Esta entrada va dedicada muy especialmente al sargento Jesús Higueras, al guardia real Otero, al capitán Juan Martínez, y a todos los demás militares que he tenido el gusto de conocer (y a los que, en algunos casos, me une la amistad). Es ya tarde por la noche mientras la escribo, pero a pesar de ello necesito escribirla ahora, cuando aun tengo frescas y vivas las palabras en mi mente y en mi corazón, antes de que una noche de sueño pueda alejar la inspiración y entibiar los sentimientos.
Os quiero dar las gracias. A todos los militares españoles, pero en especial a vosotros. Porque os conozco, porque he hablado con vosotros, porque me habéis regalado vuestro tiempo y en ocasiones vuestra amistad, y porque, en definitiva, sois para mí la personificación de esos miles y miles de profesionales como vosotros a los que no tengo el gusto de conocer.
Tal vez llegue el día (espero que no, al menos mientras yo viva, pero nunca se sabe) en el que todos los españoles os tengan que dar las gracias, porque seamos atacados por otra nación y tengáis que ser vosotros quienes nos defendáis de ella. Tal vez llegue el día en el que todos esos que sólo se acuerdan de vosotros para llamaros "fachas" se vuelvan agradecidos al ser conscientes de que os deben su libertad y su vida después de que una guerra nos azote. Pero yo quiero hacerlo ahora. Ahora, que estamos en paz y ninguna amenaza próxima se cierne sobre nosotros. Ahora, que es cuando os encontráis injustamente olvidados y ninguneados por la mayor parte de la sociedad.
Gracias por estar ahí. Gracias por haber elegido como profesión el velar por todos nosotros. Gracias por seguir haciendo vuestro trabajo, día tras día, a pesar de tener la carga de un Gobierno inepto y una sociedad desagradecida.
Gracias por las guardias que os coméis. Gracias por el frío, el calor y el cansancio que sufrís. Gracias por los días de calabozo que os tocaron por culpa de algún superior tocapelotas. Gracias por las horas y los días de maniobras. Gracias por las semanas y los meses alejados de seres queridos. Gracias por el trago amargo de aprender a la fuerza la disciplina, el aguante y las técnicas de combate y supervivencia.
Gracias por la misiones en Kosovo, en Bosnia, en Líbano y en Afganistán. Y en todos los demás sitios donde se os reclama. Gracias por las horas de incertidumbre, de miedo y de tensión. Gracias por vivir, luchar y morir por valores tan poco en boga hoy en día como el honor, el valor, la lealtad y el patriotismo. Y por valores tan en boga como la libertad, la democracia, la paz y la solidaridad.
Gracias por cuidar de nosotros, los civiles. Gracias por cada gesto amable, cada sonrisa, cada vez que os habéis parado a charlar con nosotros, a explicarnos cómo es vuestra vida y como la vivís. Gracias por cada muestra de acercamiento, de confraternización, de humanidad a pesar de la distancia del uniforme.
Y, sobre todo, gracias por estar dispuestos a todo. Gracias por dar vuestra vida y vuestro tiempo por los españoles, aunque no nos conozcáis, aunque os sepáis despreciados por muchos de ellos por culpa de los prejuicios, la ignorancia y la demagogia. Gracias por cada gota de sangre, de sudor y por cada lágrima. Gracias a los que han muerto por nosotros, y a los que están dispuestos a hacerlo si el deber así lo reclama.
A todos vosotros, hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas, ¡¡¡GRACIAS!!!
Con cariño:
Ana, una civil aficionada a la Historia que nunca olvida el importante papel, no siempre malo, que tenéis en ella :-)
7 comentarios:
Muchísimas gracia por la dedicatoria Ana,de vez en cuando sienta bien sentirse reconocido ^^
Ahora si xD
Muchas gracias por la dedicatoria,siempre sienta bien que te agradezcan tu trabajo con palabras bonitas y no con desprecio.
De nada. Gracias a vosotros por todo lo que hacéis. ¡Y gracias a ti por ser tan majo! ;-)
Me encanta leerte, Estelwen. Aunque en un post no estaba de acuerdo, en los demás nunca comento porque no hay nada que añadir: te expresas con increíble agilidad. Sigue haciendo entradas tan magníficas como esta
Un saludo, Jorge
Muchas gracias, Jorge. Yo espero que tú sigas leyéndome y disfrutando con lo que escribo. Para mí, que me encanta escribir, no hay premio mayor.
Un saludo, y no dudes en comentar siempre que quieras, estés o no de acuerdo ;-)
Me pasaré con mucho gusto. Siempre agrada saber que hay gente con mucha cabeza.
Por cierto, muy buenos consejos los de las Fallas... hará un par de años, una amiga fue, y se llevó el coche. Una pesadilla.
Un saludo, Jorge
Y me sumo a los agradecimientos, ya que tuve un compañero en el banco que antes perteneció al ejército y estuvo destinado en Bosnia, y un tío (ya retirado), que ha sido militar toda su vida.
Además, me parece un post justo, acertado y lleno de razón.
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