lunes, 25 de mayo de 2015

Elecciones 2015: ¿Todo sigue igual?


"¡Por fin hemos tirado al PP!", grita todo el mundo tras las elecciones de este domingo. "¡Abajo la casta, ha llegado el cambio!".

Supongo que es entonces cuando habría que recordar que para que Podemos pueda gobernar en los lugares donde tanto les han votado, van a tener que pactar con el PSOE. Sí, sí, con el PPSOE. ¿Acaso no habíamos quedado en que eran lo mismo? ¿En que también son la casta? ¿Todo esto iba de castigar al PP, o de echar del poder a los de la casta?
Porque si es lo segundo, yo no prendería todavía los fuegos artificiales. Podemos, el querido Podemos, va a pactar con la casta para alcanzar el poder.

¿Es esto lo que queríamos, gente? ¿De verdad es lo que queríamos? Preguntároslo antes de celebrar. El 15M no empezó para echar al PP. Podemos, Ciudadanos y el resto de nuevos partidos no nacieron para echar al PP. El objetivo de tantas protestas, tantas manifestaciones... nunca ha sido echar al PP. Implicaba echarles, claro que sí, pero no era sólo eso. Era mucho más.

Era terminar con el bipartidismo. Era terminar con la corrupción. Era terminar con las dos Españas, con el "nosotros contra ellos", con los políticos descontrolados que prometen cualquier cosa y luego hacen lo que les da la gana. Era, por fin, dar un paso adelante y estar un poco más cerca de las envidiadas democracias nórdicas y un poco más lejos del país del odio cainita, del amiguismo descarado y cortijo carajillero que hemos sido durante tantos años y que aún continuamos siendo. Un poco más lejos del "y tú más", del "vosotros sois peores" y del "pero es que en la guerra civil...".

Lo nuevos partidos se presentaban como los adalides del cambio. No venían a sustituir a la casta, sino a eliminarla. No a pactar con ella, sino a arrebatarle el poder. No venían para echar a los corruptos y ponerse ellos, sino para terminar con el sistema que hace posible que la corrupción exista y en la mayor parte de los casos quede impune, y sólo salga a la luz cuando ya es demasiado tarde y el daño ya está hecho.

¿Y qué sucede ahora? Pues que van a pactar. Van a pactar con el PPSOE, por supuesto bajo sus condiciones, dicen. Porque van a exigir unos mínimos, dicen. Tal vez no deberíamos olvidar dos cosas: la primera, que esos pactos no serán jurídicamente vinculantes (es decir, que más adelante podrán incumplirlos dejando en eterna agua de borrajas las medidas que prometieron tomar), sino que este país no necesita mínimos, sino máximos. Unos máximos que no vamos a tener, ni ahora ni me temo que nunca, porque cuando los irreductibles galos pactan con el César para gobernar las Galias es que no son tan irreductibles. Nunca habrán cambios de fondo mientras las votaciones necesarias para ello sigan fracasando porque el PPSOE tiene demasiados escaños y sigue votando que no. ¿Reforma de la ley electoral? Ni de coña. ¿Control de las propiedades y sueldos de los políticos? Ni en broma. ¿Cambios en la ley para que los partidos respondan subsidiariamente de la responsabilidad civil por mala gestión de sus miembros? Ja, ja, y ja.

 ¿Y hay alguna salvación? ¿Hay alguna esperanza para este país? La única opción viable que veo para salvar el asunto es que pacten el PP y el PSOE para conservar el poder y que Ciudadanos y Podemos se nieguen en rotundo a cualquier tipo de pacto. Lo que sería un gambito con todas las de la ley (para los no entendidos, en ajedrez un gambito viene a ser sacrificar una pieza menor a principio de partida para conseguir ventaja sobre el rival). En este caso, el gambito consistiría en sacrificar la posibilidad de llegar al poder mediante pacto en las Municipales y Autonómicas para afianzarse de cara a las generales: por un lado pondrían en evidencia al PP y al PSOE (si pactan para gobernar cabrearán a sus respectivos votantes tradicionales porque se revelarán como iguales, no como los rivales que se supone que eran) y por el otro lado mostrarán que son incorruptibles (prefieren no gobernan a hacerlo bajándose los pantalones delantes del PPSOE). Pero como suele ocurrir con estas cosas, mucho me temo que resultará demasiado bueno para ser cierto.

10 comentarios:

Fátima dijo...

Has definido a la perfección lo que yo pensaba cuando los periodistas decían "si el PP pacta con Ciudadanos en tal municipio o comunidad tendría la mayoría absoluta para formar gobierno y si el PSOE pacta con Podemos pues lo mismo"... O sea que se da por hecho que van a pactar, que, como dices tú, se van a bajar los pantalones. Luego lo que me pone de los nervios es que los periodistas digan también que pactar es la única opción para que en este país haya estababilidad, es decir, volvemos al discurso del miedo. El discurso es vota al PPSOE que es lo malo conocido, y yo pienso ¿pero que tienen que hacer estos señores para que todo el mundo diga hasta aquí hemos llegado? Porque tratan a los ciudadanos como retrasados y a lo que es de los ciudadanos como si fuera suyo...
En fin Estelwen, nada nuevo bajo el sol, cuando decían que el PP era la lista más votada se me caía el alma a los pies, ¿por qué les sigue votando la gente?, ¿por miedo al cambio, por inercia, porque se lo perdonan todo?, no lo entiendo.
Si gana también en las generales voy a empezar a pensar que tenemos lo que nos merecemos.
Un saludo

Estelwen Ancálimë dijo...

Yo creo que por miedo al cambio. Sobre todo, por miedo a que la izquierda caiga en la demagogia y se dedique a tomar medidas facilonas y populistas en lugar de promover el cambio profundo que realmente necesita este país.

sexfight dijo...

Ya ves que se va complicando nuestro propio Juego de Tronos (o juego de poltronas) pero de momento mantengo la esperanza por lo que ha pasado en Andalucía, donde mas o menos casi todos los partidos minoritarios le han dicho al PSOE: "Si, claro que pactaremos contigo, pero solo cuando eches a los peces mas gordos acusados de corruptelas" (Chaves y Griñan).
La flamante presidenta "in pectore" no le ha dado la gana pensado que por chupar poltrona, alguno le acabaria apoyando, y ahora es posible que se vea forzado a convocar elecciones anticipadísimas. Ojala hagan todos lo mismo.
El PP y el PSOE no me parecen mal, a condición de que hagan limpieza a fondo de corruptos. Los de Podemos deberían estar en guardia a ver quien se les arrima ahora que pueden chupar poltrona. Yo no creo que el poder corrompa, pero puedes apostar tu brazo derecho a que atrae a los corruptos y corruptibles como un imán.

Expo dijo...

El problema que veo yo es que hay muchas probabilidades (demasiadas) de que si los partidos nuevos se cierran en banda a cualquier tipo de pacto, todo acabe peor que si sí pactasen.

Oh, por supuesto, el pacto significaría que no habrá el gran cambio que el país necesita... pero es que la falta de pacto podría hacer lo que dices, o, lo que me parece mucho más probable, hacer que el PPSOE tenga el gobierno casi absoluto de nuevo durante 4 años más, quedando los nuevos partidos relegados a ser una mosca cojonera fácil de apartar.

Por eso, no estoy seguro de si quiero que no pacten o no. Tal y como lo veo ahora, no pactar tiene más probabilidades de causar más mal que bien; es una apuesta muy arriesgada que no sé si vale la pena tomar. Después de todo, igual no vamos a seguir; no es lo mismo tener al PP gobernando con mayoría que a todos los partidos ahí discutiendo en el parlamento mientras se intenta que las cosas mejoren lo más posible en esas circunstancias.

En todo caso, si todo acaba en un pacto, o si no hay pacto y acabamos con un gobierno muy similar al que teníamos antes, sé perfectamente a quienes echarle la culpa, y no es a Podemos y compañía, sino a los, con perdón, imbéciles que siguen votando al PPSOE.

jin jack dijo...

Este pais avanza a base de hostias, yo vote a UPyD, si sabes de este partido sabras los porques.

Yo seguire votando a mi partido, luchare junto a otros, para que lleve las reformas tan necesarias.

Y no esperes que España sea un estado de bienestar a lo nordico ni de lejos, estamos a lustros de ello, esos paises nos llevan decadas o hasta mas de un siglo de avance social y democratico.

jin jack dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
jin jack dijo...

O y agradece que las mayorias absolutas se hayan caido, no vamos ha estar como en el norte, pero algo mejor si.

Estelwen Ancálimë dijo...

Hombre, hay que tener en cuenta que las elecciones generales son en Noviembre. Eso significa que si los partidos nuevos renuncian a pactar con los viejos, no van a tener que esperar demasiado para cosechar los resultados. Yo creo que valdría la pena.

Jin, conozco UPyD, y de hecho en las pasadas elecciones les voté. No sé por qué habrán perdido votantes en el resto de España; en mi caso, te puedo decir porque cuando pintaron bastos para los de mi gremio profesional por una ley que iba a aprobar el PP (y que al final, afortunadamente, echaron para atrás porque todos los organismos judiciales informaban en contra), los decanos de los colegios fueron a hablar con UPyD para solicitar su apoyo y su ayuda y básicamente los mandaron a la mierda en plan "y a mí qué me importa, ya se apañarán ustedes". Yo recibí a ese partido con ilusión, pero si no están dispuestos a mover un dedo por mi futuro laboral mis compañeros y yo tendríamos que ser muy tontos para votarles...

jin jack dijo...

No creas he, no eres la unica que se ha sentido decepcionada, un compañero me conto un caso parecido aunque de tema agrario y mas de lo mismo, otro por trasporte de alimentos pidio una reunion y los ignoraron, en UPyD hay buenisima gente y maravillosas ideas, pero una mala organizacion (solo hay que ver los ultimos meses de desobediencias y trasfugismo) y Rosa que ha hecho muchas cosas mal, que no todo, tienen dos opciones morir o renacer, mejorando su organismo y tener una maquinaria de publicidad y propaganda, yo seguire apoyando hasta el final, a fin de cuentas es el unico partido integro pese a sus defectos por mejorar.

Ryoga_Skywalker dijo...

El problema del bipartidismo es igual en todos lados. Acá en México pronto serán elecciones. Sin embargo, nuestro electorado es pobre en muchos sentidos (por no ser grosero) y lamentablemente, seguiremos sufriendo de la dualidad entre dos partidos que en realidad representan lo mismo.