Que nadie se me asuste, que no es mi intención hacer una entrada para rajar de personas reales. Este es un pequeño recopilatorio, un poco al estilo de mi anterior post acerca de personajes detestables con una inexplicable legión de fans, sobre personajes femeninos literarios que, por una razón un otra, estaban ideados por el autor para caer bien o incluso ser protagonistas pero a mí me caen mal. Como muchas de ellas NO tienen precisamente una legión de fans, supongo que este post será menos controvertido que el anterior :-P
Esta es mi selección inicial, pero no descarto ampliar la lista si posteriormente se me ocurre (o leo) a alguna otra personajilla que me caiga mal:
-Bella Swan: Por supuesto, va la primera de la lista. Heroína (nunca mejor dicho, teniendo en cuenta el efecto que causa en los vampiros) de la saga Crepúsculo, es un personaje que en el primer libro aún tiene un pase, pero conforme va transcurriendo la historia degenera hasta un punto casi estrafalario. Tenemos a una chica que se califica a sí misma como una mediocre, que no se considera guapa, que es torpe y tampoco destaca precisamente por ser la más inteligente de la clase. No tiene muchas aficiones (aparte de leer libros clásicos) ni ningún talento (aparte de la cocina). Aún así, resulta que un vampiro de casi un siglo de antigüedad, un hombre lobo cachas y medio instituto (el otro medio son chicas
Vamos, que cree que es una mierda al lado de su novio, cree que no se merece a su novio, está dispuesta a fingir su muerte ante su familia y amigos y no volver a verlos jamas por su novio, está dispuesta a casarse a los 18 años sin estar preparada para ello y a renunciar al sexo hasta que a su señor esposo le dé la gana para complacerle... pero, al parecer, no está lo bastante enamorada como para NO morrearse con el hombre lobo. Quien la entienda, que la compre.
-Cersei Lannister: Me es difícil dilucidar qué siento más por Cersei: odio, pena o vergüenza ajena. Fue necesario su punto de vista en Festín de Cuervos para comprenderla, o mejor dicho, para comprender lo pirada que está. Porque a veces costaba entender cómo era posible que fuese capaz de tanta crueldad, imbecilidad, falsedad e insensibilidad juntas. Ahora por fin lo sabemos: en el mundo moderno, se llamaría esquizofrenia paranoide. Cersei es tan mala que no llega ni a villana y se queda simplemente en patética: no ama a nadie más que a sus hijos, y el amor por Joffrey la ciega hasta el punto de ser incapaz de comprender que su hijo es un psicópata mil veces peor que todos esos hombres a los que ella odia, incluido su marido. No tiene compasión, ni empatía, ni siquiera verdadera astucia, porque como magistralmente la definió Meñique; "quiere poder, pero cuando lo consigue no sabe qué hacer con él". Experta en alejar de su lado a las personas que le convienen (Tyrion, Jaime, Kevan, Falyse) y en mantener junto a ella a los que la perjudican (Joffrey, Qyburn, Taena, los Kettleblack), se hace tan odiosa para el lector que ni siquiera conserva el encanto de las malignas carismáticas tipo Melisanfre (que se dedica a quemar viva a la gente y a manipular a todo el mundo, sí, pero con mucho estilo), Asha Greyjoy o Arya Stark (dos asesinas que se te hacen simpáticas porque son listas, justas a su manera, y los tienen más bien puestos que muchos hombres). Todos esperamos con ansia la caída de Cersei. De hecho, con demasiada ansia; ¿o soy la única que piensa que ya ha durado demasiados libros?
-Sansa Stark: También conocida como Sansa la Sonsa o Antes Muerta que Sansilla. Prototipo medieval de la animadora pija, rubia y sin cerebro. En la serie de televisión hacen trampa y la liberan de los trapos más sucios para que le caiga bien al espectador, pero los lectores sabemos la verdad. Sabemos que traicionó a su padre, provocó su muerte, la de todos los guardias Stark, y por consiguiente la guerra que azotó el reino y de paso acabó con toda su familia. Además, es superficial, ingenua hasta la estupidez y tonta del culo. En el segundo y el tercer libro va de amargada, experimentada y madura, pero pica como un salmonete en la farsa de "Ser Florian y Lady Jonquil", cuando para todos los lectores (y cualquiera que hubiera tenido mayor coeficiente intelectual que un hongo) estaba claro que Ser Dontos sólo era un mandado y que no estaba metido ahí por rescatar galantemente a una dama indefensa sino por dinero. Se mantuvo hasta el final ciega a los defectos de Joffrey y Cersei y sin embargo desconfía continuamente de Tyrion y del Perro, sus únicos amigos en la Corte. Y nunca olvidaremos cuando Petyr Baelish le dijo aquello de "Manos limpias, Sansa; hagáis o que hagáis, aseguraos de mantener siempre las manos limpias"... y Sansa, obediente, se pone un poco de zumo de naranja en la cuchara. Como dijo Olenna Tyrell, esta niña es más idiota que el Chico Luna.
-Victoria d'Ascoli: Aunque tal vez podríamos llamarla simplemente Victoria d'Asco. Más que nada, porque ella es PERFECTA: es la reina de las Mary Sues canon. La protagonista de la trilogía Memorias de Idhún es guapa, es lista, es poderosa, es angelicalmente bondadosa, es la única de su especie que hay en el mundo... demasiado buena para ser auténtica, ¿no? Eso es lo que deben pensar Jack y Kirtash, sus DOS novios, porque, oh, ella los ama tanto y no piensa elegir a ninguno de los dos. "Bueno, vale, seremos unos calzonazos y nuestras cabezas no pasarán por debajo de las puertas, pero al menos nos la trincamos", deberán pensar ellos. Y es que, claro, habiendo sólo tres híbridos en el mundo, y siendo dos chicos y una chica, ¡pues toca repartírsela, nenes! Ella por supuesto no puede elegir a ninguno, porque claro, es un unicornio, lo cual la convierte en la chica más perfecta y chupiguay de la muerte y le concede pleno derecho a la bigamia. Eso sí, cuando ellos dos se ponen a retozar con otras chicas (siguiendo el viejo principio de
-Lara: El pendón rubio de Doctor Zhivago. Encarna a la típica chica mona que va de inocente pero que en realidad es un zorrón roba-novios, como sus múltiples víctimas pueden atestiguar. A pesar de tener novio (Pasha, el pagafantas bolcehvique), no duda en ponerle los cuernos sin misericordia con el novio de su madre, un viejo verde que la mira con cara de baboso sin disimulo (y aún así ella no pierde un segundo en aceptar su invitación a una cita a solas, llevando el vestidito que más carne enseña de todo su repertorio). Cuando su madre descubre el pastel de que su pareja le pone los cuernos con su propia hija e intenta suicidarse, Lara se da cuenta de que lo mismo se ha pasado un poco y va en busca de su siguiente víctima: Yuri Zhivago, un médico guapo y cachas que está casado con la mujer perfecta (guapa, lista, simpática, amorosa, valiente, tenaz, trabajadora, honesta, leal) y tiene dos churumbeles con ella. A pesar de ello, el doctor Zhivago no tarda ni tres segundos en pasar veinte pueblos de su familia para irse meneando el rabo detrás de Lara en cuanto esta pestañea con sus adorables ojos azules (que, junto con su cabello rubio y su cara de
-Erika Berger: La porno-periodista de la saga Millennium no va de inocente: directamente es una zorra con todas las letras. En esto por lo menos le gana a Lara: Erika es consecuente consigo misma y va de lo que es, una ninfómana calentorra tan egoísta como superficial. El gran atractivo de Erika es, básicamente, pasarse la saga follándose a todo bicho viviente, por supuesto sin importarle en absoluto los sentimientos de los demás. Le van los tríos, el sadomaso, hacer vídeos porno caseros, y por supuesto para ella la fidelidad es algo que se aplica exclusivamente a los equipos de música. Si lo pensamos bien tampoco es tan grave; al fin y al cabo, tal como lo cuenta Stieg Larsson, se trata de algo completamente normal y natural, algo así como las actividades normales que la mayoría de amas de casa suecas practican los fines de semana. El hecho de que le ponga los cuernos sistemáticamente a su marido tampoco es tan grave; al fin y el cabo, se trata de un marido-fantas dispuesto a aguantar lo que sea con tal de conservar a Erika a su lado y que aparte es un poco gayer reprimido y también le va la marcha. El problema, por ejemplo, es cuando Erika decide que piensa seguir acostándose con Mikael aunque esté casado, y aunque la esposa de él sea una mujer normal (de las poquíiisimas que hay en la saga) y no vea con buenos ojos eso de que su esposo se siga beneficiando a su eterna amiga con derecho a roce. Lo lógico sería, si entre Mikael y Erika hay una conexión tan especial, que se hubieran casado y que hubieran hecho como los conejitos hasta el fin de sus días, montándose tríos y esparciendo feromonas por el mundo, pero NO. Resulta que se casan con otras personas y se dedican a ponerles los cuernos. ¿Lógica? No traten de buscársela, son suecos. Por supuesto, además de un poco guarrilla Erika es totalmente perfecta: progresista, feminista, justa, inteligente, trabajadora, simpática, solidaria, valiente, leal... vamos, la típica mujer real a la que todos podríamos encontrarnos en una esquina. Sí, junto a sus compañeras de trabajo...
-Lisbeth Salander: Igual que la anterior, pero encima loca de atar. Me hace mucha gracia que pretendan venderla en las novelas como una chica completamente normal que es víctima del sistema, porque seamos sinceros, aunque es verdad que no está para que la incapaciten o la encierren, Lisbeth Salander es una chica bastante transtornada con problemas psicológicos gravísimos. Puede que su extraña personalidad la haga parecer de entrada un personaje interesante, pero a poco que reflexionemos nos damos cuenta de que se trata de una contradicción con patas. Carece de empatía (a pesar de que tiene una vena justiciera que la hace querer ir arreglando problemas por el mundo), es muy inteligente (pero increíblemente tonta a la hora de juzgar a las personas), no quiere establecer vínculos emocionales y es desconfiada (pero se fía de buenas a primeras de Mikael y acaba enamorándose de él sin razón aparente), y por no saber, no sabe ni siquiera si es lesbiana o heterosexual, porque cada día se levanta de una manera. Además, es rencorosa, agresiva y socialmente retrasada. Eso sí, es súper inteligente y hackea ordenadores y resuelve teoremas matemáticos con la misma facilidad con la que los demás mortales hacemos la lista de la compra, y eso por supuesto la hace súper guay de la muerte. Si a estas alturas el personaje aún no os parece absolutamente inverosímil, sólo resta por añadir que es tan fría emocionalmente que su más desgarrada reacción a cuatro horas de violación y tortura por parte de su abogado es darse una ducha, tomarse un analgésico, y ponerse a leer muy seria y muy concentrada artículos científicos sobre violaciones sádicas en internet, sin derramar una sola lágrima. Vamos, igual que Erika: la típica chica que podríamos encontrarnos cualquier día por la calle.
-Denna: ...o así pretende hacernos creer que se llama. Porque la chica misteriosa de las Crónicas del Asesino de Reyes (El Nombre del Viento y en adelante) es tan tan tan misteriosa, que no podemos estar seguros ni de cómo se llama. Eso sí, está buenísima (qué raro) y toca muy bien el arpa, suficiente para que Kvothe, el protagonista de la saga, se sume al club de pagafantas literarios y se enamore perdidamente de ella, mientras ella juega con él tomándose confianzas y luego desapareciendo, igual que un gatito jugaría con un ovillo de lana. Y es que el personaje de Denna es un contrasentido de los pies a la cabeza: nos lo intentan vender como una chica fuerte, independiente, sin ataduras, compleja, que no rinde cuentas a nadie y va a donde la lleva el viento... cuando en realidad es una prostituta de lujo que se arrima al primer hombre que pilla para sacarle dinero y regalos a cambio de su compañía y tiene graves problemas de dependencia psicológica hacia un mecenas que la maltrata físicamente. En realidad, es una chica indecisa, que no sabe lo que quiere ni se molesta en averiguarlo, que es incapaz de sobrevivir sin los hombres, tan egoísta que no le importa manipular o hacer daño a los demás, y tan idiota que mantiene condenado a la friendzone al único hombre que la ama de verdad y no la ve como un objeto.
-Junto a Denna, incluir al 90% de los personajes femeninos de las Crónicas del Asesino de Reyes: Felurian (el hada ninfómana), Auri (la niña loca), Vashet (maestra Adem, que como el resto de su pueblo es TAN abierta sexualmente y ve el sexto con TANTA naturalidad y sin ningún tipo de tabú... que no sabe cómo vienen los niños al mundo). Está claro que los personajes femeninos no son el punto fuerte de Patrick Rothfuss, porque sólo sabe crear perturbadas, ninfómanas, o perturbadas ninfómanas.