jueves, 4 de junio de 2009

La vida en dulce ^^

Estoy contenta porque ayer probé a hacer un postre nuevo y me ha salido de fábula :-D
Creo que no sabéis que una de las cosas que más me gusta es la cocina. Me encanta preparar los guisos que me enseñaron mi madre, mi abuela y mi suegra, probar e incluso inventar platillos nuevos. Y, modestia aparte, no me suelen salir nada mal. Generalmente hago lo típico: paella (valenciana, que para algo es el plato emblema de mi tierra ^^), cocido madrileño, pasta italiana, ensaladilla rusa, lentejas, risotto, guisos de arroz y de carnes, fideuá, tortillas, ensaladas, sopas y cremas..., pero a veces me gusta experimentar con algo un poco más complicado: los postres. El verano pasado, con unas fresas y unas claras de huevo que me sobraron, leche y azúcar, hice un helado de fresa bastante decentillo, y ayer me puse a hacer algo que llevaba mucho tiempo queriendo probar: una bavaresa de chocolate.
La bavaresa, para los que no lo sepan, es un postre muy parecido al flan, pero que se cuaja en la nevera con gelatina en lugar de cuajarse en caliente con huevos batidos. Es un postre bastante ligero en apariencia y que queda muy bonito de ver, aunque luego llena bastante. Ah, y es tan rico como calórico, así que no conviene abusar mucho de él. A Tindomion y a mí nos ha gustado mucho, aunque como sólo somos dos en casa vamos a llevarle un pedazo a nuestras respectivas madres para que la prueben y así la amortizamos.
Como es más facilito de lo que parece y queda muy vistoso, os paso la receta por si os pica el gusanillo y queréis probar ^^

Ingredientes (para 6 personas):

-70 g de chocolate fondant (los mejores son los de Valor y Nestlé).
-1/4 de litro de leche (viene a ser poco más de un vaso, si queréis ahorrar calorías puede ser semidesnatada).
-3 yemas de huevo.
-60 g de azúcar.
-1 ramita de vainilla.
-6 hojas de gelatina sin sabor.
-Un brick de 200 ml de nata para montar.

Preparación:

-Se pone la leche en un cazo con la ramita de vainilla y se echa dentro el chocolate, rallado o troceado a cachos pequeños. Se pone a fuego medio-bajo y se va removiendo hasta que el chocolate se derrite (la leche no debe llegar a hervir).

-Se pone un cuenco al baño maría con las yemas y el azúcar y se bate unos 5 minutos, hasta que la crema se vuelva fina y espesa y blanquee (que pierda color y se vuelva naranja clarito, vamos).

-Se vierte poco a poco la leche con chocolate sobre las yemas sin dejar de remover, para que la mezcla ligue pero no cuaje.

-Se remojan las hojas de gelatina en agua fría unos minutos, hasta que se hinchen y se vuelvan blandas. Se escurren y se echan a la mezcla de yemas y leche, removiendo sin parar.

-Cuando la gelatina se haya disuelto, pasar la mezcla por un tamiz (esos coladores como redecillas que se usan para colar el zumo de naranja), de esa forma nos aseguramos que quede fina y sin grumos.

-Montar la nata en la batidora pero sin que quede demasiado firme, echando una cucharada de azúcar hacia el final.

-Echar la nata en la mezcla de chocolate y remover suavemente, sin prisas, hasta que se integre por completo.

-Meter en un molde y dejar en la nevera como mínimo ocho horas.


Sobre el molde y la nevera, una puntualización: como las bavaresas son muy sensibles, lo mejor es usar un molde de silicona como el que me compré el otro día en el Carrefour (me costó unos 10 euros), que se desmoldan facilísimo y el postre queda perfecto. La vieja estrategia de ahuecar con el cuchillo puede desembocar en una bavaresa igual de rica, pero algo amorfa.
Un truco para asegurarnos de que cuaja bien es hacerla por la noche y dejarla en la nevera hasta la comida del día siguiente (o hacerla de buena mañana, si la vamos a tomar de postre por la noche). Así, nos aseguramos de que va a estar bien cuajadita y la espera no se hace pesada, porque si se prepara con el tiempo justo corremos el peligro de impacientarnos y servirla antes de tiempo.
Pues nada, esto es todo. Ya me diréis si os animáis a probarla y qué tal queda. Y, si queréis que cuelgue alguna otra receta de las mías, no dudéis en solicitármela ;-)

8 comentarios:

Izhak dijo...

¡Jaja! No sabía que se te daba por cocinar XD

Dicen que los químicos somos buenos cocineros (porque, en definitiva, el laboratorio es como una cocina), pero a mí no me gusta mucho. Cocinar a veces está bien, pero siempre, no.

Justo hace 3 días me hice una especie de humus (puré de garbanzos con especias, básicamente), ¡y en mi casa se lo comieron en menos de dos días!

Estelwen Ancálimë dijo...

Jejeje, sí, soy bastante cocinitas. Supongo que es por herencia genética (mi madre y mi padre cocinan muy bien), y además me encanta eso de ponerte a picar, trocear y espolvorear especias y que así unos cuantos ingredientes en curdo se transformen en un estupendo guso. ¡Parece cosa de alquimia! Además, es muy útil porque mi novio no sabe ni freír un huevo, así que si yo no supiera cocinar sobreviviríamos a base de Telepizza XD
Sé lo que es el hummus (platillo bizantino, por cierto, que desciende de la cocina romana y que los árabes se apropiaron), y no está nada mal, aunque nunca he intentado prepararlo. ¡Tendré que probar! Así que a ver si me pasas tu receta :-)

Un saludo:

Estelwen

P.D.: ¿Con que químico, eh? El protagonista de la novela que estoy escribiendo es un químico. ¿Si tengo alguna duda acerca de su profesión, te podría escribir preguntándote alguna cosilla? ^^U

Izhak dijo...

¡¡¡¡¡¿¿¿¿¿Que el protagonista de tu novela es químico????!!!!

¡No lo puedo creer! Yo había pensado alguna vez en escribir una novela con un protagonista químico, pero no se me ocurría nada interesante para la trama XD Es que somos medio aburridos, creo yo, ¡jaja!

¡Quiero una copia cuando la publiques!

Y cuando quieras podés escribirme con las consultas que desees ;-)

Qué raro que, habiéndome felicitado cuando me recibí hace casi dos meses, no te hubieras dado cuenta de que era Licenciado en Química XD

Estelwen Ancálimë dijo...

Lo cual demuestra que soy un despiste con patas ^^UUU

En realidad, mi personaje estudió dos carreras: se licenció en Química y en empresariales y acabó montando su propia petroquímica (sí, su coeficiente intelectual debe andar por el 150 o así XD). Aparte de eso, es un mago especializado en alquimia, ya que la novela es de fantasía ambientada en el mundo actual :-)

Izhak dijo...

Ah, ¡suena interesante!

Lo que sí, aunque un químico bien puede fundar una petroquímica (y más si estudió administración de empresas), el perfil más adecuado no es el de un Lic. en Química, sino un Ingeniero Químico, que son cosas diferentes, aunque suenen parecidas.

Quiero que quede claro que un Lic. en Química puede tranquilamente trabajar en una empersa petroquímica e incluso ser un alto administrativo. Pero un ingeniero está más especializado en lo que a producción se refiere: es más específico de la industria y de la administación/mantenimiento de una empresa productiva. Un licenciado está más especializado en investigación, análisis de calidad, etc.

No te estoy diciendo que cambies la carrera de tu protagonista (aunque bien podés hacerlo si te place). Si preferís mantenerlo como Licenciado en Química, estaría bueno que haya cursado o tenga conocimientos de ingeniería (cosa que es muy común, ya que hay montones de materias optativas dedicadas a la ingeniería, e incluso hay algunas específicas de petroquímica).

Tenés que tener en cuenta que, como ya estudió empresariales, que sea Lic. en Química con orientación industrial/ingenieril tiene la ventaja de que, con sus conocimientos, tiene más posibilidades de crear productos o procesos nuevos (y más todavía si es un mago alquimista XD)

De todos modos una empresa petroquímica no se hace 100% con una sola persona, ¿no? Hay colaboración de contadores, abogados, ingenieros, licenciados, etc.... Son megaproyectos de muchos millones de euros. No es algo para tomar a la ligera =)

Estelwen Ancálimë dijo...

Gracias por tus observaciones, las tendré muy en cuenta ;-)
De todos modos, está claro que la empresa no la fundó ni la mantiene él solito; tiene sus empleados, sus contables, sus abogados y su Consejo de administración. Además, poseía el capital necesario para invertirlo inicialmente, porque tanto él como su mujer eran personas de buena familia, con dinero.

Javi dijo...

Vaya, Estelwen, no sabía que eras tan polifacética.
Enhorabuena por tus éxitos culinarios. (A ver si algún día me invitas... jeje).

Estelwen Ancálimë dijo...

Cuando quieras, si la próxima vez que te pases por Valencia me haces una visita ;-)