sábado, 18 de junio de 2011

Sexo y cristianismo: una perspectiva histórica (parte 1)

Como cristiana convencida, no deja de llamarme la atención (igual que al resto del mundo) la obsesión sexual simple y llana que padece la Iglesia como institución. Tanto es así, que desde hace bastantes siglos da la sensación de que la "moral católica" es poco más que una guía sobre el uso (que no disfrute) de los órganos sexuales humanos. Hoy por hoy, y viene ya de antiguo, a la Iglesia le importa mucho más lo que sus fieles hacen con sus genitales que lo que hacen con su dinero. Para muestra un botón: mientras escribo estas líneas se está preparando una petición de beatificación de Marta Obregón, víctima mortal del llamado "violador del ascensor" que actuó en Burgos en los años 90 por haberse resistido a su violación hasta la muerte (¡como si para la Iglesia fuera mejor para una mujer morir que ser violada!), mientras que las peticiones de beatificación para Vicente Ferrer, un religioso español que fue expulsado de los jesuitas por negarse a obedecer la orden de la Iglesia para que abandonara sus obras de caridad en la India, brilla por su ausencia. Vamos, que da igual que diese su vida por los demás y se enfrentara a la jerarquía religiosa para poder ayudar a sus semejantes, exactamente igual que hizo Jesucristo; aquí quien se mueve, deben haber pensado en el Vaticano, no sale en la foto.
¿Cómo hemos llegado a una situación en la que se concede la beatificación a una pobre muchacha que tuvo la desgracia de morir a manos de un violador por haberse resistido a él (por "morir en defensa de la castidad", dicen, como si el resto de las víctimas de ese hijo de puta fuesen peores moralmente que ella por haberse resignado a ser forzadas para salvar su vida), pero no se le concede a un hombre que durante toda su vida siguió el ejemplo de Cristo, incluso en lo que a enfrentarse a la jerarquía farisaica se refiere?

Muchos creen que el cristianismo es así. Muchos creen que la doctrina cristiana consiste precisamente en esto, y es una de las razones por las que deciden alejarse de Jesús con una mueca de desprecio. Craso error. Curiosamente, muchos olvidan que el cristianismo consiste, sencillamente, en seguir las enseñanzas de Yoshua ben Joseph, rabino judío del siglo I e Hijo de Dios, más conocido actualmente como Jesús de Nazaret. ¿Y dónde están las palabras de Jesús de Nazaret? En los cuatro Evangelios (bueno, y el todos los apócrifos a los que se le metió el tijeretazo alegremente en el Concilio de Nicea). No está en las Cartas de San Pablo, ni en los Hechos de los Apóstoles, ni en los escritos de los llamados Padres o Doctores de la Iglesia. Todos esos señores, por eruditos y sabios que fueran, no dejaban por ello de ser hombres, seres humanos. Lo cual significa que tenían exactamente los mismos vicios y virtudes que el común de los mortales, y estaban, al igual que todos, sujetos a la posibilidad de cometer un error. Para el cristianismo, Jesús, que es Dios hecho carne, es el único que puede revelar la Palabra de Dios. Aquel que predique inventándose reglas o mandamientos nuevos se expone a equivocarse, y aquellos que tomen sus palabras como si las del Salvador se tratasen, se exponen a cometer idolatría y herejía. Dejo esto claro para que nadie me rebata el artículo citándome a San Pablo, a San Cirilo, a Juan Pablo II o a sus respetables y bondadosas madres.

¿Y qué dijo Jesús acerca del sexo? ¿Cuáles fueron sus enseñanzas en este aspecto? Curiosamente, al leer los Evangelios nos damos cuenta de que es un tema que le interesaba más bien poco. No incide sobre él demasiadas veces a lo largo del Nuevo Testamento, y cuando lo hace no permite deducir, ni mucho menos, todas las normas morales que la Iglesia esgrime como si se tratasen de las Tablas de la Ley. Veamos sobre qué temas opinó Jesús en este aspecto:

1) El adulterio:

"Sabéis que se dijo: "no cometerás adulterio". Mas yo os digo que todo el que mira a una mujer con mal deseo ya ha cometido con ella adulterio en su corazón" (Mateo, 5: 27-28)

"Le llevaron entonces los escribas y fariseos una mujer sorprendida en adulterio, y, poniéndola en medio, le dijeron: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. En la Ley, Moisés nos mandó apedrear a estas mujeres. Tú, ¿qué dices?". Decían esto para probarlo y tener de qué acusarlo. Pero Jesús, agachándose, se pudo a escribir con el dedo en tierra. Como insistieran en preguntarle, se lazó y les dijo: "El que de vosotros no tenga pecado, tírele una piedra el primero", Y, agachándose otra vez, continuó escribiendo en tierra. A estas palabras, ellos se fueron uno tras otro, comenzando por lo más ancianos; y se quedó Jesús solo, con la mujer que estaba en medio. Entonces se alzó Jesús y le dijo: "Mujer, ¿dónde están? ¿Ninguno te condenó?". Y ella le contestó: "Ninguno, señor". Jesús le dijo: "Tampoco yo te condeno. Vete y no peques más". (Juan, 8: 3-11)

Así que ya tenemos una cosa que Jesús veía como reprobable: el adulterio. ¿Y qué es el adulterio? Por decirlo lisa y llanamente, poner los cuernos a tu pareja. Es decir, que para Jesús la fidelidad es fundamental en una relación y ser infiel es pecaminoso. Bien, me parece que este postulado moral es aceptable prácticamente para todo el mundo, ateo o creyente.


2) El repudio:

"También se dijo: Si alguno despide a su mujer, déle libelo de repudio. Pero yo os digo que todo el que despide a su mujer, excepto en caso de concubinato, la expone a cometer adulterio, y el que se casa con una repudiada, comete adulterio". (Mateo, 5: 31-32)

"Se le acercaron unos fariseos para tentarle, diciendo: "¿Es lícito repudiar a la mujer por cualquier motivo?". Él respondió: "¿No habéis leído que el Creador, desde el principio, los hizo macho y hembra, y que dijo: "Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? De tal manera que ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Replicáronle: "Entonces, ¿por qué Moisés ordenó dar libelo de divorcio cuando se repudia?". Díjoles: "Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres por la dureza de vuestro corazón, mas no era así desde el principio. Por tanto, os digo que el que repudia a su mujer, excepto en caso de concubinato, y se casa con otra, adultera, y quien se casa con la repudiada, comete adulterio". (Mateo, 19: 3-9)

Muy bien, Jesús encuentra reprobable el repudio, salvo en casi de concubinato. Lo que sucede es que este pecado, a diferencia del anterior, nos genera dudas. ¿Qué es el repudio? ¿Es lo mismo que el divorcio actual? Veamos en qué consistía esta figura jurídica.
Entre los judíos no existía el divorcio de los romanos, sigo la figura jurídica del repudio. Mientras que el divorcio podía ser iniciado tanto por el hombre como por la mujer, el repudio era patrimonio exclusivo de los varones. Era el marido el que repudiaba a la mujer y nunca a la inversa. Como formalidad jurídica, el marido que repudiaba a su mujer redactaba el libelo de repudio, en el que el marido podía estipular una compensación económica y alguna otra cláusula adicional, a su elección. Y menos mal, porque una mujer repudiada estaba, perdón por la expresión, bien jodida. El marido, sin alegar motivo alguno (bastaba con informar al Sanedrín), podía echar en cualquier momento a su mujer de la casa, quedándose con los hijos y sin permitirle volver a entrar en ella. La mujer podía considerarse afortunada si recibía una compensación económica que le permitiera sobrevivir si convertirse en prostituta o en mendiga, porque en aquella época una mujer no podía ser una trabajadora independiente que se mantuviera a sí misma, y lo del segundo matrimonio lo tenía difícil porque no todos los hombres estaban dispuestos a casarse con una mujer que había quedado deshonrada a ojos de la sociedad, aunque su única culpa fuese no ser tan joven, hermosa, fértil o rica como la otra mujer a la que su marido hubiese echado el ojo y con la que pretendiera casarse después de echarla a ella de casa y quitarle a sus hijos.
Por lo que vemos, Jesús no está condenando el divorcio romano (que no se daba entre los judíos), sino protegiendo los derechos de las esposas judías, que dependían totalmente de la benevolencia de sus maridos para conservar su honor, su casa y a sus hijos. Viene a decirle a los hombres: "No creáis que podéis marcharos de rositas después de dejar tirada a vuestra esposa porque ya no os apetece seguir con ella. Si os casasteis con ella, lo hicisteis para lo bueno y para lo malo, así que no os la quitéis de encima cuan patata caliente para casaros con otra, porque eso, a ojos de Dios, es adulterio".
Aquí aparece otra vez la palabra clave: adulterio. Lo que censura Jesús no es tanto el hecho del repudio (ya que acepta que un hombre repudie a su mujer en caso de concubinato, es decir, si esta le pone los cuernos), como el hecho de dejar a la mujer para poder irse con otra. No trata el matrimonio como algo indisoluble per se, sino como algo santo que no puede ser roto sin una causa poderosa que lo justifique.
Del repudio de la mujer por parte del hombre nada se dice, más que nada porque no existía; la mujer no tenía derecho de dejar al marido por mal que este la tratase.
Creo que queda bastante claro que el repudio judío poco tiene que ver con el divorcio actual. Es, cuanto menos, dudoso, lo que diría Jesús de Nazaret ante nuestro actual ordenamiento jurídico. Y, en cualquier caso, queda bastante claro su criterio de que es causa justa de disolución matrimonial el hecho de que un miembro de la pareja le sea infiel al otro.


-La fornicación:

"Lo que sale del hombre, es lo que contamina al hombre, porque de dentro del corazón del hombre proceden los malos pensamientos, las fornicaciones, robos, homicidos, adulterios, codicias, maldades, engaño, intemperancia, envidia, blasfemia, soberbia, insensatez. Todas esas malas cosas salen de dentro y hacen impuro al hombre". (Marcos, 7: 20-23).

Este es uno de los textos que más quebraderos de cabeza puede darnos, ya que aquí, de todas las cosas malas que comenta Jesús que puede hacer el ser humano, sólo dos tienen que ver con el sexo: el adulterio (del que ya le hemos visto hablar muy mal y muy duramente; está claro que para Cristo la fidelidad es algo fundamental) y la fornicación.
La pregunta del millón es: ¿qué es la fornicación? Porque he leído bastantes definiciones al respecto, y no todas coinciden entre sí.
Para el diccionario de la RAE, la definición actual es "tener ayuntamiento o cópula carnal fuera del matrimonio". Esta es también la definición que se le suele dar dentro de la moral sexual de la Iglesia. Sin embargo, si acudimos a la raíz de la palabra en cuestión, descubrimos que es una palabra proveniente del latín, utilizada por los romanos, y que el los tiempos de Jesús desde luego no era sinónimo del sexo pre o extra matrimonial. La palabra "fornicar" viene de la voz latina "fornix", es decir, arco o bóveda. Que, casualmente, es el lugar donde las prostitutas romanas solían colocarse a la espera de captar clientes, lo cual hizo que la palabra evolucionara para convertirse también en un sinónimo, o eufemismo, de "burdel". Es decir, que fornicar, hace 2000 años, significaba como vulgarmente se dice, "irse de putas". Es decir, que lo que Jesús está criticando, más que el sexo prematrimonial, es el sexo mercernario, el sexo por vicio, en definitiva, el sexo sin amor.
¿Significa eso que Jesús condena la prostitución? Pues sí, la condena, pero curiosamente parece ser mucho más duro con quienes contratan los servicios de una prostituta, que con la prostituta en sí. No podemos dejar de lado la lectura del famoso texto del Evangelio de San Lucas sobre esta cuestión:

"Había en la ciudad una mujer pecadora pública, quien al saber que estaba comiendo en casa del fariseo, llevó un frasco de alabastro de perfume, y poniéndose detrás, a los pies de él, comenzó a llorar, y con sus lágrimas le mojaba los pies y con los cabellos de su cabeza se los secaba; besaba sus pies y los ungía con el perfume. Al verlo el fariseo que le había invitado, se decía para sí: "Si éste fuera profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, pues es una pecadora". Jesús le respondió: "Simón, tengo algo que decirte". El dijo: "Di, maestro". "Un acreedor tenía dos deudores: uno debía quinientos denarios y el otro cincuenta. Como no tenían para pagarle, perdonó a los dos. ¿Quién de ellos le amará más?". Respondió Simón: "Supongo que aquel a quien perdonó más". El le dijo: "Has juzgado bien", y volviéndose hacia la mujer, dijo a Simón: "¿Ves a esta mujer? Entré en tu casa y no me diste agua para los pies. Ella, en cambio, ha mojado mis pies con lágrimas, y los ha secado con sus cabellos. No me diste el beso. Ella, desde que entró, no ha dejado de besarme los pies. No ungiste mi cabeza con aceite. Ella ha ungido mis pies con perfume. Por eso te digo que quedan perdonados sus muchos pecados, porque ha mostrado mucho amor. A quien poco se le perdona, poco amor muestra". Y le dijo a ella: "Tus pecados quedan perdonados". Los comensales empezaron a decirse para sí: "¿Quién es éste que hasta perdona los pecados?". Pero él dijo a la mujer: "Tu fe te ha salvado. Vete en paz". (Lucas, 7: 36-50).

Pocos pasajes de los Evangelios son tan reveladores como este en materia sexual. Está claro que Jesús ve a la prostituta como víctima, aunque la sociedad la vea como pecadora. No le falta razón; como ya se ha comentado antes, en aquellos tiempos (y en los actuales todavía sucede) eran muchas las mujeres que se veían obligadas a practicar la prostitución, no por vicio, sino para no morir de hambre. En un tiempo en que las mujeres ni podían tener un empleo y dependían totalmente de sus parientes varones para subsistir, si estos las abandonaban o no podían mantenerlas lo único que les quedaba era su propio cuerpo. Este pasaje es bastante revelador en cuanto a que Jesús le perdona a la prostituta sus pecados porque amó mucho. Aquí, creo yo, podemos ver la clave: la relación sexual es buena en cuanto va de la mano del amor.



Ya hemos visto, desde el punto de vista de los Evangelios, qué puede considerarse pecaminoso en lo que al sexo se refiere: la infidelidad, el repudio y el sexo sin amor. Qué lista tan corta, ¿no? ¿Cómo es entonces posible que la Iglesia, de esta más bien escueta lista, haya sacado tantas y tantas enseñanzas que no estaban ahí? Que si las masturbación esto, que si el preservativo lo otro, que si el sexo sólo sirve para engendrar hijos, que si los homosexuales se van a ir todos al infierno... ¿Por qué se ha llegado a esta situación? ¿Por qué semejante obsesión sexual eclesiástica cuando ya hemos visto que en los Evangelios no se insiste demasiado acerca del tema y la lista es más bien corta?
De eso hablaremos en la segunda parte de este artículo.

20 comentarios:

Edu dijo...

Salvo algún pequeño matiz, totalmente de acuerdo contigo. Espero la segunda parte. :)

Sybill dijo...

No puedo agregar más que un totalmente de acuerdo.

Uri dijo...

Recuerdo que ya discutimos sobre el tema a raiz de otro articulo.
Para mi hay algo muy claro y evidente y es la estructura patriarcal que ha adoptado la iglesia.
Y cuidado con los evangelios porque son muy tendenciosos y poco fiables por varios motivos:
Primero:Fueron escritoa a posteriori por gente que no vivio ninguno de los sucesos que se narran.
Segundo:Todos los evangelios,desde los oficiales a los apocrifos fueron escritos por hombres.¿Efecto?Las discipulas de Jesus se obvian,el tratamiento que se les da es de seguidoras-sirvientes sin ningun valor.Afrenta muy grave,mas teniendo en cuenta que incluso en estos evangelios adaptados bajo una tendencia patriarcal,ya se cuenta que mientras los discipulos varones huyan como ratas cuando aprendieron,juzgaron,torturaron y crucificaron a Jesus fueron sus discipulas las que permanecieron a su lado y no renegaron de el ni se escondieron como si hicieron los discipulos varones.

Digasemos que la filosofia de Jesus se adaptó (mejor dicho,la adaptaron) a los estandares patriarcales de la epoca y asi continua hoy dia.

Resulta extraño que siendo la gran mayoria de creyentes y practicantes mujeres,les este vedado el sacerdocio y poder pertenecer a la jerarquia eclesiastica y que solo se les permita ser monjas (el mismo papel de segudoras-sirvientas que se les atribuye en los evangelios).

Mas extrañó resulta que cuando una pareja se case deban de recibir cursos y consejos de gente que nada sabe sobre la pareja porque han renunciado a ella.
Lo mismo que pretendan pontificar sobre sexualidad gente que nada sabe de ella porque tambien renunciaron a tenerla.

Otra afrenta es el bonus de pecado para la mujer.Digamos que el adulterio en un hombre puntua 1 pero el adulterio en la mujer puntua 10.Digamos que el pecado sexual solo se le atribuye a la mujer el hombre lo puede cometer pero nunca es muy grave.

En fin,a mi me parece muy evidente el problema.Una autoridad eclesiastica estrictamente masculina,misogina y con una enorme frustracion sexual.Nadie en su sano juicio deberia dar ningun valor a lo que esta gente pueda decir sobre el matrimonio,las relaciones de pareja o las relaciones sexuales.

Es como si alguien que no solo nunca hubiera leido un libro sino que los persiguies para quemarlos quisiera dar lecciones de literatura y ademas pretendiese que esas lecciones fuesen leyes que todos debieramos cumplir.

En fin,mi opinion,puesto que soy ateo,quizas no valga mucho en ese sentido.Pero ya lo dije en su momento;Mientras que la espiritualidad personal y el seguimiento de una filosofia positiva (como seria la de Jesucristo) me parece algo que puede ser positivo,la religion organizada y las estructuras jerarquicas y de poder de tipo religioso me parecen de lo mas nocivo y cuyo unico objetivo es el control mediante la cohercion y el miedo.

Y las catolicas aun pueden estar contentos la cosa puede ser mucho pero para protestantes,evangelistas,mormones...,por no hablar de las judias y ya llegando al caso de las musulmanas a las que en ciertos paises y usando una cuhilla oxidada se les corta el clitoris,los labios mayores y menores e incluso les cosen parte de la vagina para que,no solo no puedan experimentar ningun placer en sus relaciones sexuales sino que incluso estas sean los mas molestas y dolorosas posibles y para que el parto (por si no fuese lo suficientemente doloroso) sea todavia peor y para que las mujeres tengan todo tipo de infeciones,problemas,molestias y hemorragias graves que puedan hacerlas enfermar y llevarles a la muerte.

Son este tipo de cosas las que le dan a uno ganas de llorar y las que me hacen desconfiar profundamente de cualquier representante de cualquier religion.
Tu sabes que no creo en el infierno,pero me gustaria que existiese solo para que todos estos cabrones que odian a las mujeres pudiese asarse hasta los huesos.

Esto de la misoginia es algo que no creo que nunca pueda comprender.

Victoria dijo...

Brillante este post. Sobre todo lo de la fornicación. He sido partícipe en foros de cristianismo, y muchos insistían demasiado en el tema, y lo trataban como si el sexo fuera de matrimonio fuera condenable o se pusiese al nivel de otros pecados que, en mi opinión, son mucho peores (asesinato, violaciones). Y de ahí no los saques.

Preciosos los pasajes bíblicos. Un saludo

Jorge

Fabián García dijo...

Excelente... esperando la segunda parte! :)

Anónimo dijo...

<>
En eso no estoy de acuerdo contigo.
Es obvio que quieren canonizar a esa mujer por su extraordinario valor. Y no por si la violaron o no, en si.
Ella tuvo el valor de resistirse a ese monstruo, y perdió la vida por ello. Eso es un acto de enorme valentía.
Eso no hace, por supuesto, que las demás víctimas de ese monstruo sean menos sólo por no haber muerto y sí haber sido violadas... Pero esta mujer demostró un valor indomable. Y eso es verdad, y no se puede discutir.
Yo creo que por eso mismo quieren canonizarla, cómo modelo de valor frente al mal.
Pero no por lo tu has dicho, ¡cómo si la fueran a canonizar sólo por el hecho de haberse negado a la violación en si!

Anónimo dijo...

Perdón, ¡me ha salido mal el comentario!.
Había citado lo que tu has dicho en tu mensaje, pero no me ha salido bien en el mío.
Me refería a que no estoy de acuerdo con este párrafo:
"Para muestra un botón: mientras escribo estas líneas se está preparando una petición de beatificación de Marta Obregón, víctima mortal del llamado "violador del ascensor" que actuó en Burgos en los años 90 por haberse resistido a su violación hasta la muerte (¡como si para la Iglesia fuera mejor para una mujer morir que ser violada!)"

Estelwen Ancálimë dijo...

Los criterios de canonización y beatificación no tienen que ver únicamente con el valor. No se convierte en santo a nadie por ser valiente. De ser así, por dar un ejemplo, todos los vikingos berserkers que luchaban con total desprecio por su vida deberían ser beatificados. Y, con ellos, cientos de miles de soldados más. Pero no es así, porque el criterio para beatificar a alguien no consiste sólo en que ese alguien sea valiente, sino en que dedique su vida, o muera, por Jesucristo.

En la web de la beatificación de Marta Obregón se puede leer que “Con esta sencilla Web queremos presentar el testimonio de una joven cristiana que dio su vida en defensa de su castidad“. Es decir, que la pretenden beatificar por preferir la muerte a ser violada. Teniendo en cuenta que un beato, así como un santo, es (o debería ser) un ejemplo vivo de la actitud y los valores cristianos, si se beatifica a una mujer por haber preferido la muerte a la violación se está diciendo que todas las buenas cristianas deberían morir antes que ser violadas, ya que permitir que un hombre te viole a cambio de que no te asesine es ir contra tu castidad. Y, como ya he dicho antes, me parece un criterio repugnante.

Uri dijo...

En efecto lo que no se comprende (yo al menos no lo comprendo) es que se puede considerar que una mujer pierda la castidad por ser violada.
No entiendo,de entrada,el porque la castidad es algo tan bueno y tan santificable,a fin de cuentas de ser todos los humanos castos,la especie humana se habria extinguido hace milenios.
A mi modo de entender,a una mujer que la fuercen,no se puede considerar que ha tenido una relacion sexual porque ese acto no ha sido voluntario por su parte asi que a mi modo de ver si una mujer hubiese decidido (por el motivo que fuere) permanecer casta no creo que esa castidad se pudiera considerar rota por una violacion.
El hecho de considerar impura a una mujer por haber sido violada se mereceria (como poco) una buena racion de jarabe de palo.
Esta chica que murio asesinada por ese hombre (por llamarlo de algun modo) no es ni una santa ni una heroina,es una victima igual que las otras mujeres que fueron violadas.
Y para terminar,solo una reflexion;Si Dios (no creo en el,pero permitidme la licencia) considerase el sexo como algo malo y perverso nos hubiera echo reproducir por esporas.Asi que a esa gente que profesa ese tipo de fanatismo religioso...Maduren por favor,hagan mas el amor y dejen de joder con su misoginia que de este tipo de santurrones puritanos estan los prostibulos llenos.

Estelwen Ancálimë dijo...

En realidad, Uri, cuando los curas hablan de castidad no hablan de abstinencia absoluta del sexo. Eso es el celibato. Cuando hablan de castidad, se refieren a practicar el sexo exclusivamente dentro del matrimonio y con fines reproductivos ("abierto a la vida", que dicen ahora, lo que traducido significa "sin usar anticonceptivos"). Así que realmente tal cosa no implicaría la extinción de la raza humana. Pero te agradezco que lo comentes, porque me has hecho darme cuenta de que es una cosa más que tengo que comentar en la continuación del artículo, que a ver si hoy mismo o mañana como tarde la puedo colgar (me parece que me va a quedar más larga de lo que yo creía...) ^^U

Uri dijo...

En ralidad lo que encuentro indignante es que alguien pueda llegar a considerar como pecado o mala accion o como acto impuro (o como quieran llamarlo) el ser violada por un psicopata como este violador del ascensor.Sin duda que sera pecado por parte del violador (y de los grandes por cierto).Pero atribuir cualquier parte de la culpa (por pequeña que fuere) a la victima es perverso.
Todavia hay (sobretodo en organizaciones religiosas muy consevadoras) la interpretacion de que en una violacion la mujer tiene una parte de culpa.
Por favor,eso es tristissimo y demuestra un odio hacia la mujer muy mal disimulado y que deberia ser tratado como enfermedad mental.
Y creo que la interpretacion literal de la Biblia tiene mucha culpa de eso.El llamado pecado original ha servido desde hace siglos para presentar a la mujer como un ser impuro y pecaminoso.
En fin,que tal actitud parece todo lo contrario a la filosofia cristiana como muy bien das a entender en tu articulo.

Unknown dijo...

Un pequeño apunte sobre la beatificación para Vicente Ferrer. Creo que lo tiene complicado que lo hagan santo, por el hecho de romper sus votos al casarse.

Su obra esta llena de amor a la humanidad entrego su vida entera a que la gente saliera de la miseria y tuviera una vida digna. Yo creo que a los ojos de cristo ya es santo.

Estelwen Ancálimë dijo...

Según tengo entendido, Vicente Ferrer no rompió sus votos al casarse porque ya no era religioso cuando conoció a Anna Ferrer, con lo cual se casó con ella como cualquier otro laico podría haber hecho. La Iglesia reconoce la posibilidad de los religiosos de regresar a la vida laica si así lo estiman conveniente, dado que, en teoría, ser religioso no es mi mejor ni peor que ser laico; es simplemente una opción más dentro de las muchas que pueden elegir los cristianos. La razón por la cual Vicente Ferrer abandonó la orden de los Jesuitas fue porque desde la Iglesia se pretendía hacer uso de su voto de obediencia para que abandonara la India por motivos políticos. Así que no sé por qué su matrimonio ha de ser un impedimento para su canonización.

Mariola dijo...

Tal y como demuestras magistralmente en la entrada, las enseñanzas de Jesús fueron mucho más progresistas que lo que la institución eclesiástica da a entender. Sin embargo, no deja de darme la impresión de que aún así están desfasadas respecto a la sociedad actual. El adulterio y el repudio son actos que hacen daño a los demás, pero ¿el sexo sin amor? ¿En qué sentido es perjudicial para las personas? Sin bien algunas enfermedades de transmisión sexual son mortales, la mayoría tienen cura en nuestros días ¿No es un poco absurdo eso de tener que estar esperando masturbándote a que aparezca el amor de tu vida? ¿Dónde queda ahí el "natural disfrute de los órganos sexuales"?

Estelwen Ancálimë dijo...

Hola, Mariola, muchas gracias por cometar :-)

Lo de que el disfrute de los órganos sexuales es sano y natural es cierto, pero con matices. Realmente, el pensamiento cristiano no promulga la abstinencia, sino la selectividad. Y, sobre todo, ser consciente de la importancia de cada acto y nunca trivializarlo, porque el sexo es evidentemente un acto que da placer, pero no es sólo un acta para el placer. Es mucho más que eso.
Según el pensamiento cristiano, el amor debe ser la raíz de todos los actos. Y muy especilamente si hablamos del acto sexual, que está diseñado por Dios no para ser un mero entretenimiento, sino para ser la forma física de demostrar el afecto entre dos personas que se aman. El placer sexual no es algo que deba ser tomado a la ligera, sino la expresión carnal del goce que siente el espíritu al estar con la persona amada. Por ello, en el momento en que se emplea el sexo para divertirse o para gozar sin que el amor acompañe, se está desvirtuando, porque se está trivializando en lugar de darle la importancia debida.
El sexo, por mucho que nos empeñemos, no puede ser equiparado a otros actos de disfrute como comer un helado, ir al cine o dar un paseo, porque implica una intimidad enorme entre las personas. A la larga, el que practica el sexo sin amor, aunque no haga daño a los demás, se lo acaba haciendo a sí mismo, porque implica realizar un acto enormemente íntimo con alguien a quien no amamos y que no nos ama, y que por ello no merece compartir a ese nivel nuestra intimidad. Acaba siendo un acto invasivo. Es como si viniera el del gas a leerte el contador y acabaras invitándolo a comer con toda tu familia el día de tu cumpleaños; se trata de una fiesta tan íntima y privada que la presencia de ese desconocido, en lugar de alegría, acabaría provocando incomodidad.
Así que, sí, desde el punto de vista cristiano, lo lógico es esperar masturbándote a que llegue el amor a tu vida, pero no porque seas un reprimido o no quieras gozar del sexo, sino porque quieres gozarlo al máximo, viviéndolo hasta el fondo en su significado más puro: la únión corporal de dos almas afines que se aman. Es la forma perfecta, intensa y maravillosa de vivir el sexo, y un cristiano no se conforma con menos :-)

Que conste que yo estoy hablando en todo momento desde mi perspectiva y mi experiencia personal como mujer y como cristiana. Entiendo y respeto que haya gente que tenga otro modo de ver las cosas. Pero entre mis amigos no creyentes, incluso los amigos que ven con buenos ojos el sexo sin amor afirman rotundamente que el sexo con amor es el mejor de todos. Por algo será :-)

Estelwen Ancálimë dijo...

Y, por cierto, un pequeño apunte: no creas que están desfasadas únicamente respecto a la sociedad actual. El sexo sin amor siempre ha estado ahí desde antiguo, lo que pasa es que no se ptracticaba de forma tan abierta. Los amantes y las prostitutas siempre han estado en la palestra desde el tiempo de los Sumerios; por algo lo llaman la profesión más antigua del mundo. Más bien se puede decir que es una enseñanza desfasada con una ideología determinada: la que implica que el sexo es un acto trivial que se puede realizar sólo por el mero disfrute físico aunque no haya sentimientos de por medio. Evidentemente, quien piensa así no tiene una ideología compatible con las enseñanzas cristianas sobre ese tema. Pero, como te digo, no es un desfase con una época determinada, porque esas situaciones se han dado siempre (como decía mi abuela: "Los jóvenes de hoy en día se creen que lo han inventado todo ellos" XDD).

Un saludo

Sawako dijo...

Me parece que este es un post excelente ^^ A mí, al menos, me ha quitado muchos prejuicios; no me voy a convertir al cristianismo, pero lo condeno menos. Y eso que ya antes de leerlo criticaba más a la estructura y poderes eclesiásticos que a los inocentes creyentes (que conozco a más de uno, empezando por mi abuela, y creo que es muy bonito tener fe en algo; me resulta un tanto absurdo, pero no por ello menos bonito y respetable).
Además he aprendido un poco sobre historia y religión y me ha resultado una lectura curiosa y entretenida. Supongo que estoy de acuerdo contigo (salvo en el hecho de que tú crees y yo no); en todo caso, me parece que chocaríamos un poco en el hecho de que yo no condeno en absoluto el sexo sin amor y la impresión que me ha dado al leer esta entrada es que tú no eres tan benevolente :)
Tampoco condeno el adulterio; lo que quiero decir es que, aunque si mi novio me pusiera los cuernos me pillaría un cabreo y una llorera tremendos, y en general no lo veo como algo positivo (¡rompe la relación y a partir de ahí tírate a quién quieras, en lugar de engañar a quien te ama!)... a pesar de todo esto creo que es un problema que queda dentro de la pareja. Vamos, que no es lo mismo que si por ejemplo una mujer maltrata a su marido, o viceversa: en este caso yo llamaría a la policía y aceptaría gustosa la intervención de la justicia, pero no en uno de adulterio. Y tampoco considero adulterio las relaciones abiertas en que cada uno, amando o no a la pareja, se acuesta con quien quiere.
En resumen, que cada pareja marca unos límites y cuando una situación es adúltera y cuando no lo es.
Una futura seguidora de tu blog ^^
P.D.: respecto al Anónimo que ha comentado que canonizan a esta mujer por resistirse al violador hasta la muerte, sigo sin entender porqué la canonizan a ella y no al resto de víctimas. Porqué no canonizan a cada violada de este mundo, muerta o no en su defensa; la ofensa no reside en que canonicen a una mujer por resistirse a la violación (sí, fue valiente, aunque a mi entender un poco estúpida), si no en que al canonizarla a ella y no a las demás víctimas de la misma parecen destacarla por encima de las otras. Y, ahora que releo tu contestación al Anónimo, en que no se ajusta a los criterios que al parecer sigue la Iglesia para canonizar a la gente...

Estelwen Ancálimë dijo...

Hola, Sawako, y muchas gracias por tu comentario :-)

Me temo que ha habido una pequeña confusión entre lo que entiendes por "condenar" y lo que entiendo yo. Sí, efectivamente no estoy a favor del sexo sin amor ni del adulterio, pero no creo que sea algo "condenable" desde un punto de vista legal o jurídico.
Cuando digo que no estoy a favor, no es que me parezca una conducta delictiva que debiera ser públicamente castigada ni nada de eso, me refiero, simeplemente, a que creo que es algo perjudicial para nosotros mismos.
Por ejemplo, el adulterio, como bien dices, es algo que incumbe únicamente a la pareja involucrada, pero desde luego es algo moralmente reprobable porque estásn traicionando y haciendo daño a otra persona (en este caso, a tu pareja). En el caso del sexo sin amor, considero que, aunque no es tan malo como el adulterio, sí es que una forma de desvirtuar el sexo, ya que para mí, como para el cristianismo en general, el sexo es algo muy íntimo y especial, no una simple diversión: es la expresión física de un amor verdadero, de un vínculo profundo entre dos personas, con lo cual practicarlo sin amor es una forma de desvirtuarlo. Por dar un ejemplo, es como alimentarte a base de hamburguesas de McDonalds y bollería industrial, pudiendo alimentarte a base de filetes de primera calidad, sushi fresco y verduras orgánicas. O como fumar. No es que sea algo malo en el sentido de castigable, pero es malo, o no todo lo bueno que podría ser, para uno mismo.

De todos modos, eso es únicamente mi visión personal del asunto como cristiana, si hay otras personas que lo ven de otro modo... pues allá ellos, es su vida. En mi opinión, no será tan felices como podrían ser obrando de otra manera, pero no se le puede limitar a nadie su libertad personal en ese sentido. Yo sólo me limito a expresar mi opinión ^^U

Sea como sea, me ha alegrado muchísimo de que esta entrada te haya ayudado, si no a creer, al menos a comprender y apreciar un poco más la filosofía cristiana. A mí me entristece mucho ver cómo hay gente que critica el cristianismo sin conocerlo realmente porque en realidad está criticando lo que dicen los obispos, que muchas veces no sólo no coincide con el mensaje de Jesús no que lo contradice. Ya se sabe que errar es humano, y hay obispos que son humanísimos... ;-P

nerimane dijo...

Pues no estoy de acuerdo en tus interpretaciones, me da que hay cosas poco precisas.
Mateo, 5: 27-28 > Solo desearlas ya es adulterio? Pues no sé como no han prescrito que las mujeres lleven niqab.

Concubinato quiere decir adulterio? No existía la figura de la concubina entre los judíos?

Solo sexo con amor? Je, pues antes con los matrimonios concertados, muchos se casaban sin amor, y no veo les importase.
Por cierto, hay quienes dicen que en la Biblia amor quiere decir respeto.

Estelwen Ancálimë dijo...

Lo que quiere decir Mateo, 5: 27-28, es que el pecado empieza en el pensamiento; de nada sirve que seas fiel a tu mujer si en tu interior con quien deseas estar es con otra. Eso no significa que las mujeres deban llevar niqab, porque la culpa NO es de las mujeres; es del hombre que siente deseos ilícitos por ellas. Una de las cosas que me gusta del cristianismo es que no es misógino, no responsabiliza a las mujeres por la lujuria que los hombres sienten hacia ellas. El pecado es de quien lo comete y punto.