A la mierda

Pues no, entre las reformas constitucionales de espaldas al ciudadano y a la legalidad y entre los ataques represores a peregrinos inocentes y pacíficos en Madrid por parte de hijos de puta comparables a los nazis caza-judíos, no me da la gana de escribir ningún post incendiario ahora mismo. Que acabo de volver de vacaciones, por Dios, y ya me están amargando la vuelta al trabajo. ¿Tanto pedir era comenzar el nuevo año laboral con buenas noticias? Supongo que, con la cantidad de cabrones que hay sueltos por el mundo, la respuesta es que sí.
De todos modos, escribir algo sobre el tema me parece que sería (espero) predicar a conversos, porque me avergonzaría y me asquearía tener entre los lectores de mi blog a alguien capaz de justificar una reforma costitucional en pro de la banca y del FMI de espaldas al pueblo, o capaz de participar, justificar o alentar la violencia contra otros seres humanos a causa de sus creencias.