martes, 16 de junio de 2015

Juego de Tronos, Capítulo 10, Quinta temporada: Mi última crítica


Por petición popular, he decidido ver el último capítulo de esta temporada. Bueno, por eso, y porque al fin y al cabo sólo quedaba uno, y porque si he de ser sincera lo que tenía más ganas de ver desde que empezó la quinta temporada era el paseíllo de Cersei.
Sin embargo, aunque vaya a reseñar este último capítulo (aviso de SPOILERS desde ya), tengo que anunciar que no veré la sexta temporada.
Las razones son varias: en primer lugar, como ya dije, porque no soporto que los guionistas utilicen una de mis sagas favoritas para convertirla en un panfleto misógino y ateísta. En segundo lugar, porque no me gusta nada los cambios en la historia y los OOC que han hecho. Entiendo y asumo que un libro no se puede llevar entero a la pantalla y que el lenguaje narrativo y audiovisual son diferentes; es lógico que haya cambios. Lo que no acepto es que los cambios sean absurdos, arbitrarios, cambien la personalidad de los personajes y encima sirvan para empeorar la obra, no para mejorarla. Weiss y Benioff no han entendido la historia, no han entendido el trasfondo y no han entendido a los personajes, y lo peor es que no quieren entenderlos. No les interesa adaptar Canción de Hielo y Fuego; les interesa escribir su propia versión de la historia. Como ya he dicho, es el fan-fiction más caro de todos los tiempos.
Esta temporada ha sido la más alejada de los libros, y también la más floja desde que empezó la serie. Lo único destacable para mí ha sido la batalla de Casa Austera, y me consta que no soy la única en tener esta opinión. Por contra, la primera temporada fue la más fiel al texto de George R.R. Martin y es aclamada por critica y público como la mejor de las cinco, así que sacad vuestras propias conclusiones. Una cosa es que los guionistas modifiquen, recorten o supriman algunas partes de las novelas para poder filmar la historia con soltura, y otra muy diferente que se crean envestidos del derecho y privilegio de reescribir la saga a su gusto y como les dé la gana. En cuanto a esto, una cosa más debo decir: en esta temporada, George R.R. Martin no ha guionizado ninguno de los capítulos, y eso también se nota. Porque sus capítulos solían ser, si no el mejor, uno de los mejores de la serie (por favor, un minuto de silencio para maravillas como Blackwater, que ya no volveremos a presenciar).
El tercer motivo por el que no voy a ver la sexta temporada es porque me niego a que una serie de televisión me espoilee los libros en que está basada. Antes de que comenzara la quinta temporada, Weiss y Benioff aseguraron al público que la historia no iría más allá de lo sucedido en Danza de Dragones. Lamentablemente, mintieron. Han matado a Shireen, a Myrcella, a Stannis, a Selyse, a ser Barristan, y han reunido a Tyrion con Daenerys. Todos esto aún no ha sucedido en la saga literaria, y si bien el envenenamiento de Myrcella es la crónica de una muerte anunciada (por la profecía de Maggy la Rana sabemos que Myrcella y Tommen no acabarán vivos la saga), los demás sucesos son spoilers como una catedral. Especialmente porque cuando el público se rebotó contra algunas de las muertes más aburdas, los guionistas se pasaron por el forro la discreción debida y cometieron una enorme falta de respeto contra el escritor, la editorial y los lectores de Canción de Hielo y Fuego al soltar "¡pero si no nos lo hemos inventado! El propio Martin nos ha dicho que Fulanit@ morirá en Vientos de Invierno". ¿Mi reacción? "Oigan, váyanse ustedes a la mierda".
Y ahora que ya he explicado el motivo por el cual no seguiré viendo la serie el próximo año, pasemos a mi crítica. No voy a hacer una de las críticas de siempre porque, si he de ser sincera, nada de lo que he visto me ha gustado en exceso:


INVERNALIA

El arco argumental de Invernalia, donde confluyen las tramas de Stannis, Sansa y Theon, ha sido lo más flojo y bizarro de la temporada. Sansa se ha convertido de nuevo una doncella indefensa y maltratada; su evolución al final de la cuarta temporada, en la que parecía estar floreciendo una Dark Bad Bitch, no sólo ha quedado en agua de borrajas sino que ha sido ignorada sistemáticamente por los guionistas a lo largo de toda la quinta temporada, como si no hubiera sucedido jamás. Para una buena idea que tienen (sacar a Sansa de su papel de eterna víctima y convertirla en una mujer inteligente y manipuladora), van y la desperdician, negando toda la evolución anterior del personaje. Vamos, lo mismo que hicieron con Shae. Theon, por su parte, se comporta más fiel al canon, sacando fuerzas de flaqueza en el último momento para salvar a Sansa (en las novelas, a Jeyne) e incluso matando a Miranda, esa zorra presuntuosa que aspiraba a ser una Ramsay con tetas, cuya muerte ha sido causa de regocijo generalizado.
Al otro lado de los muros, tenemos a Stannis, que se ha convertido sin lugar a dudas en el personaje más maltratado, vilipendiado y destrozado de la temporada. Su arco argumental en los últimos capítulos ha sido absurdo, indignante y bochornoso, y para colmo nos ha reventado una de las posibles sorpresas de Vientos de Invierno: la extinción de la Casa Baratheon. Selyse, la madre desnaturalizada que recordó un poco demasiado tarde que amaba a su hija, se ha suicidado sin pena ni gloria. Stannis, que no derrama ni una lágrima por su mujer del mismo modo que tampoco la derramó por su hija, se lleva el ostiazo de su vida al descubrir que el sacrificio de Shireen ha sido en vano, que la magia no funciona y que los soldados que no han desertado (como ya predije la semana pasada en este blog, que un rey queme viva a su única hija y heredera no es precisamente lo que más levanta la moral de sus tropas) mueren como chinches en una batalla perdida de antemano. Uno se pregunta de dónde han sacado los Bolton semejante cantidad de jinetes, hasta que caes en cuenta que probablemente son los mismos caballeros que luchaban por la Casa Baratheon hasta el día anterior. Para colmo, Brienne de Tarth, aburrida tras no hacer absolutamente NADA en diez capítulos, decide ir a ayudar a Sansa, y casualmente, mire usted por dónde, se topa con un Stannis herido, lo acusa del asesinato de su hermano Renly y se lo carga. Y ya está. Stannis Baratheon, el más justo de todos los reyes que han disputado el trono de Poniente y el más apto de todos los hermanos Baratheon para gobernar, muere solo, derrotado, humillado y desesperado tras haber provocado la muerte de su hermano, su esposa y su hija por orden de un dios que le ha abandonado. Y claro, además de la moraleja ateísta de esta semana ("niños, los dioses no existen o son entidades crueles y arbitrarias, no podéis confiar en ellos"), una se vuelve a quedar ojiplática con la incoherencia y el sinsentido que supone esto, porque vamos a ver... Melisandre se folla a Stannis en la segunda temporada y da a luz a una sombra asesina que hace caer Bastión de Tormentas. Melisandre quema tres putas sanguijuelas rellenas con sangre de Gendry en la tercera temporada, y el poder de R'hllor hace que Joffrey, Balon y Robb desaparezcan del mapa. Melisandre sacrifica a una princesa de sangre real en la hoguera en la quinta temporada y R'hllor mira hacia otro lado y silba. ¿Pero esto qué coño es? ¿El Dios Rojo es un caprichines que antes ayudaba a Stannis y ahora no? ¿Sólo le molan los sacrificios en determinada época del año? ¿Estaba apagado o fuera de cobertura en ese momento? Patético, de verdad.
En este capítulo se ha hecho evidente el por qué del brutal asesinato de Shireen: en las dos próximas temporadas van a suceder tantas cosas, que los guionistas han decidido apresurar dos hechos que aún no han sucedido pero sucederán: la extinción de la Casa Baratheon y que la toma de conciencia de Melisandre de que, al contrario de lo que ella creía, Stannis no es el Elegido. Enhorabuena, Meli; ahora ya sabes cómo se sintieron Trinity y Obi Wan Kenobi. La cara de la poderosa sacerdotisa cuando llega al Castillo Negro, en shock y traumatizada al darse cuenta de que se ha entregado en cuerpo y alma a la causa de un falso elegido y ha sacrificado a una niña en vano, es digna de compasión. Muy diferente, por cierto, de la serena determinación y la sagaz suspicacia de Melisandre en Danza de Dragones, que ni es tan fría y cruel ni tiene ya tan claro que haya interpretado las señales de su dios de la manera correcta. Menuda paja mental ha tenido que ser para los ateístas redomados de Weis y Benioff poder representar el momento en que una fanática religiosa se ve sumida en una seria crisis de fe.

PD: Comentario que sólo entenderán los fans de Warhammer 40.000. R'hllor es Tzeench. ¡¡Es Tzeench!! ¿A qué otro dios conocéis que exija sacrificios humanos en las llamas, conceda a sus adoradores poderes mágicos asociados al fuego, y cambie de opinión sin motivo aparente retirándole de repente su favor a uno de sus paladines? ¡Es Tzeench! Seguro que a estas horas está descojonándose de Stannis en medio del Inmaterium.


DORNE

Hay una regla clara en esta serie: desconfiad del azúcar. En Juego de Tronos, el azúcar sólo se usa para ocultar el sabor del veneno, en este caso de manera literal. Ya ocurrió en la Boda Roja, cuando Robb y Talysa se acariciaron tiernamente entre palabras de amor y decidieron que su futuro bebé se llamaría Eddard Stark, justo antes de que los escabechinaran a todos, y ahora ha pasado de nuevo, con el beso de la paz de Ellaria Arena a una bella princesita vestida de rosa, enamorada hasta las cachas e hija orgullosa de Jaime, su papá (manda huevos, el secreto mejor guardado de los hermanos Lannister, tan peligroso como para lanzar a Bran por la ventana de una torre con tal de impedir que se descubra, y ahora resulta que lo sabía todo el mundo). ¿Y qué pasa entonces? Que nuestra querida Myrcella empieza a sangrar por la nariz y cae envenenada a causa del pintalabios venenoso de Ellaria Arena, a la que vemos junto a sus hijas tomándose el antídoto. Otro golpe de efecto de la serie que resulta ser un sinsentido, en primer lugar porque con este acto Ellaria se acaba de condenar a muerte (Doran le dejó muy clarito que si hacía daño a Myrcella la ejecutaba) y en segundo lugar porque se ha pasado por el arco del triunfo la profecía de Maggy la Rana. "De oro serán sus coronas y de oro sus mortajas", pero Myrcella va a morir antes que Tommen, sin ser coronada reina. Nueva patada a los libros, una más de tantas... y esta vez con el agravante de haber destrozado Dorne, uno de los lugares más queridos por los lectores de la saga y más esperado por los fans españoles, que acaba con un final absurdo, un Doran infrautilizado (amarga me he quedado por no poder oír la frase mítica: "Venganza. Justicia. Fuego y sangre."), una Ellaria que no es Ellaria (¿dónde quedó la mujer triste, bondadosa, sabia y conciliadora de los libros?) y el espíritu de Dorne reducido a "spaniards andalusíes que viven en edificios árabes y a pesar de vestir como moros follan todo lo que quieren y más". ¿Dónde quedó el reino cálido de gentes fogosas que respeta a las mujeres y a los bastardos? ¿Dónde quedó la calculadora inteligencia de Doran? ¿Dónde aquel "en Dorne no matamos niños" de Oberyn? Al parecer, en los libros, porque los guionistas han decidido mandarlo todo a la mierda en la serie.


BRAAVOS

Si creían que la violencia contra niñas menores de edad había acabado en el capítulo anterior, ¡se equivocan, señores! Los guionistas nos hacen pasar por la desagradable experiencia de ver cómo ser Meryn azota a dos niñas hasta hacerlas gritar, antes de que la tercera, que resulta ser Arya Stark (primera noticia de que las mujeres sin rostro son inmunes al dolor) le sale rebotada y se lo carga de una de las maneras más sangrientas, gores y desagradables que se han visto en esta serie. A priori, las únicas muertes más sangrientas que recuerdo son las de Oberyn Martell y las de la Boda Roja. Al final del capítulo, tras recibir una perturbadora lección de lo que significa ser nadie, Arya se queda ciega. En el ya crecido montón de hechos incomprensibles añadimos la pregunta de por qué demonios el Hombre Bondadoso tiene que morir para pagar por el asesinato de Arya, cuando en Festín de Cuervos se limitan a dejarla ciega como castigo por matar a Daeron. Si la muerte es el castigo por quitar una vida equivocada, ¿por qué no la matan a ella? Y si no hace falta ninguna muerte y basta la ceguera como castigo, ¿por qué el sacerdote se suicida? Ah, no, espera, que no hay que esperar coherencia en las cosas que pasan en esta serie; todo se reduce a dar el mejor golpe de efecto.


DESEMBARCO DEL REY

Llevaba esperando el paseíllo de Cersei con unas ganas increíbles desde que empezó la temporada. Muchos espectadores se estaban poniendo las botas ante la perspectiva de ver un desnudo frontal de Lena Headley; otros han afirmado que la escena es demasiado cruel y que la Leona de la Roca les ha dado pena. Personalmente, no me incluyo entre ninguno de los dos grupos. Ver desnuda a Cersei (¡Sí, se le ven las TETAS! ¡Y todo lo demás también!) no me ha provocado ningún morbo especial; heterosexual que es una (por lo menos en la serie han respetado un poco más su integridad capilar y le han dejado el vello púbico y un corte de cabello a lo pixie, en lugar de dejarla rasuradita como rencién nacida y calva como una bola de billar), y respecto a si su humillación me ha dado pena, la respuesta es NO, NINGUNA. De hecho, poco castigo me parece después de lo que hizo con Eddard Stark; se puede considerar afortunada de tener todavía la cabeza sobre los hombros. Y no deja de ser un acto de justicia poética que reciba su castigo en el mismo lugar donde Ned fue ejecutado a traición: frente al Gran Sept de Baelor.
Totalmente fuera de lugar, inapropiadas y bochornosas me han parecido las miraditas de lujuria disimuladas del Gorrión Francisco y de esas septas rancias al más puro estilo convento irlandés que parecen extras de Las Hermanas de la Magdalena. Como de costumbre, Weiss y Benioff le tienen tanto asco y desprecio a la religión que son incapaces de asumir que existan fieles que se crean de verdad lo que predican, o que se pueda ser religioso y a la vez buena persona. Todo eso para ellos es imposible, y deseosos de adoctrinarnos en ello y por si aún no nos habíamos enterado, con una sola mirada convierten al Gorrión y a las septas en una panda de sádicos hipócritas. Y me ha dado muchísima rabia, porque me ha impedido disfrutar al cien por cien de una escena que llevaba esperando toda la temporada, que dicho sea de paso imaginaba muchísimo más intensa, y de la que, sin lugar a dudas, hay que resaltar la magistal actuación de Lena Headley, que sin duda ha sido lo mejor del capítulo.


MEEREEN

Tras despedirse a la francesa en el capítulo anterior, abandonando a su suerte a los únicos amigos que tiene en el mundo en una plaza llena de enemigos, Daenerys Targaryen ha volado, volado y volado hasta llegar a un lugar que debería ser el Mar Dothraki pero que en lugar de hierbas altas y llanuras está lleno de riscos. Intenta regresar a Meereen, pero Drogon está cansado y le interesa más lamerse las heridas que volar. Entonces, tiene lugar una de las escenas más absurdas de toda la temporada: mientras busca comida por la pradera, Daenerys se ve rodeada de repente por miles de jinetes dothrakis; es decir, un khalasar gigantesco al que no ha visto llegar a pesar de que acaba de bajar de la cima de un risco DESDE EL QUE SE DIVISABAN CIEN KILÓMETROS A LA REDONDA EN TODAS DIRECCIONES. Y tampoco lo ha oído, a pesar de que miles de jinetes cabalgando deberían (digo yo) hacer un poco de ruido con un poco de antelación.
Y mientras tanto, en Meereen, el amante y el pagafantas de la reina se van a buscar a Dany y dejan al cargo de la ciudad... a Tyrion Lannister, asistido por la inestimable ayuda de Gusano Gris, Missandei y Varys, que pasaba por allí. Así que al final de temporada, Meereen se nos queda convertida en una ciudad gobernada en el pasado por una Targaryen y en el presente por un Lannister, con Varys como consejero, llena de traidores y al borde de la guerra civil. Es decir, en Desembarco del Rey.


EL MURO

Debo admitir que el gran shock de la temporada, el asesinato de Jon Nieve, no ha sido tan impactante para mí como para los espectadores no lectores, porque era evidente que iba a pasar y además tenía claro que sería la escena de cierre de la temporada. Teníamos una pequeña esperanza de no ocurriera, después de mostrar a Jon como el héroe que se enfrentó cara a cara contra el Rey del Invierno, pero seamos honestos; con el gusto que le han cogido los guionistas a matar personajes, hasta el punto de creer que las muertes y las TETAS son el principal atractivo de la serie, ¿podíamos esperar que no matasen a una de las pocas bajas de esta serie que sí muere en los libros?
Sin embargo, debemos reconocer que la muerte de Jon ha sido casi elegante, sobre todo si la comparamos con la brutal carnicería que Arya hace poco antes con ser Meryn. La escena recuerda con precisión milimétrica al asesinato de Julio César, incluido el Bruto particular de Jon, Olly. Cuando se dirige al niño antes de morir, sólo le faltó decir "¿Tú también, Olly?". Si es que ya te lo dijo el maestre Aemon, Jon: "mata al niño, mata al niiiiño"... Por desgracia, la única que lo oyó debió ser Melisandre.
A propósito, ¿soy la única en preguntarme DÓNDE COJONES ESTABA FANTASMA MIENTRAS MATABAN A SU DUEÑO? ¡Cuando atacaron a Sam bien que fue a defenderlo! ¿Lo tienen prisionero? ¿Lo han matado? Lo dudo mucho; la muerte de Fantasma es como la de Dama o Viento Gris; se merecería aunque fuera unos segundos de pantalla. Sea como sea, Fantasma es la única esperanza de Jon Nieve: al ser un warg, es capaz de poseer a los animales, y desde que salió Danza de Dragones son muchos los que opinan que antes de morir Jon Nieve consiguió trasladase al interior del animal, y a partir de ahora Fantasma y Jon serán uno. Ojalá sea verdad.
En cuanto a Sam, se ha librado de ver morir a su mejor amigo, porque ha partido a Antigua con Elí y el bebé a convertirse en maestre (algo que, de ser fieles a los libros, tendría que haber hecho ya a principios de temporada). Por cierto, la última escena que Sam y Jon tienen juntos confirma una vez más lo que todos ya sabíamos: cada vez que dos personajes se despiden diciendo "nos volveremos a ver", seguro que no vuelven a verse más. Es igual que en las películas de terror; como un personaje diga "enseguida vuelvo", es que no volverá. Cuando vi que en este capítulo Sam y Jon brindaban por su reencuentro, pensé "ya está, los mafiosos de los guionistas acaban de darle a Jon el beso de la muerte, éste no llega vivo al final del capítulo". Y así fue. Como dirían los dothrakis, una temporada de Juego de Tronos donde no muera al menos un Stark, se considera aburrida.

16 comentarios:

Narwen dijo...

Si es que tienes tanta razón que no sé que puedo añadir. Bueno, quizás el escape de Sansa haciendo balconing con Theon. Todo el mundo sabe que si te tiras de un muro de 20 metros el espesor de la nieve es colchón suficiente para que no se te reviente el cuerpo de la ostia.

No han dejado una trama limpia de incoherencias, ni una.

Antares dijo...

Tremendo... el detalle de Fantasma no se me habia ocurrido...

y hay otro detalle que es bastante spoiler... no solo que Gregor Clegane es el nuevo caballero que presenta Qyburn, que es algo que todo el mundo sospecha y viene confirmando desde la temporada pasada... sino que hay algo bajo su casco! se le ven los ojos!

Por cierto... cual de todos dices que es el Rey del Invierno? el pelea con Jon y cuando chocan espadas pone la misma cara que el jefe del ejercito de muertos cuando choca la espada con Aragorn o el que hace levantar a los muertos haciendo la pose de Leonardo Di Caprio en Lobos de Wall Street?

Edu dijo...

Bueno, lo de saltar a la nieve desde lo alto de una muralla de cinco pisos no es tan descabellado, como los rusos demuestran a menudo:

https://www.youtube.com/watch?v=EksaafuZhl0

Laura Niphredil dijo...

En mi opinión, esta ha sido la peor temporada de todas las que hemos visto de GoT. ¡Qué casualidad que haya sido precisamente la que se han inventado de cabo a rabo W&B! Haciendo balance, son muy pocas las cosas buenas que rescato de esta quinta temporada; quizá el capítulo 8 y poca cosa más. Yo entiendo que ahora la serie y las novelas van a ir por rumbos distintos, pero lo que me parece imperdonable es que existan tantas incoherencias y fallos tontos en la personalidad de los personajes. ¡De tan distintos que son ya no parecen ni ellos!

Este último capítulo en particular ha llegado a hastiarme. No hay más que muerte por todos lados, y aunque algunas me han parecido bien (Myranda, por ejemplo), hay otras que no entiendo o que no me causan emoción alguna (Selyse, Jaqen, Myrcella...). Eso sí, como fan incondicional de Jon Nieve, me ha repateado hasta el infinito su asesinato (SPOILER DE DANZA DE DRAGONES!! Que vale, que eso sí que pasa en el último libro... ¡Pero eso no lo han cambiado! ¡Se han pasado por el forro todas las otras cosas de la novela menos ESA!!).

No sé qué hacer ahora. Por un lado, tengo ganas de ver lo que va a pasar de cara a la sexta temporada. Por el otro, no quiero ver cómo estropean mi serie favorita. E insisto que no es por andar comparando los libros con la serie, sino por el hecho de que en la serie no están haciendo las cosas con coherencia y parece que pueden vendernos la moto con sangre y tetas. Y yo por ahí no paso.

jin jack dijo...

A este temporada le doy un 7.

La parte de Dorne me a decepcionado bastante, por sus pensonajes femeninos, joe todas son p*tas, esa es forma de presentarnos a mujeres fuertes, locas sedientas de sangre y gilipollas, nadas mas lo de mircela Jaime podria dar media vuelta oo matar al principe, es que esa mujer y sus hijas no entenden que Oberyn odiaria esa repulsiva tactica.

Marta dijo...

Te doy la razón en todo, bueno, como casi siempre, reflejas el sentir de gran parte de los lectores. Vaya carnicería y vaya manera de destrozar la identidad y la personalidad de tantos personajes, pero en fin... Yo no sé qué hare la temporada próxima, la verdad...

Sólo un comentario. Ni en esta entrada ni en la anterior (por el shock de lo de Shireen) has comentado nada sobre Mereen y la escena de Dany y Drogon. A mí me dio mucho coraje que Drogon pareciera huir de las arenas en lugar de enfrentarse a las arpías, me dio la sensación de que la secuencia podría haber sido mucho más espectacular, y de nuevo un escenario español se quedo infrautilizado.

Pero más coraje me ha dado ver en el capítulo de ayer que muestran a Drogon como un animal malherido que no tiene fuerzas para nada por cuatro lanzas que le clavaron. En los libros Dany come del caballo que Drogon caza, y cuando llegan los Dothrakis ella está al lado de su dragón, me la imaginaba imponente y orgullosa. En la serie ella está sola cuando aparecen los Dotharakis, sola y desamparada. Otro descoloque, la verdad.

Por cierto que el actor que da vida a Jon Nieve ha confirmado que se ha despedido de todos sus compañeros y no estará en la próxima temporada. Tendremos que seguir confiando en Fantasma...

Marta dijo...

Perdón, en esta entrada sí hablas de Mereen!!Fallo mío que me lo salté al leer!!! Mis disculpas :-)

Malena dijo...

Es difícil comentar de manera seria un capitulo que fue un sinsentido total. Olvidémonos de la saga, había algo paródico en ese esfuerzo por aglomerar tantas historias en una hora. Al final uno no entendía nada ¿Quien quedo ciego? ¿Quién se murió? No había tiempo de respirar ahí, mucho menos de analizar. Tanto así que quien no se calentó con Cersei sintió pena por ella (YO) y esa no es la idea en el libro ni en ninguna parte. ¿Y alguien entendió que el nuevo guardaespaldas de La Reina es La ex Montaña que Cabalga?
Yo solo espero que Martin publique pronto un libro que sea la contrapartida de la payasada que hemos visto este año.

Umarth dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en que toda esta temporada, con la excepción del capítulo 8, ha sido una absoluta decepción.
Las tramas de Sansa, Jaime y Brienne son prescindibles y muy torpes.
El personaje de Cersei ha quedado tan desdibujado respecto al de las novelas que la escena del paseo me ha dejado indiferente e incluso con un poco de pena por Lena Headey, no por la Reina.
La trama de Mereen solo nos ha mostrado a una Daenerys calentorra, a unos Inmaculados que parecen soldados aficionados y a un dragón débil y cobarde. La mágica aparición de un Khalasar de debajo de las piedras ha acabado de cerrar el absurdo.
El comportamiento de Stannis no parece en absoluto acorde con su espíritu, experiencia militar o con la pura lógica de un aspirante legítimo al trono de hierro.
Arya tampoco parece tener muy claro para que ha cruzado el mar y ha aceptado servir al dios sin rostro. Queda en la misma posición que al final de Danza de Dragones pero por un torpe efecto de Deus ex Machina.
Lo de John me parece lo menos grave. Salvo la desaparición de Fantasma, el personaje ha tomado una decisiones bastante coherente y ha acabado según lo esperado.
Me temo que la temporada que viene no me despierta ningún interés. Solo espero que George R.R. Martin cierre las novelas dignamente y en un corto espacio de tiempo, aunque viendo las dos últimas entregas publicadas lo dudo mucho.

sexfight dijo...

Hola Estelwen. Comparto casi todas tus opiniones y tus críticas. Me parece que el problema que tienen los de la serie con la religión es que no se toman en serio el elemento místico, que lo ven solo como magia. La religión malvada también aparece en las novelas, (sacrificios humanos, sacerdotes coruptos, etc) Eso si, Martin matiza más. Thoros de Myr era un cínico pero se redimió luchando por el Bien y R’Hollor le dio el poder del beso de la vida. Los septones corrientes ayudan a la gente en lo que pueden, los caballeros y soldados rezan antes de la batalla entre Stannis y su hermano Renly, los “gorriones” protegen los caminos, etc,

Creo que la sonrisa del Gorrio Supremo no es de lujuria sino de venganza, Es un plebeyo que odia a los privilegiados, igual que Meñique.

Lena Headley esta muchísimo más guapa con el pelo corto (esa es mi opinión)

El castigo de Cersei es ultramachista. ¿Qué ha confesado realmente? Que se cepilló a Lancel DESPUES de quedar viuda. Imagínate que en el primer libro, el Septon Supremo hubiera ido a donde Robert para decirle: “Como le has puesto a tu esposa más cornamenta que un ciervo, tienes que caminar en pelotas por toda la ciudad mientras la gente te tira verduras podridas y una monja ceñuda te grita sin cesar ¡Averguenzate!”
Treinta segundos después, un guardia muy alarmado de la Fortaleza Roja les dice a sus compañeros: “No estoy borracho! Os juro por Los Siete que he visto al Septon Supremo salir volando por la ventana del salón del trono.”

Stannis nunca me gustó, era demasiado rígido e intransigente, inhumano, frio, sin empatía, un robot. La escena de su muerte me gustó. Ahora solo queda un Baratheon con vida: Gendry.

Lo de Sansa en Invernalia es un lio y lo va a seguir siendo: ¿Ahora que Stannis ha sido derrotado, donde se refugian ella y Theon? El Muro esta pelin lejos para ir andando, con Ramsay y todo su ejército libres para buscarles (unos 1.100 km entre Invernalia y el castillo Negro si mi mapa es correcto; osea, como caminar de Bilbao a Cádiz bajo un clima siberiano => unos 40 dias caminando) Hay un video de una convención donde la actriz finge arrearle una patada en los mismísimos a un especialista, que finge que le duele mogollón. Creo por lo tanto que había una escena de acción donde Sansa repartía estopa para poder escapar de Invernalia, pero que dicha escena se cayó en el montaje final.

Se cargan demasiado las tintas en la maldad del caballero-putero pederasta Ser Meryn, en parte para recordarnos que clase de fichaje era este individuo cuando actuaba como manporrero de Joffrey, humillando a Sansa hasta que Tyrion le paró los pies, y en parte para justificar su brutal asesinato. Arya no grita, pero no porque sea inmune al dolor sino porque se ha endurecido mucho y se aguanta. En cuanto a la muerte de J’aquen ¿ha muerto? ¿O no? ¿o si? Con tanto cambio mágico de cara, esa parte queda algo confusa, creo que deliberadamente.

Danny: Los dothrakis llegan desde DETRÁS del risco, fuera por lo tanto del campo de observación, primero un explorador solitario, luego otros y después el resto del khalasar en masa, para darle un final visualmente impactante a la temporada y crear tensión.

La ¿muerte? de Jon: Supongo que los conspiradores buscaron el lugar y el momento para atacar sin que no les estorbase Fantasma, pero lo cierto es que el huargo no aparece desde hace tiempo (ahorro de efectos especiales). Que Melisandre haya regresado al Muro me indica que Jon vivirá. No le doy crédito a la noticia de que el actor se ha despedido de todos sus compañeros de rodaje como si abandonase la serie. Puede ser un ardid para despistar, (como en un episodio de Buffy cazavampiros, que cierto personaje no aparecía en los títulos de crédito para no arruinar su aparición por sorpresa en la última escena del episodio). Jon NO puede morir ni acabar como warg dentro de Fantasma. Es el hijo de Rhaegar y Liana Stark, es el hielo de la canción (Y Daeneris es el fuego) y falta el tercero en discordia, que si Daeneris no puede concebir y fundar una dinastía, ha de ser una mujer.

Estelwen Ancálimë dijo...

Em mi opinión, Martin presenta la religión de forma sumamente realista: una creencia que podría ser verdad o no (por una parte hay hechos sobrenaturales que apoyan la fe de los creyentes, pero por otra parte se deja en el aire la naturaleza de la magia, ya que al no quedar clara si procedencia no sabemos hasta qué punto es un don de los dioses). Asimismo, muestra creyentes de todo tipo: verdaderos e hipócritas, tolerantes y fanáticos.

En cuanto al castigo de Cersei, no es machista. No se la castiga por tener sexo fuera del matrimonio, sino por tenerlo siendo reina (es delito de traición que la reina se acueste con cualquier otro que no sea el rey; si lo hiciera una campesina cualquiera, sería un pecado que confesar para ser juzgado por el Padre y perdonado por la Madre, pero no un delito que merezca semejante castigo). Y recordemos que en el libro no sólo se castiga por esto a Cersei, sino también a sus amantes: tanto Lancel, que es obligado a cumplir una dura penitencia, como los hermanos Kettleblack, que son apresados y encarcelados por el Gorrión Supremo, pagan por su delito igual que paga Cersei.

Lo de Sansa sólo hay una manera de arreglarlo: que Brienne y Pod los encuentren y los lleven al Muro, al valle de Arryn, a Puerto Blanco o a donde sea. Si no, como bien dices, a ver cómo viajan ellos, solos, desarmados y sin provisiones, en pleno invierno.

sexfight dijo...

Tienes razón en parte, pero Lancel o los hermanos Ketteblack no son obligados a caminar desnudos, y el rey Robert I nunca fue castigado de ninguna forma por fornicar a destajo estando casado, mientras que a Cersei se le ha caído el mundo encima por tomar un amante cuando ya era viuda. Ese es el elemento machista.

Por cierto, he descubierto que Martín se inspiró en un incidente real. Durante la Guerra de las Dos Rosas, Eduardo IV de Lancaster fallece en 1483 pero su heredero Eduardo V solo tiene doce años. El regente es Ricardo de York (futuro Ricardo III, el que murió en la ultima batalla de la guerra ofreciendo su reino por un caballo según Shakespeare) Dos nobles muy poderosos, el barón Hastings y el marqués de Dorset, conspiran para liquidar al regente Ricardo y sustituirle. Tienen la misma amante, Jane Shore, antigua amante del difunto monarca Eduardo IV, pero Ricardo los arresta a todos. Jane Shore fue acusada de actuar como agente secreto que llevaba mensajes entre sus dos amantes y la viuda de Eduardo IV. Hastings fue ejecutado y Jane Shore fue obligada a caminar por las calles en ropa interior como penitencia. ¡¡OJO!! en ropa interior, pero no desnuda.

Como dices que ya no vas a ver mas "Juego de Tronos", te sugiero una alternativa aunque no sea fantástica: "Vikingos" en el canal TNT. Mañana sábado hay un maratón de la tercera temporada. NO es una serie de Hollywood, dispone de grandes medios y los elementos sobrenaturales son indirectos, sugeridos, que te los puedes creer o no. Creo que los personajes femeninos te gustarán, están muy bien tratados.

sexfight dijo...

He encontrado esta web:

http://es.gizmodo.com/como-juego-de-tronos-puede-destruir-la-saga-de-libros-e-1712042609

Donde entre otras cosas se dice:

Debo confesar que el final de la quinta temporada de Juego de Tronos me ha dejado completamente aterrado, pero no por la muerte de ESE personaje, ni por la de ESE otro. Mientras Internet hace quinielas sobre quien vivirá y quien no en la sexta temporada, a mi solo me preocupa el destino de un personaje en el que nadie ha pensado. (Ojo, spoilers suaves a continuación).

Ese personaje no es otro que George R.R. Martin, bastardo de la casa HBO.

Y no, no me preocupa su estado de salud. Ojalá fuera algo tan fácil como ponerle a dieta y hacerle correr un poco. Los médicos aseguran que a sus 66 años, el bueno de Martin tiene una salud de hierro. Lo que me preocupa es que George no haya sido capaz de aplicarse el ejemplo de los cientos y cientos de personajes a que ha matado en sus propios libros.

En Canción de Hielo y Fuego, los protagonistas tienen la desagradable costumbre de morirse. Se mueren todo el rato, incluso los que nos caen bien... especialmente los que nos caen bien. Sin embargo, y aunque lo parezca, no lo hacen gratuitamente o porque Martin sea un sádico. Si lo pensamos, los que se mueren suelen hacerlo porque cometen errores tan de bulto que les llevan irremisiblemente a su muerte. Khal Drogo, Eddard Stark, Viserys Targaryen, Robb Stark... todos, en algún momento, la pifian de una manera tan salvaje que se buscan la ruina ellos solos.

Ese ánimo aleccionador de Martin a la hora de señalar los errores ajenos no ha cuajado mucho en la mente del escritor ¿Cuál es el error de Martin? Lo cometió hace unos seis años, y es haber dado permiso a HBO para rodar la serie Juego de Tronos cuando ni siquiera había acabado las novelas.

Sí, lo se. Es hipócrita e injusto acusar a Martin de ambición. Yo hubiera hecho exactamente lo mismo en su lugar, y seguro que George vive ahora mucho mejor que antes de la serie. No le culpo por querer hacerse rico, pero no dejo de preguntarme hasta qué punto Juego de Tronos (la serie) va a devorar por completo los libros en la que se inspira. La ambición de Martin ha puesto en marcha una cadena de acontecimientos que cambiará para siempre esta saga de novelas, y aún es muy pronto para saber con qué resultado. (...)

En un mundo ideal, Martin terminaría Vientos de Invierno antes de la sexta temporada. Mientras escribe, HBO rueda sus capítulos con las indicaciones que les haya dado el escritor. El libro se publica a principios de año, inmediatamente seguido de la serie. ¡Bang! La maniobra de marketing perfecta. A vender merchandising como locos.

Desgraciadamente, parece bastante dudoso que Martin vaya a terminar Vientos de Invierno antes de abril de 2016. Y si lo logra, lo que ya será imposible es que Sueño de Primavera llegue antes de tres años más como poco. En ese tiempo HBO tiene que decidir si terminar de contar la historia y hacer el spoiler literario más grande que se ha visto nunca, o crear su propia leyenda en torno al mundo de Canción de Hielo y Fuego. (....) Pasar de novela original a novelización de una serie no es en absoluto un paso adelante.

Por otra parte, el frenético ritmo y la concreción del formato televisivo podrían acabar beneficiando la manera de contar la historia de Martin. El escritor tiene fama de extenderse en los detalles, y la presión de la serie podría traducirse en libros más concisos y con más acción que los anteriores. Por su extensión no creo que debamos preocuparnos. Martin ha previsto 1.500 páginas para Vientos de Invierno.

Hace ya años que empecé a sospechar que Canción de Hielo y Fuego podía morir de éxito. Espero fervientemente estar equivocado. Lo que sí tengo claro es que algunas noches, cuando se le olvida el saldo de su cuenta corriente, George R. R. Martin maldice el día en que vendió su creación a HBO. No te sientas mal, George. Podría haber sido peor. Podría haber sido la FOX.

sexfight dijo...

PARA ESTELWEN (Y para todos):

Se me olvidaba: Peliculas, series, libros y videojuegos para no extrañar "Juego de Tronos"

http://es.gizmodo.com/peliculas-series-libros-y-videojuegos-para-no-extrana-1712666284

Estelwen Ancálimë dijo...

Estoy totalmente de acuerdo con el artículo que has enlazado y citado, sexfight2. No fue buena idea comenzar la serie sin acabar los libros. Con otro escritor hubiera dado igual; estando tan avanzada la saga, daba tiempo de sobra a publicar los dos volúmenes que faltaban. Por desgracia, no es así en el caso de George R.R. Martin, que (increíblemente, si pensamos que se dedica a ello a tiempo completo) necesita una media de cinco años para sacar cada libro.
Lo cual, si lo pensamos bien, es bastante extraño. Cinco años para un libro de 1500 páginas hacen unas 300 páginas escritas al año. ¿Significa eso que el bueno de Tío George sólo escribe 25 páginas al mes? Francamente, teniendo en cuenta que NO tiene otro trabajo aparte de éste, o se pega la vidorra padre y sólo se acuerda de trabajar entre viaje y viaje a las Maldivas o entre resaca y resaca, o escribe tecleando con un sólo dedo a la velocidad de un caracol...

Unknown dijo...

Creeme, escribir un libro asi no ha de ser tan facil. Debe mantener mucho orden, revisar una y otra vez sus manuscritos para ver si cometio equivocaciones, si el ritmo de la historia es correcto, si no ha olvidado algo... Lo mismo le pasa a otros autores, cuando se meten en sagas demasiado enormes paramantener un buen ritmo de escritura. No todos pueden ser Brandon Sanderson, que saca libro tras libro de mil paginas y todos son tan buenos como siempre. O Ericksson que tambien completo su Malaz en un buen tiempo. Pero bueno, tambien esta el hecho de que no han de ganar tanto como Martin y deben dedicarse en cuerpo y alma a la escritura de sus libros. O sencillamente son unos super dotados de la escritura, yo que se.