lunes, 1 de octubre de 2012

Prejuicios sobre las ratas


Como propietaria de ratas mascota, me enfrento casi semanalmente (exagero, pero no mucho) a los prejuicios que la gente tiene sobre estos simpáticos, inteligentes y encantadores bichitos. Aquí he recopilado los que escucho más a menudo, para contribuir a despejar las dudas y la absurda leyenda negra que hay alrededor de estas preciosas criaturas.


1) LAS RATAS TRANSMITEN ENFERMEDADES A LOS HUMANOS

Sí, por supuesto que las ratas callejeras transmiten enfermedades a los humanos... igual que el resto de bichos callejeros, empezando por los insectos (cucarachas, moscas, mosquitos...), siguiendo por las palomas y otras aves (gorriones, estorninos...) y acabando por los gatos y los perros. Todos estos animales, y en general todos los animales callejeros, están expuestos a contraer y transmitir parásitos y enfermedades. La rata no sólo no es más transmisor que otros animales, sino que incluso hay enfermedades que ellas no transmiten y los demás sí. Por ejemplo, la rabia. Todos los animales de sangre caliente pueden contraer la rabia, pero las ratas (a diferencia de nuestros adorados gatos y perros) no son capaces de transmitirla al ser humano.


2) LAS RATAS PROPAGARON Y CONTAGIARON LA PESTE

¡Falso! La peste no se transmite por las ratas, sino por la picadura de una pulga. Naturalmente, las ratas llevaban esa pulga encima... igual que todos los demás animales de sangre caliente, incluidos los humanos. Las ratas no eran las causantes de la peste, sino sus víctimas; morían por la acción de la bacteria transmitida por la picadura de la pulga, igual que todos los demás animales. Hay quien dice que las ratas tenían especial culpa porque viajaban en los barcos de una ciudad infectada a otra, pero como todos sabemos en esos barcos también viajaban seres humanos, cuya higiene personal en los tiempos de la peste dejaba mucho que desear. Las pulgas también anidaban en sus ropas, sus cabellos y sus enseres. Es más, las matanzas masivas de ratas que hubo por aquellos tiempos agravaron todavía más el problema, porque al no tener ratas huéspedes las pulgas todavía infectaban más a los humanos.


3) LAS RATAS SON AGRESIVAS Y MUERDEN A LOS NIÑOS

Las ratas, contra lo que mucha gente piensa, no son depredadores sino presas. Su instinto natural es el de esconderse, no el de atacar, y nunca lucharán si pueden huir. Si una rata ataca a un ser humano o a otro animal, es por miedo extremo (ha sido acorralada sin salida), por territorialidad (el animal en cuestión se ha colado en su nido) o por estar enferma de rabia. Claro que, en esos casos, una ardilla o un conejo morderán exactamente igual.
Las ratas salvajes son tímidas y huidizas; tienen miedo de los humanos y por lo general suelen esconderse cuando nos ven. Sin embargo, las ratas domésticas, nacidas y criadas en cautividad, son excepcionalmente simpáticas, sociables y cariñosas, acuden a la llamada de su nombre igual que los perros, y adoran a sus amos humanos. Para ellas no hay momento más feliz que el de jugar con su humano y posarse en su hombro, y lo que realmente cuesta es devolverlas a la jaula cuando ellas sólo quieren quedarse contigo y seguir jugando.


4) LAS RATAS SON ANIMALES SUCIOS

Falso de nuevo. Las ratas son animales que aprecian la limpieza, detestan la suciedad y pasan gran parte del día acicalándose. Yo tengo ratas mascota y puedo dar fe de que se pasan HORAS lamiéndose como los gatos, incluso las he visto lavándose las manos en el bebedero después de comer y limpiarse el hocico y la cara con ellas (¡totalmente verídico, lo juro!). Lo que pasa es que si una rata vive en una alcantarilla, obviamente, no va a poder oler bien por mucho que se acicale. Pero, de nuevo, no hay más que recordar el estado en el que están los gatos y los perros callejeros. Una rata en cautividad es mucho más limpia que un perro y muestra una higiene instintiva similar a la de los gatos: incluso aprender a hacer sus necesidades en un sitio concreto como ellos.


5) LAS RATAS SON DEPREDADORES CARNÍVOROS

¡Mentira! Las ratas son omnívoras, es decir, comen tanto vegetales como animales, pero su principal fuente de alimento son los vegetales: frutas, verduras y sobre todo cereales. También necesitan proteína, pero en cantidades muy pequeñas, y en la naturaleza la consiguen a base de devorar insectos, gusanos o musarañas. Las ratas en cautividad no necesitan proteína más que una vez cada dos o tres semanas, y yo a las mías esa necesidad se la satisfago a base de queso o huevo cocido. La única excepción son las crías de dos a cuatro meses (ratitas niñas y adolescentes, para entendernos), que la necesitan una vez a la semana para crecer sanas, y las madres gestantes y lactantes, que necesitan proteínas cada 2-3 días.


6) LAS RATAS SON UNA PLAGA DAÑINA

Esto puede ser cierto en el campo, ya que las ratas, como he comentado antes, tienen en el grano y los productos hortofrutícolas su principal sustento. Pero vuelta a lo ya dicho; las ratas no son las únicas que le meten mano a las reservas alimentarias campestres humanas; la mayoría de los pájaros y el resto de roedores también lo hacen, y no tienen el sanbenito de "plaga dañina" encima. En la ciudad, además, viven en simbiosis con los humanos; nosotros producimos residuos que las alimentan y ellas gestionan esos residuos de una manera sostenible.


7) LAS RATAS PUEDEN COMER DE TODO / SON CARROÑERAS

Pues no. Que sean omnívoras no significa que coman cualquier cosa. Las ratas no deben comer cítricos (ya producen de manera natural su propia vitamina C), y no deben comer bajo ninguna circunstancia alimentos flatulentos (coles, legumbres...) ácidos (arándanos, limones...) o picantes (rábanos, guindillas...). También son venenosas para ellas las alcachofas, los aguacates y las judías verdes. Y, por supuesto, las especias, las comidas cocinadas y los dulces chocolateados o azucarados les sientan fatal. Del mismo modos, por ejemplo, que les sienta mal la carroña o los alimentos podridos, eso sólo lo comerían si se están muriendo de hambre. Hay quien dirá que las ha visto comiendo esas cosas. Sí, claro. Pero que las coman no significa que sean buenas para ellas. De hecho, es una de las razones por las cuales las ratas callejeras o salvajes raramente llegan al año de vida, mientras que en cautividad y bien alimentadas pueden llegar a vivir más de tres años.


8) LAS RATAS SON FEAS

Para rebatir esto, sólo diré que una imagen vale más que mil palabras:



9 comentarios:

Malena dijo...

Oh, no sabía que tenías ratoncitos. ¡Qué bonitos! Parafraseando a Christoph Waltz en “Bastardos sin Gloria”, las ardillas traen las mismas pestes que las ratitas y nadie las mira feo. Mi único reparo con tener un ratoncito es que como son tan pequeños, es fácil que se escapen o que alguien los pise.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, además son muchísimo más sociables que otros roedores como los hamster o los gerbos.

Solo hay dos cosas en las que no estoy de acuerdo.

Las ratas si que son vectores de la rabia, de hecho son uno de los principales transmisores silvestres junto con el zorro y el murciélago. Por suerte en España la rabia está erradicada.

En cuanto al tema de la peste, cierto es que el vector de transmisión es la pulga. Pero la rata hace de reservorio. ¿De dónde crees que se infecta la pulga? Lo voy a explicar con un ejemplo; las pulgas hacen de jeringuilla y las ratas de frasco con bacterias de la peste. Si yo quiero infectarme necesito una jeringuilla para inocularme la bacteria. Si no tengo jeringuilla o no tengo frasco de bacterias, yo no me puedo infectar. Sí, la pulga transmite, pero la rata es el reservorio.

Los problemas se dan siempre cuando la población se descontrola. Cuantas más ratas, más hacinamiento, más pulgas y menos comida porque agotan los recursos. Se debilitan al pasar hambre y por tanto se vuelven muy susceptibles a las enfermedades. Es la pescadilla que se muerde la cola.
¿Y por qué se descontroló la población? ¿Qué sucedió para que la Peste arrasara? Porque en aquella época su depredador natural sufrió una persecución fanática; los religiosos pensaban que era el demonio y quienes los poseían eran acusados de brujería. Sí, hablo de gatos. En aquella época los mataban.

Bueno, no me enrollo más.

Besetes.

Miriam

Estelwen Ancálimë dijo...

Malena: No son ratoncitos, son ratas, Fíjate en su tamaño (miden más de 30 cm con rabo incluido) y en su cola. Son ratas, no ratones ;-)

Miriam: ¿Seguro? Es curioso, porque estuve investigando el tema y encontré justo la información contraria: que los roedores (ya sean ratas como ardillas, conejos o ratones) no pueden transmitir la rabia a través del mordisco, como sí hacen los perros, los zorros o los murciélagos.

Respecto a lo de la pulga, la verdad es que es lo de siempre; sí, las ratas transmitían la pulga al ser portadoras de la misma, pero no eran las únicas. Todos los animales de sangre caliente podían portar esa pulga, no era un parásito que viviera exclusivamente de las ratas, por lo que es injusto que la mala prensa sólo se la llevaran ellas. De hecho tengo entendido que las matanzas masivas de ratas agravaban los contagios porque las pulgas, como ya no tenían ratas a las que parasitar, iban más a los humanos.
Lo de los gatos no lo sabía, y me parece una vergüenza. Si querían perseguir al demonio, a muchos humanos más les hubiera valido mirarse al espejo, teniendo en cuenta el mal que hicieron en el mundo, en lugar de matar a esos pobres e inocentes gatitos. Es repugnante >:-(
De todos modos, por lo que sé de la Inquisición esa medida me parece más propia de aldeanos/curas analfabetos y fanáticos en zonas rurales, que de verdaderos Inquisidores. Más que nada porque al asunto de la brujería la Inquisición le daba más bien poca importancia; lo consideraban supersticiones e intentaban quitarle hierro al asunto. Con lo que no tenían piedad era con la herejía; como tu forma de pensar se saliera del tiesto oficial y la hicieras pública, ya te podías dar por muerto...

Anónimo dijo...

Cierto, las pulgas también saltan por gatos, perros, zorros, ovejas, vacas, etc, etc... pero, hablamos de población no del tipo de animal que parasita la pulga. Todo es cuestión de número. ¿Cuál era el animal mayoritario de las ciudades y de los pueblos? ¿Los perros, las ovejas, los cerdos? Temo que ya conoces la respuesta.

Toda población de animales aumenta por dos motivos. El primero que no tienen depredadores. El segundo, que tienen muuuuucha comida. Llega un momento en que la comida se gasta, y ahí empiezan los problemas. Ahora nos trasladamos al caso de las pulgas. Su comida son las ratas; cuantas más ratas, más pulgas. Si quitas las ratas, las pulgas buscan la comida por otra parte. ¿Cuál ha sido el origen del problema? Demasiadas ratas.¿Por qué hay demasiadas ratas? Porque no tienen depredadores dentro de la ciudad y porque hay muuuuucha comida en los graneros. ¿Y quién tiene la culpa de todo esto? ¿Las ratas? No, los humanos por causar tantos desequilibrios a lo largo de la historia (extinciones, destrucciones de hábitats, técnicas agrícolas abusivas, etc, etc)

El tema de los gatos es bastante lamentable, a día de hoy se siguen arrastrando supersticiones de lo más estúpido (hablando de prejuicios ratiles, jejeje). Y sí, los gatos cazan ratas. En una camada donde nacen diez o doce ratitas, ¿cuántas crees que llegan a ser adultas para procrear? ¿No es eso un control de población por parte de los felinos?

Y volviendo a la época de las pandemias. En las zonas urbanas ni los zorros se atrevían a entrar; los gatos eran los únicos depredadores. Y mira por donde, metieron la pata al quemar toda reencarnación de satanás que encontraban. Pero no te creas que hemos aprendido la lección; hoy en día sigue pasando lo mismo con las palomas o con los conejos en Australia.

Miriam

Y sí, me retracto con lo de la rabia; sí que la transmiten pero como vectores ocasionales. Aquí te dejo un enlace muy interesante.

http://www.monografias.com/trabajos12/rabia/rabia.shtml#URBANA

Anónimo dijo...

Matizo, matizo; En el siglo XIV el vaticano ordenó erradicar a los gatos, y podrás imaginar lo que eso supuso. El populacho los empalaba y crucificaba, sobre todo a los de color negro. En la noche de San Juan era una costumbre muy extendida la de arrojarlos vivos a la hoguera.

En fin, el maravilloso mundo de los brutos.

Miriam

Estelwen Ancálimë dijo...

La humanidad, por desgracia, nunca se ha caracterizado por tratar bien a los animales, pero lo de empalar, crucificar y quemar gatos vivos no me lo imaginaba ni en mis peores pesadillas. ¡Pobres michinos!
Aunque no sé de qué deberíamos sorprendernos, si los muy bestias hacían lo mismo con las personas...

Anónimo dijo...

Vistas en las fotos, son muy monas. ^o^
Pero a mí, de este tipo de animales, lo que siempre me ha dado más repelús es la cola. Esa cola larga, cómo fibrosa... ¡Me pone muy nerviosa!. La de los hamsters, la de los ratones... Todas.

Estelwen Ancálimë dijo...

Pues la cola cuando la ves de cerca es muy graciosa. La usan para mantener el equilibro, de modo que cuando se te suben encima te la enroscan donde pueden, y es muy divertido. A veces se ponen a hacer malabarismos por el cuello y te la ponen de bigote XDD

Daniel-Control de plagas Guadalajara dijo...

Interesante, muchos animales usan sus extremidades o pelaje para poder generar equilibrio en su cuerpo tal como los perros o gatos, buen día.