miércoles, 18 de abril de 2012

Los Juegos del Hambre: ¿realidad o ficción?

Este viernes se estrena en España la película Los Juegos del Hambre, basada en la ya famosa trilogía distópica. La historia es conocida: un país, Panem, que se divide en un Capitolio y doce distritos (antes trece), los cuales tras perder la guerra civil deben entregar cada año dos adolescentes, chico y chica, llamados "tributos", para que participen en un concurso de televisión que consiste en que deben matarse entre ellos hasta que sólo quede uno, que será el ganador.
El tráiler, para los que aún no lo hayan visto:




Por supuesto, después de leer el libro (o de ver la película) lo que sentimos es alivio: ¡menos mal que sólo se trata de una ficción!

¿O no?

Bueno, me podréis decir que no es exactamente ficticio porque está basado en los juegos de gladiadores de los circos romanos, donde los ciudadanos del Imperio disfrutaban viendo luchar a seres humanos hasta la muerte. Pero eso es algo que ocurrió hace mucho tiempo, una barbarie que no podría repetirse.
Pero, ¿y si pudiera repetirse? ¿Y si fuese posible que hoy mismo se repitiera? ¿Y si se estuviese repitiendo ya? ¿Y si hoy fuese el día en que la muerte y el dolor pudieran convertirse en un entretenimiento televisivo?

Tal vez no lo sepáis (si lo sabéis, aprovecho para refrescaros la memoria), pero en la década de los 60 se llevó a cabo un experimento llamado Experimento de Milgram, llamado así por su director, el psicólogo Stanley Milgram de la Universidad de Yale (EEUU). Este experimento se realizó para tratar de comprender cómo era posible que tantos agentes y soldados hubieran podido ser cómplices de crímenes como los del nazismo y el comunismo. Al fin y al cabo, puede que Hitler y Stalin fuesen locos peligrosos, pero sus locuras nunca se hubiesen llevado a cabo sin la complicidad de miles de agentes, policías y soldados. ¿De verdad todos ellos estaban locos también? ¿Tantos locos hay en el mundo?
Milgram decidió experimentar qué pasaría si una persona normal, escogida al azar, recibía órdenes de hacer daño a alguien por parte de una autoridad que considerara legítima. Seleccionó a varias personas de ambos sexos y diferentes razas y les hizo creer que iban a participar en un experimento sobre la memoria. Otro supuesto candidato (en realidad, un actor) estaba al lado de una máquina, conectado a unos electrodos, y cada vez que fallase el test de memoria el examinador (auténtico sujeto del experimento) tendría que darle una descarga eléctrica que iría aumentando en intensidad según el otro fuese fallando.
Seguro que todos los sujetos del experimento hubiesen jurado a quien les hubiese preguntado que eran personas normales, incapaces de hacer daño a nadie. Pero lo cierto es que el 65% de los sujetos continuaron administrando descargas cada vez más altas, a pesar de los gritos de dolor del actor y a pesar de que ellos mismos no se sentían cómodos haciéndole daño, porque el científico que estaba en la sala (la autoridad) les exigía que continuasen. Sólo el 35% se detuvieron. La obediencia y el respeto a la autoridad estaba tan arraigado en la psique de las personas, que les llevó a hacer cosas que jamás hubieran hecho por sí mismos. Igual que los comunistas y los nazis.

A principios del año pasado, un productor de televisión francés, Christophe Nick, decidió repetir el experimento con una variante: se trataba de comprobar si un programa de televisión sería capaz de hacer presión suficiente para que unos concursantes hiciesen daño a otros y el público lo tolerase.
He aquí el resultado, en forma de documental. está doblado al castellano, y aunque es largo, os recomiendo que lo veáis. No tiene desperdicio.




He aquí el resultado. No el 65% de Milgram, sino el 81% de los concursantes siguieron adelante. El porcentaje de "obedientes" no sólo no ha disminuido, sino que ha aumentado significativamente. Pero el documental no se detiene demasiado en algo que para mí es fundamental, y es el público del programa.
No eran actores. No sabían que el programa era falso. Era gente tan normal como los concursantes, contratados mediante una empresa común de las que buscan extras y público para los programas. Creían igual que los concursantes que el actor estaba siendo torturado, que había perdido el conocimiento y que puede que incluso estuviera muerto dentro de la cámara cerrada. Pero, aunque se llevaban la mano a la boca o se cubrían la cara con gestos de tensión, ninguno protestó no hizo nada para impedir el daño. NINGUNO. No sólo eso, sino que cuando la presentadora preguntaba al público como medio de presión al concursante, todos jaleaban: "¡Castigo, castigo!", "¡Sigue adelante, sigue adelante!", "¡A por el millón, a por el millón!". Creían que el actor estaba sufriendo de verdad, pero pidieron que el espectáculo continuase.

¿Acaso son muy diferentes a los espectadores del Capitolio? ¿Acaso son los concursantes diferentes a los tributos, que no quieren matarse pero lo hacen? ¿Acaso no es verdad que, si ese programa hubiese sido real, el actor hubiese sufrido, acabado inconsciente o incluso muerto, víctima de las descargas eléctricas, gritando y suplicando, sin que nadie del público le ayudase (y sin que el otro concursante parase tampoco en el 81% de los casos)? Y no es una distopía. No es algo que ocurrió en el pasado, ni algo que podría suceder en el futuro. Está sucediendo ahora.

Que la suerte esté siempre, siempre de vuestra parte. Tal y como están las cosas, vamos a necesitarla.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

I

Siempre me ha parecido una opinión erronea eso de que en tiempos barbaros, en el pasado remoto cómo el de la Roma y los Gladiadores, sucedian cosas "terribles", pero que ahora estamos "Civilizados".
Vamos... En Roma todos sabian que matar estaba mal. Ya existia la "moral". Ni que fueran cavernicolas.
Pero la lubricidad del publico ante las luchas entre Gladiadores, y ante los martirios cristianos (cuando echaban a las fauces de los leones a unas pobres personas que adoraban, meramente, a un Dios pacifista) no es un hecho aislado, ni los centenares de personas que contemplaban el "espectaculo" estaban locas o idiotizadas como para no saber (pues Roma SÍ estaba muy civilizada, ya poseian muchos conocimientos) que disfrutar con una carniceria era algo deplorable.
Son cosas que siempre se repiten en la historia. Mira en la Edad Media, las ejecuciones eran publicas y ludicas. A todos les gustaba ver como ahorcaban a alguien, o en el caso de los juicios por brujeria, como muere alguien en la hoguera. ¿Habia compasion?. No.
Y en el Medievo algo mas "civilizados", supuestamente, ya estarian desde el Circo Romano. ¿No?.
La gente, por regla general, es barbara y horrible. En todas las epocas. Parece como si tuviera un mal instinto implicito, la verdad. Es horrible pensarlo, pero las personas parecen mas inclinadas al mal que al bien.

Anónimo dijo...

II

Tienes razon, Estelwen. Yo conocia ambos casos, los que has citado. El mundo aterra, de verdad.
Bueno, mirad actualmente. "Los Juegos del Hambre" trata sobre una especie de "reality-show". Dejemos a un lado las muertes y demás, demasiado "obvio" para el Codigo Penal... Pero, ¿son los Juegos del Hambre tan distintos, en el fondo, a un "Gran Hermano"?.
Vaya, en "Gran Hermano", la principal diversion de la gente es que los concursantes se arranquen los ojos entre ellos. Personajes televisivos masculinos menospreciando y maltratando verbalmente a las mujeres son la "gracia" del programa. Y oye, la presentadora y los fans de este tipo de programas, llegan a clamar que tener un novio como el concursante X es lo mejor del mundo.
Por favor...
No solo violencia verbal, y que la gente considere gracioso que dos personas se pongan a parir en directo, sino que ademas emiten pornografia abiertamente y nadie dice nada.
Se respaldan en que el programa es nocturno y no hay niños viendolo... pero en mi opinion (puramente personal) da igual que tengas 25 años como que tengas 3. ¿Por que tiene que existir un espectaculo en que puedas ver en directo como mantienen relaciones sexuales dos personas?. Es algo tan persona e intimo que no me parece normal que haya gente dispuesta a tener sexo ante una camara... Y gente dispuesta a verlo.
Quizas mucha gente se me echaria al cuello, pero yo creo que la pornografia tan descarada deberia ser extirpada de la television. No pueden acostumbrar a la gente a peleas multitudinarias, o a banalizar tanto el sexo como para estar viendo como se lo monta una persona a la hora de la cena como si se viera llover.
En muchos aspectos, ya vivimos, ya, actualmente "Los juegos del hambre". Y no voy a entrar en casos desgraciados conocidos, en que la gente ha demostrado que la simiente del mal estaba en la antigua Roma y en el 2012. Como a segun que gente le sigue gustando ver sangre y muerte en directo.
Mira, cada dos por tres la policia pilla un video de youtube en que un criminal graba sus andanzas... Suelen ser tan populares que los fans de estos videos se cuentan por mil. Cuando no es un mocoso fabricando un bazoka casero con que disparar por ahi, son niñatos robando y subiendo su "obra" a la red... Cuando no, casos mas serios. De agresion... y a veces de muerte. Y oye, a millones de pervertidos les encantan este tipo de videos.
Escuche que uno muy famoso mostraba como un monstruo psicopata mataba a un gato, y que luego lo fue pasando por la red. Hubieron millares que votaron que les gustaba. Y millates registrados que se atrevieron a ver algo asi.
ASCO. EL MUNDO DA ASCO.
No se puede ni describir, por Dios.

Estelwen Ancálimë dijo...

Si bien es cierto que los romanos no tenían el conceto de pecado (es un término judeo-cristiano), por supuesto es cierto que tenían una moral, y que sabían que matar está mal. Y lo de las ejecuciones públlicas medievales (bueno, y en todas las épocas y culturas) clama al cielo.
Sin embargo, más que el hecho de que el hombre se incline al mal por naturaleza, yo creo que más bien se inclina al rebaño por naturaleza. Si todo el mundo hace algo, o la autoridad ordena que se haga, la mayoría de la gente lo hará, aunque no le parezca bien. Otra cuestión es la empatía y la educación: si te educan haciéndote creer que ver ejecuciones públicas es normal, y te dan razones aparentemente lógicas por lo que esto ha de ser así, al final lo acabarás haciendo, sobre todo si esa educación está encaminada a anular tu empatía. Hay que tener en cuenta que tanto en Roma como en Grecia, China, India, o la Europa medieval, había esclavos: es decir, que la sociedad estaba acostumbrada a cosificar a otros seres humanos sin preocuparse de sus sentimientos ni tratarlos como a personas.

Yo no creo que el hombre se incline naturalmente hacia el mal. Pero sí creo que la educación y el entorno tiene mucho peso en su forma de vivir, de pensar y en sus acciones. Todos tenemos una conciencia, pero también tenemos mecanismos exteriores que sirven para acallarla, y en el fondo, por difícil que sea, creo que la decisiñon final está en nosotros mismos. Seguro que habían romanos o ciudadanos medievales que no iban al circo o a las ejecuciones porque las encontraban repugnantes, aunque eso significase ir en contra de la mayoría.

Estelwen Ancálimë dijo...

Lo de los vídeos que has comentado no lo sabía, y francamente, no tiene nombre. Jamás comprenderé cómo es posible que haya personas a las que les gusta ver sufrir a otro ser vivo (no digamos ya a otro ser humano). Por eso, por ejemplo, yo no veo películas gore; aunque sé que son mentira, el sufrimiento y el dolor que muestran no me produce ningún disfrute; me parece repugnante.

Con lo del sexo también estoy de acuerdo contigo; se está banalizando y generalizando demasiado. No es que sea algo malo o que tenga que esconderse, pero me parece algo tan íntimo y privado que no entiendo esta moda actual de vocearlo por los tejados. Aquí vamos de un extremo al otro; antes no se podía ni hablar de ello y ahora nos bombardean con eso las 24 horas del día. Antes todo el sexo era pecado y ahora todo el sexo está permitido (y si dices que no a algo, eres un reprimido). Digo yo que en el término medio estará la virtud...