigas políticas, magia, traición y lealtad que, la verdad, tiene la virtud de poseer un ritmo ágil y unos giros de guión ingeniosos que mantienen al lector enganchado a la historia.
Eso sí, Brent Weeks me parece un poco tramposo. Y digo tramposo, porque el primer libro crea unas expectativas que nos hacen pensar que vamos a sumergirnos en una historia mucho más socura, siniestra y sangrienta de lo que acaba siendo en realidad. El primer libro es muy en plan George R.R. Martin, lo lees pensando "aquí ni espadas ni caballeros ni leches, esto va a ser una oda a la escabechina y al juego político sucio, y mejor que no me encariñe demasiado con los personajes porque van a caer como moscas". Y, la verdad, tiene escenas realmente perturbadoras y un argumento muy oscuro. Sin embargo, no hay que dejarse engañar por esta primer sensación, porque resulta ser un elaborado espejismo: en el segundo libro, aunque aún hay escenas sangrientas (sobre todo en la primera mitad), los supuestos antihéroes amorales van evolucionando a héroes más clásicos, y la fantasía oscura y depravada se va convirtiendo en una historia de espada y brujería en toda regla, lo cual se aprecia mucho más en el tercer libro. Es como si Brent Weeks le hubiese pillado cariño a sus personajes y le diera pena arrastrarlos tanto por el fango. Ojo, esto NO es una crítica negativa ni me parece nada malo; de hecho, los que me han leído más veces hablando de libros saben lo que me fastidia que los escritores puteen en exceso a los personajes. Pero creo que debe servir como advertencia para que la gente que lea el pirmer libro y se espere las mismas salvajadas en los siguientes, tenga claro que la historia va a ir evolucionando a una fantasía mucho más clásica, con héroes honorables y malos malísimos.
Con el sexo pasa exactamente lo mismo: parece que va a haber escenas fuertes pero luego nada de nada; el escritor corre un tupido velo frente a los personajes y la cosa acaba quedando bastante más decente de lo que hubiese podido parecer al principio.

¿Punto fuerte de la trilogía? Además del interesante argumento, del estilo rápido y ágil y de los giros argumentales inesperados, me han gustado mucho algunos personajes y sus diálogos. Hay cierttos personajes que no me han convencido porque me parecen planos o estereotipados (como Elene y Logan, por ejemplo, que son tan perfectos que cuesta creer que sean personas reales, o Garoth Ursuul al otro lado del río, un malo tan depravado e inhumano que haría parecer a Hitler un filántropo), pero el resto de ellos (Kylar, Viridiana, Mama K, Jarl, Durzo, Dorian...) son bastante buenos. Te podrán caer mejor o peor, podrás amarlos u odiarlos, pero es innegable que están vivos y son fascinantes. Casi se diría que estás oyendo hablar a personas reales, con sus cosas buenas ni malas, ni tan santos unos ni tan pecadores otros, que sueñan, teme, odian, aman y se equivocan como cualquiera de nosotros.

¿Puntos débiles de la trilogía? Me han llegado a marear un poco las trampitas en plan "el personaje X ha muerto... ah, no, espera, que está vivo... no, ha vuelto a morir... ah, vaya, que está vivo otra vez...". Jugar a engañar al lector haciéndole creer que un personaje ha muerto para dar la sorpresa de que vive un tiempo después no es un mal recurso, incluso puede servir para dar golpes de efecto geniales (veáse si no El Señor de los Anillos, con su ya famoso caso de personaje que es dad por muerto en el primer libro y reaparece en el segundo). Sin embargo, a mí me ha dado la sensación de que Brent Weeks abusa demasiado de este recurso, y realmente en algunos momentos ha llegado a parecerme cansino por lo recurrente.
Otro punto débil de la trilogía, como ya he comentado antes, son los malos. Me parecen demasiado malvados, no tienen matices, son totalmente inhumanos. Tanto Khali, como Garoth Ursuul, como Terah de Graesin, son seres despreciables creados para dar asco al lector. No tienen carisma, ni cualidad positiva alguna, nada que permita admirarlos a pesar de su maldad o querer saber más de ellos. Lo único que deseas es que revienten de una vez. No es que me parezca mal que los malos sean malos, pero a veces se echa de menos un poco de humanidad en ellos, algo que les haga parecer simplemente malas personas, y no directamente monstruos.
Y, por último, está Uly, la niña que tanta importancia parece tener en el segundo libro y que es totalmente ignorada en el tercero. El tratamiento que se le da a este personaje es la única incoherencia significativa de la trilogía.

¿Recomendada? Sin duda. En lo que a fantasía adulta respecta, se sale de la media, ya que agradezco mucho los buenos personajes, la coherencia de la historia (no hay deux ex machina descarados y tampoco se dejan cabos sueltos) y los excelentes diálogos. También es interesante el mundo creado por Brent Weeks; tiene un trasfondo histórico y social bastante bueno, aunque puede que le falte un poco de desarrollo (¿qué hay más allá del continente de Cenaria, por ejemplo?). El final, aunque no es el que yo hubiera elegido de haber escrito la historia, tampoco está nada mal y cierra de forma magnífica la historia, sin dejar nada en el aire. Puede que no llegue al sobresaliente, pero un notable alto no se lo quita nadie.

Dada la importancia de los personajes en la trama y su influencia en mi visión general de la saga, me gustaría hablar acerca de ellos haciendo una crítica individual de los más importantes, pero como tengo en cuenta su desarrollo y sus acciones a lo largo de toda la trilogía, va en spoiler. No recomiendo leerlo a no ser que no os importe sufrir destripes importantes del argumento (final del último libro incluido).

SPOILER:

Azoth, alias Kylar Stern, alias El Ángel de la Noche: Para ser el protagonista, ni chicha ni limoná. No me parece un mal personaje, pero tampoco está entre mis favoritos. Quizás es porque al principio parece ser un antihéroe con claroscuros y al final se acaba conviritiendo en alguien demasiado perfecto, o quizás es porque toma decisiones que yo ni entiendo ni acabo de compartir (como que abandone a Elene en el segundo libro, por ejemplo). Tampoco entiendo muy bien la alegría con la que se deja matar y mutilar en nombre de sus planes y sus ideales (que se deje torturar de semejante manera en el tercer libro me parece increíble). ¿Y qué hay de Uly? Se olvida por completo de ella en el tercer libro...

Santa Elene de Todos los Santos: Muy maja esta chica, sí señor. Tanto, que directamente no me la creo. Elene es, sin lugar a dudas, el ser más puro y perfecto del mundo; de tan buena que es no parece humana, sino un ángel encarnado, una santa en vida. Esto, a mi parecer, hace al personaje tan poco interesante como los malos malísimos; es plano, no tiene matices, sencillamente es perfecta y maravillosa y jamás hace nada mal. Dada su personalidad, comencé a sospechar que tenía la palabra "mártir" grabada en la frente, y desde luego no me equivoqué: el personaje de Elene en el fondo lo que da es lástima, porque sólo está en la historia para sacrificarse heroicamente por el bien del universo y proporcionar a Kylar escenas dramáticas (aunque ya sabemos que, teniendo a cierta pelirroja al lado, las penas de Kylar no van a durar mucho). Aunque eso en el fondo a Elene no le importa porque como hemos dicho es una santa sobrehumana y la posesividad, los celos, el miedo, la envidia, la ira, la lujuria, y tooodos esos pecados e imperfecciones que nos afectan en mayor o menor medida al resto de los mortales, a ella ni le rozan porque es PERFECTA, así que se limita a cederle el puesto caballerosamente a su rival, lanzar un pío y recatado suspiro y ascender a los Cielos, como una buena santa en vida.

Logan de Gyre: Otro perfectito, aunque este en lugar de el santo perfecto es el caballero perfecto. De hecho, haría parecer tiranos corruptos al Rey Arturo, a Elrond y a Aragorn, todos a la vez. Logan es el rey perfecto, el caballero ideal, el príncipe azul, el paradigma del monarca justo y encima es más guapo que Adonís, más cachas que Hércules, pelea mejor que Aquiles y es más inteligente que Platón. Debería aparecer en todos los manuales de D&D como paradigma absoluto del Legal Bueno. Mejor Paladín que el chocolate a la taza, vamos. Un tipo genial, pero resulta que tampoco me lo creo. Tendría que haberse liado con Elene, son tal para cual.

Viridiana "Vi" Sovari: POR FIN un ser humano en la plantilla. El personaje de Vi es la típica figura cambiante, porque empiezas odiándola y al final la adoras. Se comprenden perfectamente sus traumas, sus emociones, su evolución, sus miedos y su trasformación. Vi llega al alma porque al principio no es mala porque sí, sino porque no ha aprendido a ser otra cosa: durante toda su vida ha sido tratada como un objeto, hasta que al final ella misma se ve como un objeto; un objeto hecho para matar. Es hermoso ver cómo se va cuestionando quién es y lo que hace, cómo decide tomar las riendas de su propia vida, y cómo acaba encontrándose a sí misma y convirtiéndose en la mujer que ella quiere ser; en quien realmente es. Chapeau.

Dorian Ursuul: Uno de mis favoritos. Dorian es el únco antihéroe que se mantiene como antihéroe durante toda la saga. Al final todo lo que hace lo hace por amor (a Jenine y a su pueblo), aunque a veces meta la pata hasta el fondo. Me pareció adorable desde la primera vez que le vi y me da muchísima pena cómo acaba. Si yo llego a ser Jenine, le hubiese dado la patada al estirado de Logan y me hubiera quedado con Dorian. Lo único que me chirría de él es que, si está tan enamorado de Jenine, acabe haciendo uso de las chicas de su harén, aunque sólo sea por guardar las apariencias. Creo que esa decisión no pega nada con su personalidad y el escrito sólo la forzó para que luego no dé tanta pena cuando Jenine vuelve con Logan.

Durzo Blint: Me gusta como personaje, aunque no simpatizo del todo con él. Creo que mejora bastante cuando ya no es inmortal, y me fastidia no haber podido leer su reencuentro con Mama K. tengo entendido que el escritor va a hacer una precuela centrada en él y contando su historia, lo cual me parece genial porque sus vidas han debido ser fascinantes. Sin embargo, también es un amargado y lo comprendo; vivir tantos siglos sin ningún otro inmortal a tu lado para acompañarte debe ser una experiencia terrible. Lo que me sorprende, pensándolo bien, es que no se volviera loco.

Ulyssandra "Uly" Blint: Otro personaje que me encanta y me parece injustamente tratado. ¿Alguien me puede explicar cómo es posible que Kylar y Elene la quieran tanto en el segundo libro y pasen completamente de ella en el tercero? ¡Si ni siquiera llega a aparecer! Me parece un fallo enorme del escritor; por poco conveniente que sea una niña en una guerra, no puedes quitarla de la trama porque sí y hacer que los protagonistas la olviden sólo porque no sabes qué hacer con ella. Además, es el único personaje que no parece tener misión alguna en la historia, salvo ser secuestrada por Vi en el segundo libro.

Solon y Kaede: Me gustan, aunque Kaede me parece una estirada. Solon, en cambio, es muy chulo; de hecho, es lo que debería ser Logan. Un príncipe valiente y con madera de guererrero, pero sin ser asquerosamente perfecto. Lamento que no haya salido más en la historia.

Mama K y Jarl: Otros dos secundarios geniales que me fastidia que no salgan más. Mama K es un genio político y me alegra que termine recibiendo la recompensa que merece (por poco creíble que me parezca que el rey nombre duquesa a una prostituta, pero claro, al fin y al cabo, estamos hablando de Logan de Gyre...). En cambio, Jarl me da mucha pena; es el personaje más puteado de la saga junto con Dorian y creo que se merecía un final feliz.

Garoth, Khali, Terah, Neph Dada...: Todos en el mismo paquete: malos malosos malvados sin corazón ni alma alguna. Son monstruos, no tienen nada bueno, sólo poseen defectos, son errores de la naturaleza y no tienen personalidad; existen para ser odiados y para dar por culo a los protagonistas. Fin de la historia.

lunes, 7 de noviembre de 2011

...

En Marzo, mi abuela. Hoy, mi abuelo. Os echaré mucho de menos a los dos.

No puedo decir nada más.

Qué hija de puta es la vida a veces...




(Editando): Aunque, reflexionando, y recordando el fragmento de El Señor de los Anillos con el que despedí a mi abuela, aquí viene este en memoria de mi abuelo, que se ha ido con su esposa porque no pudo vivir sin ella.

Arwen salió de la Casa y la luz se le había extinguido en los ojos, y a los suyos les pareció que se había vuelto fría y gris como un anochecer de invierno que llega sin una estrella. Entonces dijo adiós a Eldarion, y a sus hijas, y a todos aquellos a quienes había amado; y abandonó la Ciudad de Minas Tirith y se encaminó al país de Lorien, y allí vivió sola bajo los árboles que amarilleaban hasta que llegó el invierno. Galadriel había desaparecido y también Celeborn había partido, y el país estaba silencioso.
Y allí por fin, cuando caían las hojas de mallorn pero no había llegado aún la primavera, se acostó a descansar en lo alto de Cerin Amroth; y allí estará la tumba verde, hasta que el mundo cambie, y los días de la vida de Arwen se hayan borrado para siempre de la memoria de los hombres que vendrán luego, y la elanor y la niphredil no florezcan más al este del Mar.